Acusados cuestionan las pruebas en reanudación de la megacausa por delitos de la ESMA

La Justicia argentina retomó hoy el juicio por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar, que incluye a responsables de los llamados “vuelos de la muerte”, con una vista en la que varios acusados se negaron a declarar argumentando que las pruebas del proceso son “dudosas”.

Tanto el último jefe naval de la dictadura militar (1976-1983), Rubén Franco, como el médico Jorge Magnacco, se negaron a declarar ante el tribunal oral número 5 de Buenos Aires que retomó hoy el proceso por delitos de lesa humanidad cometidos en la exEscuela de Mecánica de la Armada (ESMA), la mayor cárcel clandestina del régimen de facto.

Franco rechazó declarar por considerar que las acusaciones en su contra se basan en “pruebas testimoniales pobres y dudosas”.

Durante la vista, se leyó una declaración prestada por Franco ante el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas en 1986, en la que aseguraba que “no hubo violaciones a las normas establecidas” por la Jefatura de la Armada y atribuía los rumores sobre “excesos” a “publicaciones de la prensa internacional” basadas en “fuentes de dudoso origen y dudosa credibilidad”, según la agencia oficial Télam.

Ante el tribunal también se negó hoy a declarar el obstetra del Hospital Naval Jorge Magnacco, ya condenado por asistir los partos de mujeres secuestradas en la ESMA durante la dictadura.

Magnacco fue indagado por la sustracción de la hoy diputada Victoria Donda, nacida mientras su madre estaba secuestrada en el centro de detención clandestino de la ESMA.

El médico afirmó que nunca estuvo destinado en la Escuela de Mecánica de la Armada aunque admitió que conoció sus instalaciones porque asistió a dos partos en el recinto.

La ronda de sesiones indagatorias se prolongará, al menos, hasta final de mes.

Esta fase de la megacausa ha sentado en el banquillo a 68 imputados y abarca los casos de 789 víctimas de violaciones de los derechos humanos en la ESMA, entre ellas la joven sueca Dagmar Hagelin y la dirigente de la guerrilla Montoneros Norma Arrostito.

Entre los acusados figuran Jorge Eduardo Acosta, excapitán de fragata y exjefe de Inteligencia y del Grupo de Tareas de la ESMA; el excapitán de corbeta Ricardo Miguel Cavallo, extraditado desde España en 2008, y el excapitán de la Armada y agente de inteligencia Alfredo Astiz, conocido como el “Ángel Rubio” o el “Ángel de la muerte”.

Además, se procesará a los civiles Gonzalo Torres de Tolosa, alias “Teniente Vaca”, abogado integrante del grupo de Tareas de la ESMA, y al economista Juan Ernesto Alemann, exsecretario de Hacienda de la dictadura, acusado de presenciar un interrogatorio bajo torturas.

El proceso juzgará también los llamados “vuelos de la muerte”, en los que se arrojaba al río de la Plata o al océano Atlántico a personas secuestradas por la dictadura, y de los que están acusados los pilotos de Aerolíneas Argentinas y prefectos retirados Enrique José De Saint y Georges Mario Daniel Arru, y Alejandro Domingo D'Agostino, jefe de la División de Veteranos de Guerra de la Prefectura.

También deberán declarar ante los jueces Leopoldo Bruglia, Daniel Obligado y Adriana Paliotti, y el expiloto de la línea aérea holandesa Transavia Julio César Poch, extraditado desde España.

La anterior fase de la “megacausa” de la ESMA, el mayor juicio abierto en Argentina por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, concluyó en octubre de 2012 con 16 condenados.

La “megacausa” se compone de nueve procesos judiciales por crímenes cometidos en la cárcel clandestina, por donde pasaron unas 5.000 víctimas de la represión militar, según organizaciones de derechos humanos.