El Golf GTI celebra sus 40 años pulverizando el récord de Nurburing
El Golf GTI nació en secreto, fruto del empecinamiento de un puñado de ingenieros aficionados a los coches potentes, y consiguió dar nombre a una categoría en sí misma ante la incredulidad del consejo de seguimiento de Volkswagen hace ahora cuarenta años.
Siete generaciones después, el Golf GTI será capaz de sobresaltar la apacible vida de la localidad de Reinfitz durante el primer fin de semana de mayo, cuando en las carreteras que bordean su impresionante lago alpino, se atesten literalmente del compacto picante por antonomasia.
Tal fue el éxito que cosecharon las primeras generaciones, que en la España de finales de la década de los ochenta, Volkswagen vendía más Golf GTI de segunda generación, que la suma del resto de los modelos de su entonces pequeña gama de turismos. Aquí, un Golf era un GTI, y era tan voraz el apetito de nuestro mercado que los concesionarios salían directamente con la chequera a comprarlos a mercados vecinos (Francia, Bélgica, Italia) aún a costa de tener que aplicarles ciertos inventos patrios como el aire acondicionado en forma de kit.
Como guinda a este pastel con cuarenta velitas, VW se ha guardado un dulce en forma de Golf GTI de séptima generación con un apellido especial: Clubsport S. Y antes de quitarle la sábana delante del público, se ha permitido pulverizar el anterior récord a una vuelta completa a los 20 kiómetros del conocido como infierno verde. En 7 minutos y 49 segundos, un Golf Clubsport S conducido por el joven pero curtidísimo en copas de promoción de VW y BWM, Benny Leuchter, se ha merendado los 73 giros rebajando en 10 segundos (!!) el ya de por sí espectacular tiempo del Leon Cupra y hace unos pocos meses, o del Mégane RS hace un poco más.
Producido en una serie limitada, este Golf de carreras adaptado a la calle, estará a la venta a la vuelta del verano. Y por si te quedan dudas de por qué tiene un modo de conducción llamado infierno verde, disfruta de esos siete minutos que en nada tienen que envidiar al recorrido de la más retorcida montaña rusa.
