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Pedro Sánchez ignora la desautorización de Susana Díaz a su intento de llegar a Moncloa

Pedro Sánchez y Susana Díaz en un acto de la campaña del 26J.

Irene Castro

Susana Díaz ha vuelto a cruzarse en el camino de Pedro Sánchez. La presidenta andaluza ha reiterado que el PSOE debe quedarse en la oposición porque “con 85 escaños no se puede gobernar este país”. Lo ha hecho doce días después de que el secretario general iniciara los “contactos exploratorios” para un nuevo intento de llegar a Moncloa impulsado por Unidos Podemos y Ciudadanos. Sin embargo, el líder socialista ha desoído la advertencia de Díaz y se ha mostrado firme en su intención de liderar una alternativa a Mariano Rajoy.

La dirigente andaluza se había mantenido desde mediados de julio prácticamente en silencio sobre el proceso de investidura. Tanto ella como sus portavoces autorizados y representantes en los órganos internos del PSOE se mantuvieron en el no a Mariano Rajoy antes del debate de hace dos semanas. El silencio de la federación más poderosa del partido dio, además, margen a Sánchez puesto que se prolongó en los canales tras su anuncio de buscar una alternativa a Rajoy, que el líder socialista lo camufló diciendo que tomaba la iniciativa para buscar una salida “conjunta” al “atasco” político.

Pero Díaz ha dejado este miércoles claro que no comparte la estrategia del secretario general. El que ha lanzado no es un mensaje nuevo puesto que la dirigente andaluza ya advirtió tras el 26J que los ciudadanos colocaron al PSOE en la oposición (aunque eso también lo dijo tras el 20D y Sánchez intentó formar gobierno). La novedad respecto a las palabras de Díaz es que entonces desconocía el plan de Sánchez, aunque en el sector crítico lo temían, y ahora el secretario general ha comenzado los contactos para un nuevo intento de llegar a Moncloa.

Sánchez lleva días emplazando a Unidos Podemos y Ciudadanos para lograr un entendimiento que permita mandar a Rajoy a la oposición. El intento de Sánchez se percibe con recelo en el sector crítico. El socialismo andaluz ha defendido, además, la tesis de Felipe González y se ha abierto a replantear el no al PP si cambia de candidato en la investidura.

Desde Ferraz evitan contestar a la desautorización de Díaz. “No vamos a opinar. Estamos en apoyar a los compañeros de Galicia y Euskadi -dicen sobre la campaña electoral del 25S- y en intentar buscar una solución para este país”, agregan. En la dirección del PSOE, no obstante, reciben con enfado los desplantes del sector más crítico, pero sostienen que las bases están de acuerdo con la estrategia de Sánchez.

El líder socialista ha desoído las palabras de la presidenta andaluza y ha reiterado en sus mítines de la campaña gallega sus apelaciones a Rivera e Iglesias a quienes ha emplazado de nuevo a levantar “los vetos mutuos”. “Los socialistas vamos a trabajar por que en España haya un gobierno dialogante y limpio cuanto antes”, ha destacado en un acto en Vigo.

Sánchez e Iglesias esperan hablar pronto

La intención de Sánchez es mantener un segundo contacto con Pablo Iglesias esta misma semana. En Unidos Podemos esperan que esta vez la conversación sea presencial y no por teléfono y que Sánchez se decida definitivamente a intentar buscar un acuerdo. En Ferraz han intentado rebajar las expectativas sobre los contactos con el resto de formaciones que, en plena campaña de las vascas y gallegas, se han paralizado.

Sánchez ni siquiera ha hablado con Albert Rivera, pese a que Ciudadanos es, junto con Unidos Podemos, el partido al que apela el líder del PSOE para lograr “el cambio” en Moncloa que pretende liderar. Algunas fuentes socialistas sostienen que el secretario general está “dando tiempo” a Rivera para separar la conversación de su pacto con Rajoy. Otras fuentes creen que Sánchez está ganando tiempo para mantener la expectación ante su intento porque, según sostienen, una vez Rivera le rechace “se acaba el teatro”.

Fuentes próximas al secretario general aseguran que el retraso en la llamada se debe a “cuestiones de agenda” de ambos líderes. El socialista, sin embargo, ha hablado con Rajoy, Iglesias -con quien pretende repetir- y con el portavoz del Partit Demòcrata Català, Francesc Homs, pese a que su intención era hablar con el resto de dirigentes por orden de mayor a menor representación.

La batalla en las redes sociales

El fin del mutismo de Díaz también ha acarreado una nueva polémica entre los críticos y los afines a Sánchez. La presidenta andaluza ha salido en defensa de Guillermo Fernández Vara, que se quejó de la falta de comunicación con el secretario general así como de los insultos que recibe por desmarcarse de la postura oficial en la investidura. Él apuesta por una abstención para evitar terceras elecciones y que el Gobierno deje de estar en funciones.

Díaz ha hecho referencia a la necesidad de los socialistas de respetar la “expresión libre” de las ideas, aunque no se compartan. Tras la presidenta andaluza, se han sucedido una catarata de declaraciones de apoyo al presidente extremeño de otros dirigentes como Alfredo Pérez Rubalcaba, Elena Valenciano, Eduardo Madina, Javier Fernández o Carme Chacón. A ellos les han respondido con tuits de apoyo al secretario general. La división ha quedado patente en las redes sociales.

La dirección de Sánchez se desmarca también de esa polémica porque, según aseguran fuentes oficiales, no hay ninguna campaña de deslegitimación a los barones orquestada desde Ferraz y señalan que Fernández Vara también se ha mostrado sorprendido.

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