Una treintena de personas protestan con cacerolas frente a una vivienda de la ministra Celaá en Getxo (Bizkaia)
Entre 25 y 30 personas acudieron este viernes a primera hora de la noche a una vivienda propiedad de la ministra de Educación, Isabel Celaá, en la localidad vizcaína de Getxo, en el barrio de Neguri, con una pancarta de “Gobierno dimisión”, han informado a eldiario.es fuentes policiales.
Como ha ocurrido frente a domicilios de otros miembros del Ejecutivo, los manifestantes golpeaban cacerolas en lo que supuestamente son protestas por la gestión del Gobierno en la crisis de la Covid-19. La Ertzaintza se personó en el lugar sin que se produjeran más incidentes, aunque sí realizó algunas identificaciones.
En la convocatoria difundida por redes sociales se llamaba a protestar también “por el fin del comunismo”, contra “un Gobierno aleccionado por Venezuela” y a favor de “mantener la educación especial ” y “la libertad de elección de educación”. “Por el fin de los amigos de Urkullu y Torra”, apuntaba igualmente.
El mensaje pedía respetar los 2 metros, llevar mascarilla “no dejar de pasear” y adelantaba ya lo que los manifestantes, la mayoría de mediana edad o mayores, debían gritar: “Gobierno dimisión”, “Celaá, ministra enséñanos tus casas”, “Sánchez vete ya” y “ministra Celaá, vete a casa ya”.
Esta misma semana, el objeto de una protesta similar fue el domicilio del ministro de Transportes, José Luis Ábalos. El miembro del Ejecutivo dijo en una entrevista radiofónica que a su hija le habían dicho: “Ojalá se muera toda tu familia”. También lamentó no haber recibido una llamada del líder de la oposición, Pablo Casado, para solidarizarse.
El domicilio del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y de la ministra de Igualdad, Irene Montero, también es objeto habitual de protestas en los últimos días, hasta el punto de que la Guardia Civil ha tenido que reforzar la seguridad del lugar. A Pablo Iglesias le había grabado un vecino haciendo la compra en un supermercado próximo, unas imágenes que difundió Telecinco en las que se oía al autor de la grabación llamando al vicepresidente “rojo” e “hijo de puta”.
En un incidente que no había trascendido hasta ahora, desconocidos hicieron sonar el “Cara al Sol” una noche junto a la casa de Iglesias y Montero en días precedentes a que comenzaran las caceroladas frente a la casa.
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