El Gobierno establece el Congreso como escenario de diálogo con Puigdemont
El Congreso como escenario de diálogo. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, ha señalado que se le ha hecho una “oferta sensata, moderada y entendible” al president de la Generalitat, Carles Puigemont, para que venga a dialogar en el Congreso de los diputados, dentro de la comisión propuesta por el PSOE para estudiar el modelo territorial y proponer una reforma constitucional.
“¿A ver cómo explica el señor Puigdemont en el extranjero que no quiere venir al Congreso a explicar su propuesta?¿Cómo va a justificar que no quiere dialogar? Es la oferta es de una amplísima mayoría de la Cámara. El diálogo no hay que exigirlo sino practicarlo, pero cumpliendo la ley”, ha apuntado Sáenz de Santamaría.
La número dos del Gobierno de Mariano Rajoy ha insistido que “en nuestro marco constitucional nada es inmutable, todo se puede hablar con respeto a las leyes y a los derechos de todos”.
El presidente de la Generalitat ya se negó con anterioridad a ir al Congreso a debatir su propuesta independentista, aunque el formato era diferente. Tenía que ir a un pleno y su plan tendría que ser votado, al igual que ocurrió con la Propuesta de Estatuto Político de la Comunidad de Euskadi del lehendakari Juan José Ibarretxe, que fue tumbado por la mayoría del Parlamento en 2005.
La oferta de diálogo a Puigdemont es una vía para situar el contexto del problema catalán a nivel español y mantener la estrategia del Gobierno de que es un problema interno y no se necesitan mediadores internacionales. “Esos son los mediadores, los 350 diputados y otros tantos senadores que representan al conjunto del pueblo español”, ha remachado la vicepresidenta.
El Ejecutivo ya hizo una propuesta similar el pasado 5 de octubre cuando ofreció una vía de diálogo con los partidos independentistas catalanes siempre y cuando no se proclame una declaración unilateral de independencia. El ministro de Educación y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, señaló que “sería bueno empezar a sellar la fractura en el Parlament, donde están sentados los representantes de los ciudadanos y donde se debe recuperar el diálogo”.
“Es importante cerrar esa brecha en el Parlament de Cataluña. Sería importante volver al diálogo donde se quebró la legalidad en las jornadas del 6 y 7 de septiembre”, cuando se aprobaron las leyes de referéndum y de transitoriedad, declaró Méndez de Vigo. Las fechas no son baladí. El Gobierno ha asegurado que si Puigemont responde a su requerimiento que no ha declarado la independencia, la situación política volvería a antes de la aprobación de ambas normas, suspendidas por el Tribunal Constitucional.
Mientas Puigdemont se decide, la tensa situación política de Catalunya afecta a la economía española. La vicepresidenta ha señalado que las previsiones económicas para 2018 que el Ministerio de Hacienda deben mandar a Bruselas serán “más prudentes” respecto al crecimiento si no hay una pronta solución a la crisis política en Catalunya.
La vicepresidenta ha asegurado que ha habido un parón de la inversión en el segundo semestre, con una caída del 10% mientras que en España ha subido un 13%. Además, ha añadido que también está afectando al turismo y puso como ejemplo la caída de entre un 20 y 30% de reservas en hoteles en Barcelona.
Sáenz de Santamaría ha insistido en que el president de Catalunya, Carles Puigdemont “aun está a tiempo de recuperar la normalidad instiucional” mediante la respuesta a “una pregunta sencilla para terminar con un problema complejo, que le permitirá regresar al marco constitucional”.
“La Generalitat tiene la responsabilidad de no seguir por un camino que solo provoca una grave desaceleración y crisis económica. Su irresponsabilidad es una factura que la pagarán como siempre los ciudadanos de Catalunya”, ha remachado la vicepresidenta.
Las palabras de la vicepresidenta llegan un día después de que tanto el Gobierno como el PSOE corroboren que el único horizonte posible para Puigdemont son unas elecciones autonómicas. Con aplicación o sin aplicación del artículo 155 de la Constitución, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez creen que la única salida que hay en Catalunya es la celebración de comicios: bien porque los convoque Carles Puigdemont ante el requerimiento enviado este miércoles o bien porque la Generalitat no renuncie a la declaración de independencia y, en consecuencia, el desarrollo del 155 conduzca a una convocatoria electoral.
El doble requerimiento que el Ejecutivo ha enviado al president de la Generalitat permite un “margen de rectificación” para devolver el escenario político a la situación previa al pleno de la Cámara catalana del 6 y 7 de septiembre, cuando se aprobaron las leyes de referéndum y transitoriedad en una jornada llena de irregularidades.
Tanto la CUP como ERC La CUP le han pedido a Puigdemont que responda al requerimiento del Gobierno español que la república está ya proclamada. Consideran que la independencia “es el mandato de los más de dos millones de personas que, a pesar de la ofensiva amenazadora, judicial y represiva del Estado, dijeron 'sí'” en el referéndum del 1-O.