Una estudiante de EEUU devuelve una beca de 40.000 dólares: “No soy quien más la necesita”

Verda Tetteh aprovechó su discurso durante su graduación de secundaria, justo antes de dar el salto a la universidad, para poner a sus compañeros y a la comunidad educativa de su instituto, el Fitchburg de Massachussets, ante la evidencia de la desigualdad. “Si somos honestos con nosotros mismos, algunos nacimos con las probabilidades en contra”, dijo esta joven, cuya familia es originaria de Ghana y ha tenido que compatibilizar sus estudios con el trabajo en una tienda de alimentación.

La intervención de Tetteh, de 17 años, no quedó en palabras vacías. A la joven, que cursará sus estudios en Harvard, gracias a una beca estatal que le cubrirá la matricula, el alojamiento y todos los gastos en esta prestigiosa universidad, su instituto la había otorgado también un premio a la excelencia, dotado con 40.000 dólares, que cada año se concede a un y a una estudiante.

Verda había dudado inicialmente si presentarse a la convocatoria de ese premio, lo hizo finalmente animada por su orientador, que la instó a optar a él porque había trabajado mucho. La joven supo que había sido la beneficiaria del premio en el mismo acto de graduación, el 4 de junio. Pero, minutos después de recogerlo y visiblemente nerviosa, volvió a subir al escenario de forma improvisada para renunciar a este dinero.

“Estoy muy agradecida, pero sé que no soy quien más lo necesita”, comenzó. “Mi madre fue a un Community College y se cómo esto ayuda. Estaría muy agradecida si la dirección pudiera darle esta beca a alguien que vaya a un Community College”, pidió desde el atril, despertando el aplauso unánime de todos los asistentes, que se levantaron de sus sillas ante el gesto de la chica.

Los Community College son instituciones públicas que ofrecen una alternativa para los dos primeros años de carrera a aquellas personas que no puede acceder a una universidad. Precisamente, la madre de Verda, que trabaja con personas con discapacidad, se matriculó en un colegio comunitario cuando Verda tenía nueve años.

En el Instituto de Fitchburg, la mayoría de los estudiantes se consideran económicamente desfavorecidos y el 67% son muy vulnerables, según el departamento de estado de Educacón y el 40% de los alumnos va a una institución pública tras graduarse, según los datos que su director, Jeremy Roche, compartió con The New York Times. “Muchos de estos estudiantes son los primeros de su familia en graduarse” y “hay muchas familias que trabajan muy duro y no tienen muchos recursos”, indicó.

Por eso, en una entrevista concedida unos días después de la graduación Tetteh aseguró convencida que en cuanto renunció al premio supo que “era lo correcto”. Ya en su discurso inicial había enviado un mensaje de ánimo a todos los niños en situaciones vulnerables y, especialmente, a las población migrante. “A cada niño inmigrante, puedes hacerlo”, dijo la joven.