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Unidas por Extremadura logra su mejor resultado histórico y rompe la tendencia a la baja de la izquierda estatal

La candidata de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, en un acto de campaña, en el Palacio de Congresos, a 12 de diciembre de 2025, en Badajoz, Extremadura (España).

Alberto Ortiz

21 de diciembre de 2025 22:29 h

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Unidas por Extremadura ha conseguido una victoria histórica para la izquierda alternativa en Extremadura. Con siete diputados, prácticamente dobla los escaños de las pasadas elecciones y supera los seis que logró Podemos en solitario en 2015, en pleno auge del partido. La candidatura liderada por Irene de Miguel, en la que participan Podemos, Izquierda Unida y Alianza Verde, mejora en casi 20.000 votos respecto a 2023 pese a la importante caída de la participación y consigue romper la tendencia a la baja que castiga a la izquierda estatal desde hace años. 

La candidatura que encabeza De Miguel junto a Nerea Fernández, de Izquierda Unida, sube de cuatro a siete escaños. Son más de 53.000 votos y más del 10%. El 28M la misma coalición se quedó en las 36.000 papeletas y tan solo el 6% de los apoyos. Con este resultado, además, Izquierda Unida sale muy beneficiada del pacto de coalición, con cuatro escaños, uno más que Podemos, y dobla su cuenta actual. 

El resultado es histórico en número de escaños. Ni siquiera Podemos en su mejor momento, hace diez años, fue capaz de llegar a los siete diputados. Es cierto que el número de votos en aquel momento fue similar, ligeramente inferior, y que en esas elecciones Izquierda Unida concurrió en una candidatura por separado, junto a otras confluencias, con más de 27.000 votos que se quedaron sin escaño. En diputados, este resultado es el mejor de toda la izquierda a la izquierda del PSOE desde la recuperación de la democracia.

Irene de Miguel: “Somos una luz de esperanza para la izquierda transformadora”

“No podéis imaginaros la satisfacción, somos una luz de esperanza para la izquierda transformadora de nuestro país”, ha celebrado De Miguel tras conocer los resultados históricos de su candidatura. “No les vamos a defraudar. Esta fuerza va a seguir empujando por los cambios y transformaciones que merece esta tierra y lo va a hacer con mucha más fuerza”, ha prometido a las más de 53.000 personas que han votado a Unidas por Extremadura.

La dirigente de Podemos Extremadura ha asegurado que estos resultados son el fruto de “muchos años de esfuerzo” y muchos kilómetros recorridos. “No tiene que ver con una coyuntura actual sino un esfuerzo que se ha alargado durante mucho tiempo. Estábamos sembrando y ha llegado el momento de cosechar todo ese trabajo”, ha celebrado.

Sus primeras palabras han redundado también sobre la idea de la unidad de la izquierda como receta para los buenos resultados de las fuerzas progresistas. “La unidad es el camino para enfrentarnos a los recortes y la austeridad”, ha defendido en un momento en el que la izquierda estatal sigue muy alejada de una posible candidatura unitaria.

Unidas por Extremadura ha conseguido lograr de largo sus objetivos, avanzar en escaños y atraer a parte de los desencantados por el Partido Socialista, que registra su peor resultado histórico, con 18 escaños. Aunque esa izquierda es incapaz de recoger todo ese voto, que mayoritariamente acaba en la abstención: el PSOE pierde diez escaños y Unidas por Extremadura gana tres. Lo ha hecho en cualquier caso después de una campaña centrada en el territorio y con un proyecto genuino de unidad, que agrupa a todas las fuerzas de la izquierda alternativa presente en el territorio. 

Recaba el voto desencantado del PSOE

El intento de captar los votos de un socialismo hundido ha sido evidente durante toda la campaña. En el cierre, Irene de Miguel les apeló directamente a los decepcionados para hablarles de una “alternativa coherente, real, sólida y trabajadora”. “Ni un voto de izquierdas puede quedarse en casa”, reforzó para evitar que ese nicho de votantes se fuese a la abstención.

“Hay gente indecisa que entiende nuestra propuesta y la comparte, pero que está desilusionada y desesperanzada con la izquierda en general. Nosotros estamos demostrando solvencia y coherencia. En cuanto al PSOE, un liderazgo tan débil como el que tienen hace que la gente busque una alternativa. El Partido Socialista no ha elegido bien”, razonaba en una entrevista con este diario.

La coalición es un proyecto político consolidado con los años. Ya en 2023 fue una de las únicas comunidades donde la izquierda resistió en resultados con respecto a las anteriores elecciones. Un modelo de unidad de fuerzas progresistas que tanto De Miguel, de Podemos, como Nerea Fernández, de Izquierda Unida, han reivindicado estos últimos días. 

“Ese espacio no es que se haya vuelto a construir, es que nunca se ha dejado de construir y esa es la clave. Nosotras no nos juntamos solo de cara a unas elecciones, por un interés electoral de sumar fuerzas para llegar a más. Hemos creado un espacio político real de confluencia planteando un trabajo conjunto durante todo el tiempo. Ahí reside en cierta medida la receta del éxito de Unidas por Extremadura. No somos una coalición, somos una confluencia y eso supone contar con una estructura, construir un espacio con generosidad, pero también con lealtad y respeto”, dijo también en una entrevista con elDiario.es.

