Antonio Muñoz peleará por “reconquistar Sevilla” para el PSOE y descarta su adiós

Antonio Muñoz hace balance de los cien días de gobierno del PP.

Antonio Morente

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Ya lo dijo el secretario general de los socialistas sevillanos, Javier Fernández, el martes al asegurar que “Antonio Muñoz es un activo electoral no amortizado, tenemos plena confianza en su trabajo y va a reilusionar”. De hecho, no pudo ser más directo: “Muñoz, vas a hacer alcalde de Sevilla nuevamente”, y parece que el aludido está dispuesto a recoger el guante, porque este miércoles ha dicho que sí, que se mantiene en el barco del grupo municipal socialista con “el objetivo político claro, nítido y rotundo de recuperar el gobierno de la ciudad”.

El exregidor hispalense considera que tiene el “respaldo” de su partido y el cariño de los barrios que visita, así que ve la tarea “perfectamente compatible” con sus funciones como senador. Y aunque paradójicamente Fernández aseguraba que “no digo que el rey Muñoz tenga que reconquistar Sevilla”, esa ha sido precisamente la expresión que ha utilizado el hoy líder de la oposición, que se impone como tarea “reconquistar la ciudad de Sevilla”.

Es verdad que en política los casi cuatro años que faltan para las próximas elecciones municipales son una distancia sideral en la que puede pasar de todo, pero a día de hoy Muñoz parece por la labor una vez superado el luto tras la pérdida del bastón de mando. De hecho, el de este miércoles ha sido su primer encuentro formal con los medios de comunicación tras los comicios, con el objetivo de hacer balance de los primeros cien días de José Luis Sanz (PP) como alcalde, un acto con el que ha querido despejar dudas y enterrar cualquier rumor sobre su posible adiós al Consistorio hispalense.

“Desolador y decepcionante”

¿Y cuál es el resumen que hacen los socialistas de los primeros tres meses de Sanz? “Un panorama desolador y decepcionante”, es la conclusión de Muñoz, para quien Sevilla ha pasado de “un color espacial a un gris sin brillo”, con guiño incluido de esta manera a su nombramiento como sede de una Agencia Espacial Española que, a su juicio, no le entusiasma sobremanera a su sucesor. “La ciudad que ha heredado no le gusta”, y eso se traduce en su “obsesión por deshacer y desmontar” hasta cuestiones positivas, dando marcha atrás a proyectos e iniciativas ya en funcionamiento aunque eso conlleve un gasto asociado. “Los caprichos del señor Sanz le cuestan a las arcas municipales 70.000 euros al día”, lo que supondría que la factura se eleva en este arranque de mandato a siete millones de euros.

El gobierno local del PP, según los socialistas, está “sin brújula” y funcionando a base de “improvisaciones”, fruto de que “no tiene un modelo para gobernar Sevilla”. Bueno, como tenerlo sí lo tiene, pero es “un modelo de cambiar bombillas y picaportes, de dar manitas de pintura”, pero nada de afrontar proyectos “con ambición”. “Les hemos dejado el frigorífico lleno”, ha apostillado, pero Sanz se ha dedicado a provocar “un desaguisado en cultura”, a abortar antes de aplicarlo el Plan Respira que impedía el acceso de coches al centro, a dar más licencias de pisos turísticos, a “desmantelar” la memoria histórica o a prometer una bajada de impuestos pero ahora anunciar una subida “desmesurada” del 30% en el precio del agua.

Más allá del simbolismo de los primeros cien días del nuevo alcalde, ahora llega su verdadero Rubicón con la elaboración de las ordenanzas fiscales para 2024 y, sobre todo, las cuentas municipales, un presupuesto que “o lo sacan con Vox, lo que supondrá retrocesos, o con el PSOE”. Los socialistas aseguran que tienen “la mano tendida”, pero con la base de que se mantengan las políticas de igualdad, cultura, memoria histórica o lucha contra el cambio climático, cuestiones sobre las que no son especialmente optimistas a no ser que “se produzca un giro copernicano”. Sobre todo cuando el PP “no ha necesitado a Vox en el gobierno” para acometer políticas que consideran muy de derechas, un panorama que a su juicio puede ir a peor porque la formación de ultraderecha está ahora apretando las clavijas para tener mando en plaza a sabiendas de que sus tres concejales son cruciales para sacar adelante el presupuesto.

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