Hola,
No conocía vuestro blog, pero me ha llegado a través de una amiga, y realmente me ha parecido muy interesante y con unas entradas muy buenas. Me he decidido a escribiros a raíz de una publicidad con la que me encontré hace unos días en la empresa 100 Montaditos (Nota: La campaña es de esta primavera). Os copio a continuación mi opinión sobre el tema, (les he enviado una carta a atención al cliente a la que de momento no han dado respuesta). También tengo conocimiento de que a través de la Fundación Alpe Acondroplasia han tenido reunión con ellos hace un par de meses, pero la campaña sigue estando activa...
Muchas gracias y recibid un cordial saludo.
Para vender y llamar la atención sobre un producto o empresa, no vale todo. Y no vale utilizar una discapacidad, en este caso el enanismo para vender más bocadillos. Hay cosas que a estas alturas ya hemos superado y ni por asomo se nos ocurriría ver en un anuncio, ¿o acaso nos dejaría indiferentes una campaña utilizando a una persona con síndrome de Down o en silla de ruedas de manera irrisoria o degradante? ¿por que el enanismo sigue siendo objeto de risa, burla o chanza? NO, NO VALE TODO.
Si el empresario, directivo o responsable que ha permitido esta publicidad no ha visto que puede ser ofensiva...tiene un problema. No como empresario pensando en números y beneficios: tiene un problema como persona sin ver más allá de las personas y lo que somos cada uno.
El SER (enano), frente al TENER (enanismo, acondroplasia,..).
NO, NO VALE TODO.. Y estoy harta de ver anuncios simples y degradantes, no sólo en este caso: mujeres objeto, marketing emocional y sensiblero, publicidad que fomenta la obesidad infantil...
El creativo, publicista que la ideó, también tiene lo suyo...“querido” amigo publicista, tienes dos problemas (a simple vista...),
1. Un problema de ética y conciencia al no ver que esto puede ser ofensivo.
2. Un problema de creatividad si esto es lo que mejor has encontrado para hacer una campaña, que a cualquiera sin estar formados en marketing (una campaña de 2x1) se nos ocurrirían mil y una maneras de llamar la atención de una manera original, divertida y con resultados, sin recurrir a esto.
PUES NO....NO VALE TODO
***
Hola Teba,
Soy Raúl Gay, gracias por escribirnos. ¿Puedo preguntarte si tienes alguna discapacidad?
Acabo de ver la campaña y tengo que admitir que no entiendo el mensaje. ¿Qué pretenden decir? El creativo debería ver Mad Men :) Pero también tengo que decirte que no me resulta ofensivo ni creo que sea de mal gusto. En nuestro blog, quizá hayas visto que nos reímos de casi todo, empezando por nosotros mismos.
Pablo acaba de publicar un post sobre el humor y yo escribí éste sobre sus supuestos límites. Ya siento discrepar, pero creo que el enano puede hacer referencia al de Juego de Tronos. Un enano putero, inteligente y borrachín. ¿Ofende su personaje a los discapacitados? Yo diría que no...
Si quieres, escríbeme y me razonas por qué no te gusta la campaña... Podemos llegar a un punto de encuentro :)
Raúl
***
Hola Raúl,
Muchas gracias por responder, me gusta poder discutir sobre este tema y otros relativos a la discapacidad...que muchas veces no tengo claro porque en esto somos recién llegados.
No tengo discapacidad, soy mamá de un niño de dos años que tiene hipocondroplasia, (la alteración está en el mismo gen que la acondroplasia, pero su manifestación es más leve).
A nosotros como padres no nos gusta ir de “militantes” ni “padres corajes” con Tomás (que así se llama nuestro personajillo), y tampoco vamos buscando dónde tenemos que defenderlo... Pero en este caso só nos llamó la atención la publicidad...
Contando que tampoco entiendo mucho la publicidad, ...¿por qué se equipara siempre el enanismo con algo bufonesco, gracioso?
Y se te digo la verdad pues bueno...puedo pasar de estas cosas...y puedo entender que hasta nos podemos reír, y estar por encima de eso. Pero, me imagino otras situaciones: me imagino a Tomás con 14-15 años entrando a tomar algo en un establecimiento y ver este tipo de publicidad...si como padres lo hacemos bien, a él le dará igual y se reirá.... Pero ¿y si en la mesa de al lado hay unos garrulos que empiezan a reírse y burlarse de él?