Una fórmula que ha conseguido revertir una tendencia acusada para las fuerzas de la izquierda estatal, que desde hace años pierde votos cada vez que se abren las urnas. El año pasado, por ejemplo, los resultados para el espacio progresista fueron desastrosos en Galicia, donde volvieron a quedar sin representación, en Euskadi, donde la división de la izquierda provocó una caída de los seis escaños que obtuvo Elkarrekin Podemos al único diputado que se llevó Sumar. En Catalunya los Comuns cayeron a su peor resultado histórico. 

El buen desempeño de Unidas por Extremadura era esperado por todas las fuerzas progresistas y por eso las direcciones estatales han tratado de acercarse a la candidata en las últimas semanas. Incluso Movimiento Sumar, el partido de Yolanda Díaz, que no tiene presencia en la coalición ni en la comunidad autónoma, intentó en las últimas semanas reivindicar su presencia reclamando para sus filas a la número 22 de la lista por Cáceres y pidiendo el voto para la alianza. 

“Escucha, territorio y esperanza. Tomemos nota de la experiencia de Unidas por Extremadura para llevarla más allá”, reaccionó el partido en Bluesky tras conocer los resultados electorales. 

Pero De Miguel ha repelido en varias ocasiones ese movimiento. En varias entrevistas ha dejado claro que esa fuerza no existe en su región y llegó incluso a calificar de “fraude” a la vicepresidenta segunda. Sumar ha tratado desde sus inicios de aprovechar los perfiles de Podemos más díscolos con la dirección estatal para generar grietas en algunas decisiones, como ocurrió en el acto de lanzamiento de la candidatura estatal de Díaz, en Magariños. Sin embargo, la dirigente extremeña, a pesar de sus críticas a algunas estrategias de las líderes de su partido, nunca llegó a romper y de hecho forma parte de la ejecutiva estatal. 

En estas elecciones, de hecho, de los ministros de Sumar ha acudido a la campaña de la izquierda extremeña, algo prácticamente inédito desde el inicio del primer gobierno de coalición en 2020. Ni siquiera ha acudido Sira Rego, la ministra de Izquierda Unida, cuyo partido, IU, sí forma parte de la coalición. 

Podemos: “Esta deriva solo se para por la izquierda”

Quienes sí han hecho campaña han sido las líderes de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, y también el de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, aunque no ha habido actos de todos esos nombres juntos. 

Belarra, por ejemplo, entre los actos previos y la campaña ha pasado hasta cuatro veces por el territorio, mientras que Montero estuvo en dos actos. El secretario de Organización y portavoz del partido, Pablo Fernández, participó también en un acto a primeros de diciembre. Maíllo por su lado ha ido hasta dos veces durante los 15 días de campaña electoral. 

“El PP y VOX crecen en Extremadura ante un PSOE impotente que es incapaz de frenar a esta derecha. Podemos estará donde hay que estar, defendiendo derechos en las instituciones y en las calles, pero esta deriva sólo se para por la izquierda”, ha escrito Belarra en sus redes sociales tras los resultados. Un mensaje parecido al de Irene Montero, la número dos del partido: “El PP gana en Extremadura con VOX disparado. El machismo, la corrupción y la inacción social del Gobierno es una fábrica de ultraderechistas. Podemos está para hacer frente a las derechas y proteger derechos. El PSOE no va a hacer nada. El camino es feminista y por la izquierda”.

Maíllo: “Trabajo unitario, arraigo y compromiso sin personalismos”

También ha reaccionado Maíllo, que ha criticado la jugada del PP. “María Guardiola ha fracasado cuando convocó elecciones por interés personal, no pensando en Extremadura. Solo ha alimentado el avance de la extrema derecha y ha normalizado los pactos del PP con Vox, con consecuencias graves para la democracia y el futuro de la región”, ha dicho en su cuenta de X.

Sobre la lectura de la candidatura de la izquierda, defiende la fórmula de unidad y la ausencia de “personalismos”. “Unidas por Extremadura ha tenido un resultado espectacular: crece en votos, porcentaje y representación. No es improvisación: es trabajo unitario, arraigo y compromiso sin personalismos. Izquierda Unida da certidumbre a las familias trabajadoras”, ha dicho.

A partir de este lunes, las diferentes partes de la izquierda estatal analizarán un resultado que se ha convertido en clave para ese espacio político. Podemos ya utilizó la alianza con Izquierda Unida y sin Sumar para reivindicar esa fórmula en todo el territorio, un modelo que rechazan los de Antonio Maíllo, que hablan de candidaturas amplias y sin vetos.

De las primeras reacciones de los líderes de esas formaciones se pueden extraer algunas conclusiones entre líneas. Mientras Podemos reivindica “la izquierda”, Maíllo apela al “trabajo unitario” y a la ausencia de “personalismos”. Mientras tanto, la coordinadora de Movimiento Sumar, Lara Hernádez, apeló este domingo a trabajar por las “candidaturas amplias” en los futuros procesos electorales que se abren. Las próximas paradas son Aragón, Castilla y León y Andalucía y en todos esos territorios la unidad es un escenario mucho más lejano.

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