Un Senado vacío por el coronavirus ratifica en una sesión fugaz y telemática la adhesión de Macedonia a la OTAN
El Senado ha vivido este martes probablemente su sesión más atípica desde su fundación. Casi vació, con mascarillas entre alguno de sus miembros, pero manteniendo las formas. En plena crisis del coronavirus y con España en estado de alarma, la Cámara Alta se ha reunido de forma extraordinaria para tomar conocimiento de la adhesión de Macedonia a la OTAN, un procedimiento protocolario, pero imprescindible, cuyo plazo vencía precisamente este mismo 17 de marzo.
La votación estaba cantada. La mayoría de partidos que integran el Senado son firmes defensores de la OTAN y de su estrategia de ampliación hacia los antiguos países de la órbita soviética. El resultado: 243 votos a favor y 21 abstenciones.
En la votación han participado 264 senadores. Todos ellos, menos cinco, han participado por vía telemática. Entre los presentes, cuatro miembros de la Mesa: la presidenta, Pilar Llop; los vicepresidentes Cristina Narbona y Pío García Escudero; y el secretario segundo, Rafael Hernando, el único de todos con mascarilla. Además, ha asistido en persona el senador del PP David Erguido.
La imagen del Pleno del Senado casi vacía, con solo un ujier y una taquígrafa presentes, además del letrado mayor, Manuel Cavero, y otro asistente de la Cámara, ha quedado más patente cuando la presidenta ha pedido “a todos los presentes” que se pusieran en pie y guardaran un minuto de silencio por los dos asesinatos machistas que se han producido en España desde el anterior Pleno. Llop, además, ha mostrado las “condolencias” por los fallecidos provocados por la COVID19. Y ha sumado al Senado “al aplauso para el trabajo ejemplar de quienes trabajan en primera línea y garantizan los servicios básicos” durante la crisis desatada por el coronavirus. “Es una situación sin precedentes, unidos saldremos adelante”, ha concluido.
Después ha llegado la atípica votación, con toda su parafernalia. La lectura del punto del día, la apertura de turnos para el debate (que nadie ha utilizado) y la llamada acústica que reclama a los senadores que acudan a votar, tras la cual Llop ha pedido a los servicios que cerraran las puertas. Era innecesario porque nadie más que los presentes iba a entrar. A continuación se ha producido una desangelada votación a mano alzada y el recuento del voto telemático.
La presidenta ha levantado la sesión de un Senado que no volverá a reunir a su Pleno hasta que no pase la crisis del coronavirus o, al menos, mientras su participación no sea imprescindible en el devenir de los acontecimientos.
Precisamente antes del Pleno se han reunido la Mesa y la Junta de Portavoces del Senado. Según ha explicado la socialista Cristina Narboana, ambos órganos han decidido esta suspensión total de los plenos y han agendado volver a reunirse el próximo 31 de marzo. Desde el PP se había solicitado que el Senado pudiera ejercer alguna labor similar a la del Congreso, donde este miércoles se celebrará otra extraña sesión para que el presidente del Gobierno exponga los motivos y alcance del estado de alarma.
Tal y como ha explicado Narbona, las sesiones que se puedan producir en el Congreso lo serán por mandato constitucional. Bien sea la del miércoles 18, sobre el estado de alarma, o las preceptivas para ratificar o rechazar los diversos reales decretos ley que está aprobando el Ejecutivo.
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