¿Cuál es el límite entre una mirada, un cuchicheo, a pasar a “vamos a echarnos unas risas con el enano” o “el lanzamiento del enano”? ¿De verdad estamos preparados como sociedad para poder llamar a alguien “enano” sin que resulte ofensivo? ¿O utilizar este tipo de publicidad? Argumentado el humor y la risa ¿podemos hacer cualquier tipo de publicidad? ¿Por qué una empresa de publicidad no utiliza otras discapacidades como reclamo? El enanismo sí se sigue utilizando...
Nosotros, Tomás, personas como tú...podemos asumir este tipo de publicidad, comentarios y muchas otras cosas más, pero hay mucha gente que a eso no llega. ¿Qué mensaje llega de este tipo de publicidad al público en general?: “Mira el enano, qué gracioso”.
Tomás no es un enano, es un niño. Y, bueno, sí que es gracioso (je, mucho, es un tiparraco). Igual como madre la imaginación y el temor al futuro me hace ser más temerosa por Tomás que la realidad que se pueda encontrar, y seguramente él no tenga ningún problema y tenga la suficiente autoestima para pasar de ciertas cosas. Pero hasta que llegue a ser un adulto con su personalidad formada....¿cómo le afectarán esas cosas? ¿Que dirán sus compañeros cuando vean eso? ¿Cómo percibirá el este tipo de publicidad con 7 u 8 años?
Bueno, disculpa por la extensión , y el “rollo maternal” que te he soltado, Tomás no es un pobrecito, ni da pena (damos pena nosotros que no para de jugar y saltar y nos tiene machacados ), ni sentimos que tengamos que ir llevando ninguna bandera como padres para defenderlo. Pero en este caso sí nos llamó la atención la publicidad... y no nos gustó.
Gracias de nuevo por responderme, y por supuesto, seguiré vuestro blog.
***
Hola Teba,
Te entiendo perfectamente. Ser padres/madres de un retrón no es fácil. Es una putada, vamos. Mi madre todavía me dice que lo de llamarme retrón no le gusta nada :)
Me dices que lo de tu hijo es más leve que el enanismo normal. Bueno, un punto positivo, dentro de lo malo :) Mi socio en el blog es incapaz de beber agua en un vaso de plástico. Y ahí está, científico del CSIC y viajando por toda España para dar mítines con el partido Podemos. Me dan a elegir a mí estar como estoy o ser enano, y elijo lo segundo (total, ya mido 1.20 jeje)
El anuncio de los montaditos es malo. Así de sencillo. No tiene chispa, ni gracia ni se entiende. Una monologuista argentina dice que se puede hacer humor de todo... mientras tenga gracia.
Respecto a la adolescencia, me temo que tengo una mala noticia: siempre va a haber garrulos que se rían de tu hijo. Y de mí, y de una chica gorda, y de un negro, y de un señor con tupé. El problema lo tienen los garrulos, no el resto. Dices bien, la labor de los padres es que los hijos seamos inmunes a las burlas de los garrulos. O bien, que aprendamos de ellas. Cuanto más amueblada tenga la cabeza, mejor.
A mí me miran todos los días por la calle. Todos. (Ver este post) Me señalan, susurran... Los bebés que van llorando dejan de llorar a mi paso (te lo juro) y las señoras mayores dejan de marujear para observar cómo entro al bus. Es lo que hay, Nunca han visto a un tipo como yo. Si entrara ET en el tranvía, yo también levantaría la mirada. Es cuestión de pasar. No me voy a quedar en la casa por evitar ciertas miradas, ¿no? Lo mismo para Tomás. Mientras su cabeza funcione bien, el cuerpo es (relativamente) secundario.
Por eso la educación inclusiva es importante. Que en la clase haya blancos y negros, chicos y chicas, heteros y gays, bípedos y retrones... Que en el mundo hay de todo y cuanto antes lo sepamos mejor.
En cuanto al mensaje... ¿hay algo malo en ser gracioso? Que lo use como arma, igual que los guapos utilizan su belleza y los deportistas su agilidad.
Mis amigos ven cosas de retrones y me la mandan para el blog. Y si ven a alguien como yo, me lo cuentan, pero como si ves a alguien que lleva el mismo coche, con la misma matrícula salvo una letra.
