Enfermeras de Sevilla: quince días de vacaciones de verano y por sorteo

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Néstor Cenizo

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Un año más, el plan de vacaciones de verano amenaza con convertirse en un problema para el Servicio Andaluz de Salud. Algunos centros de salud del Distrito Sevilla no cubren con nuevas contrataciones las vacaciones de su personal de enfermería, las bajas o las peticiones de conciliación. Para cuadrar los horarios, reducen las vacaciones que sus enfermeras pueden coger en verano o deniegan las peticiones de reducción de jornada. Así lo han manifestado profesionales de estos centros y el sindicato SATSE a eldiario.es/Andalucía.

Desde que hace aproximadamente tres meses se disparase la demanda asistencial, los profesionales sanitarios no han podido solicitar vacaciones o pedir días libres. Con la pandemia en aparente recesión, pero con la amenaza latente de un rebrote en otoño, muchos de estos profesionales aspiran a coger vacaciones en el periodo estival. “Durante la pandemia no nos han dejado cogernos días, como es lógico. Ahora solicitamos las vacaciones de verano, y la sorpresa es que no solamente no nos cubren con un sustituto, sino tampoco sustituyen a las personas que están de baja”, explica una enfermera, D.A., con más de cuarenta años trabajados en un centro de salud del Distrito Sevilla.

El distrito remitió a los centros un documento con las instrucciones para las vacaciones de verano, que este medio ha podido consultar. Allí se establece que no puede haber más de un tercio de ausencias entre el personal de la misma categoría y se advierte que todo está supeditado a la evolución de la pandemia.

Con estas instrucciones, las profesionales prepararon sus turnos de vacaciones, pero en este centro de salud la propuesta no fue aceptada. “La han rechazado porque no podemos irnos en ese periodo. No cubren a nadie, y algunas están de baja. Así que no podemos cogernos ni ese tercio”, señala la enfermera.

Entre 15 y 20 días en verano

El resultado es que estas profesionales, la mayoría de las cuales acumulan muchos años de trabajo (por tanto, más días de vacaciones), podrán disfrutar de un máximo de entre 15 y 20 días de vacaciones en verano, con la incertidumbre de que recuperarlas hasta diciembre puede ser imposible si hay un rebrote de la enfermedad: “Cuando pase el verano y me quede mes y pico, ya me dirás quién se lo coge en otoño, cuando venga la campaña de la gripe y tengamos que estar preparados para un rebrote de la COVID”.

Una fuente oficial de la Consejería de Salud señala que “no hay ninguna directriz que impida que un profesional pueda cogerse cuatro semanas de vacaciones”. La enfermera replica que aunque no haya instrucción, con las exigencias del SAS “no salen las cuentas: si no nos cubren no nos podemos ir más de dos semanas”.

La administración defiende que las contrataciones se proyectan en función de las necesidades, “teniendo en cuenta la planificación que se realiza en cada centro sanitario de las vacaciones de la plantilla habitual, compatibilizando este derecho con las necesidades asistenciales del distrito”. El distrito sanitario aún está ultimando la planificación del verano.

Sin reducción de jornada para conciliación: “Lo que quiero es tener vida”

Cristina Sastre es enfermera en otro de esos centros. Tiene dos hijos de seis y ocho años y un marido que trabaja en turno de noche. Ha pedido una reducción de jornada acumulada (sumando las horas para librar algunos días) a partir de septiembre y se la han denegado verbalmente. “Me han dicho que la reducción de jornada acumulada es impensable”. Asegura que recurrirá la decisión cuando se la den por escrito.

“Llevo tres meses sin ver a mi marido”, lamenta. Cuando uno llega, el otro se acuesta. Y mientras, cuidan de los niños. “En los meses pasados no he pedido nada porque nos dijeron que estábamos a expensas del Gobierno: ni vacaciones, ni permiso… Y ahora que la cosa está tranquila y se está levantando el pie, lo que quiero es tener vida”. Su temor es que esta situación se perpetúe si en otoño vuelven las cancelaciones escolares: “Que me den tres horas al día no me arregla nada. Si no van al colegio, ¿qué hago?”.

Reyes Zabala, secretaria provincial de SATSE, denuncia que el distrito, que acumula quejas por su gestión de los recursos humanos, no realice la cobertura de bajas, vacaciones o situaciones protegidas como la conciliación, a pesar de que no supone coste porque hay renuncia de sueldo. “Se traslada el mensaje de que se apuesta por la atención primaria y la vigilancia epidemiológica, pero la realidad es que al profesional no se le cuida, no se le cubre y no se le dan las vacaciones cuando la piden”.

Distrito Sevilla: 22 bajas sin cubrir, según SATSE

La presión asistencial generada por la pandemia y el papel esencial de los centros de atención primaria para la detección rápida de los casos sospechosos de coronavirus no han servido para solventar el problema de la escasa o nula cobertura de las bajas, que se arrastra desde hace años en algunos distritos. “Ocurre casi todos los veranos: se hace un plan de vacaciones y los directivos nos dejan al mínimo. No cubren a nadie, no ponen ni una sustitución”, señala la D.A., que asegura que en su centro de salud hay una baja sin cubrir desde febrero.

A mediados de mayo, el SAS anunció un plan de refuerzo que contempla la contratación de unos 20.000 profesionales sanitarios, de los cuales 6.800 serían profesionales de enfermería, con contratos con una duración media de dos meses. En el Distrito Sevilla, que agrupa a 36 centros de salud de la capital, sólo nueve permanecerán abiertos por la tarde del 6 de julio al 11 de septiembre, con dos médicos y dos enfermeras en ese horario en la mayoría de ellos. El SAS argumenta que la presión asistencial en estos centros se reduce notablemente en verano. Sin embargo, esto no ha servido para que sus enfermeras disfruten de unas vacaciones normales.

Fuentes sindicales indican que, de momento, no tienen constancia de situaciones similares en otras provincias o distritos sanitarios. “Empezaron a llegarnos quejas del Distrito Sevilla, porque pedían el mes por situación familiar y les decían que no les podían dar todo el mes. Tenían que dejar una semana porque no iba a haber sustitución”, explica Reyes Zabala, secretaria provincial de SATSE, que asegura que hay 22 bajas de enfermeras y fisioterapeutas sin cubrir en todo el distrito, el 5% de la plantilla: “Hay una compañera que está cubriendo dos o tres sustituciones de reducción de jornada. Es lamentable”. En su opinión, en la gestión del personal prima el criterio del ahorro sobre las necesidades asistenciales.

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