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Riadas de movilizaciones feministas recorren las calles del centro de las ciudades

Protesta de estudiantes en el centro de Madrid.

Andrés Gil

“Son las seis de la mañana, es 8 de marzo y les saludo yo porque Pepa [Bueno] está de huelga”. Así ha arrancado Aimar Bretos el programa Hoy por Hoy de la Cadena SER, sin la voz más representativa de la radio española, sin la voz con la que se despiertan tres millones de españoles cada día. Sin la voz de Pepa Bueno, pero también sin la voz de ninguna de las periodistas de la radio.

Pero el silencio de las mujeres resulta estruendoso, como estruendosa es la ausencia de Ana Rosa Quintana y Susanna Griso en Telecino y Antena 3, igual de estruendosas que las caceroladas que anunciaban la huelga en la medianoche y también que las voces que inundan desde el mediodía las principales calles de las ciudades en la primera huelga feminista de la historia –si bien el 8M de 2017 se convocaron paros parciales–.

A las 12.00 del mediodía estaban convocadas las concentraciones en las plazas, y también comenzaban los paros de dos horas convocados por CC OO y UGT. Estudiantes, periodistas, sanitarios, funcionarios, cada uno llenaba su plaza, leía un comunicado, coreaba consignas, y gritaba vivas por la huelga feminista.

Banderas, pancartas y cánticos se oyen doblando una esquina, calles principales ya están cortadas por agentes de la policía municipal. Familias, compañeros, van de una concentración a otra, mientras se cruzan con pequeños cortejos y pasacalles de mujeres jóvenes micrófono en mano, llamando a las mujeres, a una huelga laboral, de cuidados, consumo y educativa.

En la puerta del Sol, la concentración ha estado protagonizada por mujeres convocadas por el Sindicato de Estudiantes y la CGT, donde se han leído manifiestos y se han pronunciado discursos de mujeres de diferentes sectores, incluidas activistas de la PAH.

Vídeo de Alejandro Navarro y David Conde.

Paralelamente, a un millar de metros, en Cibeles, los sindicatos CCOO y UGT, convocaban a sus simpatizantes a una concentración que ha llenado la plaza y ha llevado a cortar parte de la calle de Alcalá, por donde subían y bajaban grupos de manifestantes.

El triángulo del centro de Madrid feminista lo cerraba la plaza de Callao, donde las periodistas han leído su manifiesto y han abarrotado el espacio.

Vídeo de Juan Luis Sánchez.

El violeta ha ocupado el centro de Madrid, horas antes de una manifestación que promete desbordar la ciudad. 

Esta huelga no tiene precedentes. Por eso no habrá imágenes de piquetes en las fábricas, ni se anularán sectores productivos, ni se podrán medir los consumos energéticos como en las grandes huelgas generales, porque los hombres seguirán trabajando y porque no todas pueden hacer huelga.

La ministra de Sanidad, Servicios Sociales y Igualdad, Dolors Montserrat, sin embargo, ve el 8M como “una guerra de sexos”. En una entrevista concedida a Espejo Público (Antena 3), se ha definido, después de rechazar la “etiqueta” de feminista, “como una mujer valiente y firme, perseverante en la lucha con la igualdad las 24 horas del día más allá de etiquetas”. Un manesaje que ha reforzado Mariano Rajoy en Twitter:

En la plaza de Lavapiés (Madrid), hay un Carrefour que abre 24 horas. A las 7.30, varias trabajadoras se ponían pulseras violetas las unas a las otras. ¿Vais a hacer huelga? “¿En el Carrefour? jajajaj”, responde entre risas. “No podemos, pero la apoyamos”, tercia otra.

Como ellas hay muchas. ¿Cuántas? Imposible saber.  Ya sea por la precariedad, por las amenazas del patrón, por el dinero que se pierde, ya sea por el motivo que sea que les impide secundar la huelga, han hablado de los motivos con sus amigas y amigos, con sus familiares, han introducido en las conversaciones y en los debates asuntos de los que antes no se hablaban, han evidenciado que sin ellas el mundo se para y que la desigualdad atraviesa todos los aspectos de la vida. Y, eso sí, a las 19.00 estarán en la manifestación.

La huelga es laboral, pero también de cuidados. En la Ingobernable, el centro social de la calle Gobernador (Madrid), los hombres se han organizado para cuidar a los niños y las niñas para facilitar que las mujeres secunden la huelga. A las 8.30 de la mañana ya estaban listos “Aún no ha llegado ninguna huelguista, pero ya estamos preparados para recibirlas”, explicaban en la puerta. Como la Ingobernable, se han desplegado decenas de centros comunitarios de cuidados por todas las ciudades.

En la estación de Atocha, los carteles anunciaban retrasos por la huelga, igual que en las estaciones de Metro. Unai Sordo, secretario general de CCOO, defendía en la cadena SER su decisión de convocar paros de dos dos horas junto con UGT, en contra del paro de 24 horas convocado por el movimiento feminista y respaldado por la CNT y la CGT. “Creemos que la desigualdad no es sólo laboral, es más amplia”, afirmaba Sordo, “por eso no hemos querido centrar el foco en un paro laboral de 24 horas”. 

De dos horas o de 24; de cuidados, laboral, educativa o de consumo. Este 8 de marzo se vive la primera huelga feminista de la historia. Y en la radio callan las mujeres; en la tele no salen las estrellas de la mañana; y la movilización por la igualdad que desborda las calles es la foto fija del día.

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