Para mí, lo principal es la normalidad, en la medida de lo posible.
¿Será más complicada su vida? Puede... Pero ha nacido con internet, en un país de Europa medio civilizado, y en un momento en el que los retrones “salimos del armario”. Anda que no ha habido retrones en el pasado que han sufrido muchísimo...
Mi consejo (aunque no soy nadie para darlo): que toda la familia lo trate como si midiera 1.90 (sin ocultar su discapacidad o evitar el tema). Darle ayuda sólo cuando la pida (y la necesite, que los retrones podemos ser muy vagos y aprovecharnos), y no estar encima de él más de lo que estaríais con cualquier hijo. Ah, y si un día pregunta por la altura, explicarlo con calma, claridad, nada de falsas verdades ni mentiras piadosas, y le ponéis vídeos del enano de Juego de tronos, que vea que con esa altura se puede llegar muy lejos.
Ya perdonarás si soy demasiado “ligero” pero bastante os preocuparéis vosotros como para escribirte en tono grave :)
Cualquier cosa, aquí estoy.
Un abrazo,
***
Hola Raúl,
Muchas gracias por tu respuesta.
La verdad es que tanto su padre como yo pensamos así...Tomás es así y ya está, y tendrá que manejarse con lo que tiene. No nos gusta estar encima de él para ayudarle a subir a un sofá, o a la cama, o ver como sube o baja un bordillo (sus patucas son más cortas). Estamos al lado... pero “sin ser vistos”, que se las apañe primero y, si no, ya le ayudaremos. Su padre le dice: “Mira, coge carrerilla para subirte a la cama”, pero no le subimos ¡que puede hacerlo, jobar! A veces me siento un poco “el poli malo”, porque hago que sea él quién se quite los calcetines, la camiseta... (en eso las abuelas son otro tema... puff). Estas cosas igual le van a costar un poco, pero si se las hacemos nosotros le van a costar más. Se trata de que sea independiente y autónomo.
Mira en una cosa no estoy de acuerdo: la putada no es para los padres de un retrón, no, es para vosotros. Y putada es la palabra que siempre he empleado con la patología de Tomás, no es una pena, ni una desgracia. Es una putada, porque va a tener que esforzarse más y ser más fuerte en otras cosas. Es una putada, sí, porque Tomás es muy sociable, muy listo y muy guapo (je... ole, que soy muy madre) y podría estar perfecto, pero no. Y ya está, a trabajar con lo que hay.
También es cierto que Tomás ha tenido mucha suerte hasta el momento, no ha tenido ninguna complicación con su patología, está sanote, sanote.
A mí lo que sí me ha costado ha sido el tema “burocrático”: tener que pelear una cita con un médico, luchar el certificado de discapacidad (que aún no tiene), conseguir que los médicos se pongan al día de la patología, o que el mismo hospital lleve a los cuatro niños que tienen enanismo en la ciudad (y digo cuatro porque actualmente somos cuatro y aún no hemos conseguido que les lleve el mismo hospital).
Las miradas, las preguntas...a mí no me importan. Bueno, el enanismo de Tomás no es aún muy evidente (tiene dos años), o yo por lo menos no me percato hasta que veo otros niños y digo “¡joer, qué grandes son! ¡que brazos y piernas más largos! (la acondroplaisia e hipoacondroplasia, no es que sean de talla baja solamente, es más importante la desproporción, tienen los brazos y las piernas muy cortitos). Y si nos miran en algún sitio, digo ”Claro... con lo simpático que es“ Y si alguien me pregunta o insinúa, pues tampoco tengo problema en explicar lo que pasa.
Tomás tiene además la suerte de ser muy sociable, pero mucho, y esto lo aprovechamos para que sea una de sus capacidades, y si alguien mira nos acercamos y saludamos, que vean lo que es, lo rico que es y que ya está. Es así, y cada uno somos como somos.
Supongo que aún nos queda mucho por delante. El año que viene empezará el cole, (al público de cabeza que irá), que para él sea una educación inclusiva sí, pero que también vea que al igual que él es de una manera hay gente que es de otra...
Poco a poco, paso a paso. Bueno te dejo, que me enrollo y no hay nada como darle cancha a una madre para hablar de su hijo.
Muchas gracias de nuevo por tus palabras y seguiremos en contacto.
Un abrazo.