Los aceituneros españoles tienen tres meses para demostrar a Estados Unidos que no son “subsidiados”

Acceso principal a la fábrica de Agro Sevilla en La Roda de Andalucía (Sevilla), líder mundial del sector.

Fermín Cabanillas

La aceituna española se vende en Estados Unidos por debajo de su precio, y está “subsidiada” por el Gobierno español. Son algunas de las consideraciones que se recogen en el informe final de la Comisión de Comercio Internacional de EEUU (USITC) a la hora de refrendar los aranceles a este producto, que suman el 34,74 %, y que abren ahora tres meses de gestiones para que las empresas afectadas puedan presentar recurso ante los tribunales de justicia.

Curiosamente, aunque las principales quejas de los empresarios californianos que presentaron la denuncia inicial iban dirigidas a la protección por encima de lo normal de la Unión Europea a los aceituneros españoles, la decisión final sólo cita al Gobierno español como presunto “protector”. Semántica aparte, esta semana se publicará oficialmente la decisión en el en el Boletín Oficial de EEUU (Federal Register), y a partir de ahí se abre el proceso para presentar alegaciones, que serán canalizadas a través de los abogados contratados en Estados Unidos por la patronal del sector.

Por tramos, los aceituneros tendrán un mes para confirmar que quieren recurrir, un segundo mes de espera de respuesta, y un tercero para presentar el recurso. Salvo cambios, será antes de finales de año cuando se presente oficialmente, con la premisa de que el recurso deberá ser presentado ante el Tribunal de Comercio Internacional del Sistema judicial de Estados Unidos, un órgano especializado que se ocupa de asuntos derivados de las leyes arancelarias y la imposición de derechos e impuestos, pero que tiene una media de respuesta de 18 meses a los conflictos que estudia.

Además, su fallo es recurrible, con lo que la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceitunas de Mesa (Asemesa), se ha marcado ya un plazo mental de 4-5 años para que haya una resolución final, el mismo tiempo que estará vigente la sanción en forma de aranceles (cinco años más cinco prorrogables“.

Una ley de 1930

El documento final hecho publicó afirma que la imposición de los aranceles se basa en la Ley Arancelaria de 1930, y establece que “una industria en los Estados Unidos es materialmente perjudicada por motivo de las importaciones de aceitunas maduras procedentes de España”, especificando que no se ha estudiado toda la producción de las empresas, sino que se analizaron sólo seis partidas de este producto exportadas a Estados Unidos, y tiene como conclusión que “se han encontrado por el Departamento de Comercio (…) que se venden en los Estados Unidos a un valor inferior al valor razonable”, y es un producto “subsidiado por el gobierno de España”.

La investigación el 22 de junio de 2017, tras recibir una petición por parte de la “Coalición de Comercio Justo en Aceitunas Maduras”, formada por las empresas californianas Bell-Carter Foods, Walnut Creek, CA, y Musco Family Olive Company, Tracy, CA. De estas tres empresas, sólo dos -se retiró Walnut Creek- mantuvieron la denuncia hasta el final.

El anuncio de la vista pública se comunicó a las partes interesadas el 22 de febrero de 2018, y la audiencia se celebró en Washington, DC, el 24 de mayo de este mismo año, precisando el documento que “todas las personas que solicitaron la oportunidad se les permitió comparecer en persona o por un abogado”. 

La cuestión principal es que España parece que no tiene la suficiente fuerza por sí sola para hacer frente a este asunto, por lo que el secretario general de la patronal del sector, Antonio de Mora, apela a la Comisión Europea para que lleve el caso a la Organización Mundial del Comercio, ya que “si no lo hace, la Comisión estará aceptando las conclusiones del Departamento de Comercio de los EEUU y permitiendo que se cree un peligrosísimo precedente”.

De Mora recuerda que la UE “ha sostenido todo este tiempo que no actuaría hasta que fuese definitiva, pero ya lo es, y ahora lo que corresponde es que presente inmediatamente a la OMC el recurso”. Desde Bruselas, por el momento, no hay explicación oficial ni indicios de que vaya a encabezar una batalla judicial contra Estados Unidos, más aún después de que esta semana haya habido un acuerdo para eliminar aranceles para otros productos.

Por ahora, la aceituna se ha quedado quedado fuera de la negociación en el acuerdo entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, para rebajar la guerra comercial y suprimir los aranceles. Para el alcalde de La Roda de Andalucía, Fidel Romero, localidad donde 350 personas de sus 4.000 habitantes dependen de la fábrica Agro Sevilla, líder mundial en exportación de aceituna negra, la doble postura de la UE “demuestra que tenemos una Europa de dos velocidades”.

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