La invitada al Congreso que fue desnudada pide las pruebas que la policía presentó a Posada
Mar Esquembre, la profesora de Derecho Constitucional que fue invitada al Congreso el pasado 16 de octubre y sometida a un cacheo integral, ha solicitado al presidente de la Cámara, Jesús Posada, una copia de las pruebas que la policía dijo haber aportado para demostrar que era falso que dos mujeres policías la dejaran en sujetador y con los pantalones bajados hasta los tobillos.
Esquembre ha registrado un escrito dirigido a la Comisión de Peticiones del Congreso para que esta solicite a Posada la documentación correspondiente. La profesora de Derecho Constitucional pide una copia del protocolo de seguridad establecido para el acceso a las tribunas del hemiciclo al que aludió la policía.
Reclama también una copia de las grabaciones por videocámara del Congreso que aporten testimonio fehaciente de los hechos. La del cuarto en el momento en que tuvo lugar el cacheo, la de la tribuna de invitados, para constatar que una policía la acompañó permanentemente, y la del acceso al Congreso, cuando ella entró y le fueron solicitados los datos. Esta última, “al objeto de apreciar que las prendas que vestía no poseían logos ni inscripciones reivindicativas”. Esquembre dice que ese fue el argumento que citaba el informe policial para justificar que las policías la hicieran pasar a un cuarto próximo al control de acceso.
En el informe que elaboró la comisaría del Congreso se aseguraba que las dos policías habían aportado pruebas que demostraban que la versión de Esquembre era falsa y que habían seguido el protocolo establecido. Por eso, la profesora solicita conocer el contenido de “lo aportado documentalmente por las dos mujeres policías”. También pide una relación del número de personas invitadas ese día y el día posterior, y de las personas que fueron sometidas a un control adicional a los rutinarios, “concretamente de aquellas personas a las que se les hizo pasar a un cuarto anejo al control de acceso siguiendo el protocolo establecido al que se refiere el informe de 23 de octubre de 2013 de la comisaría especial del Congreso de los Diputados”.
“Considero que se me infligió un trato vejatorio, injusto, inaceptable, discriminatorio y absolutamente desproporcionado, que supone un claro atentado a mi dignidad personal y a los derechos inviolables que le son inherentes y que sobrepasa las normas que pueden considerarse adecuadas e imprescindibles para garantizar el orden en las tribunas del Congreso de los Diputados”, expone Mar Esquembre en su escrito, en el que se reafirma en su versión y señala que otras personas que accedieron a la tribuna antes que ella no tuvieron que someterse a más control que la comprobación de sus datos.