Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La izquierda presiona para que Pedro Sánchez no dimita
Illa ganaría con holgura y el independentismo perdería la mayoría absoluta
Opinión - Sánchez no puede más, nosotros tampoco. Por Pedro Almodóvar

El pico máximo de cirrosis y cáncer por hepatitis C pondrá a prueba el plan del Gobierno

Afectados por la hepatitis C frente al Ministerio de Sanidad / eldiario.es

Raúl Rejón

España está en el camino hacia el pico de casos de cirrosis y cáncer de hígado derivados de las infecciones de hepatitis C. La estrategia del Gobierno contra esta patología –aún en borrador– va a afrontar la llegada del mayor número de estas consecuencias de la evolución del virus en los organismos de los enfermos.

Según el Libro Blanco de la Hepatología, publicado este año, el máximo está previsto para el final de esta década. “El 60%-70% de los carcinomas hepatocelulares tienen como factor de riesgo dominante la hepatitis viral C”, dice el texto.

Esta cirrosis y cáncer hepático llegan por la destrucción que el virus hace del hígado durante años. Es decir, el pico que se aproxima es consecuencia de la evolución de la enfermedad en miles de pacientes que han ido pasando por los diferentes estados de fibrosis (cicatrización) producto de la lucha contra el patógeno: F0, 1, 2, 3 y 4. “A partir de la F2, recibir o no tratamiento tiene incidencia en la supervivencia en cinco años”, reseñaba hace algo más de 15 días el infectólogo Juan Berenguer en la presentación de uno de los nuevos fármacos contra esta enfermedad.

Este viernes, la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C (PLAFHC) ha asegurado que el comité de expertos convocado por el Ministerio de Sanidad pide que los antivirales de última generación se suministren a los pacientes desde ese grado F2 –moderado–. Eso abarcaría casi la mitad de enfermos que conocen su condición: alrededor de 80.000 personas. Están en la base de la pirámide y son los que, en muchos casos, están predestinados a desarrollar las degeneraciones más letales: cirrosis y tumor maligno. El libro recoge que “el 16% de ellos va a desarrollar cirrosis a los 20 años del inicio de la enfermedad”.

Pero ese es sólo el volumen de infectados conocidos. “Actualmente, se estima que existen alrededor de 9.800 pacientes con el virus en tratamiento en España”, aparece en el Libro de la Hepatología 2015. De todos los infectados, los expertos han asegurado que “sólo entre un 5 y un 10% reciben tratamiento antiviral” por darse un infradiagnóstico de la enfermedad, lo que hará que “siga incrementándose en los próximos años”.

A pesar de que el Ministro de Sanidad no ha dado cuenta de las recomendaciones de los expertos, “no es momento de cifras”, ha dicho el ministro de Sanidad Alfonso Alonso tras el Consejo de Ministros, los enfermos que están en las fases F2, F3, F4 de la hepatitis C son casi la mitad de los infectados. ¿De cuántos? Pues todavía no se ha cerrado el famoso listado de pacientes tratados en el sistema sanitario que debía estar en la base de la estrategia nacional.

Las cifras siguen siendo las mismas que se han barajado desde que los nuevos y revolucionarios tratamientos saltaron a la fama: la Asociación Española de Estudios del Hígado calcula que hay “700.00 personas con el virus de las que 500.000 desconocen que lo padecen”. De los 200.000 que sí tienen diagnóstico, el borrador de plan abarca a esos 80.000. Ahora está pendiente un Consejo Interterritorial de Salud para que las comunidades autónomas se adhieran a la estrategia ya que son ellas las que deben financiar la compra de medicamentos.

Consecuencias letales

El cáncer de hígado degenerado de la hepatitis es uno de los más mortales. En el mundo, sólo hay ocho enfermedades que hayan provocado más de 100.000 muertes entre 1990 y 2013. Una de ellas es este tumor cuya mortalidad sólo es superada por el de pulmón. En España, cada año mueren entre 7.000 y 10.000 personas a causa de esta evolución de la hepatitis C. El Libro Blanco –presentado el 12 de febrero– dice que se hace “cada vez más necesario potenciar el acceso a los nuevos medicamentos que evitan la evolución de los pacientes a estadíos avanzados de enfermedad hepática o el carcinoma hepatocelular”.

Estos nuevos medicamentos son los costosísimos antivirales como el Sovaldi (del laboratorio Gilead), el Olysio (de Janssen), o el Daklatasvir recientemente introducido por Bristol. Sin tener datos oficiales por parte de Sanidad o las farmacéuticas, cada uno ronda los más de 20.000 euros por tratamiento. Y ninguno puede administrarse en solitario sino que se combinan entre ellos. En Europa están a punto de introducirse los combos que preparan estas corporaciones para no depender de la combinación con antivirales de la competencia (el Harvoni de Gilead o el Viekrax de Abbvie).

Además, la fase terminal de la enfermedad hepática sólo tiene una salida, según los especialistas: el trasplante de hígado. La mitad de los órganos utilizados para injertos se adjudican a pacientes con hepatitis C. Son unos 500 de los 1.000 de promedio anuales que se trasplantan en España. Y, hasta ahora, la reaparición del virus era “universal”, en casi todos los casos había reinfección. El “tratamiento precoz” es fundamental para evitar llegar “hasta la indicación de trasplante”, concluye el texto de los médicos.

Etiquetas
stats