El Arzobispado de Madrid se desmarca del recurso de los benedictinos contra la exhumación de Franco
El cardenal de Madrid, Carlos Osoro, no tenía ni idea de que los benedictinos del Valle de los Caídos habían presentado un recurso de reposición contra el decreto-ley de exhumación de los restos de Franco de Cuelgamuros, que hoy vetará el Consejo de Ministras, como adelantó eldiario.es.
Desde la diócesis, la primera reacción fue de perplejidad, sorpresa, enfado y decepción. Y es que el prior, Santiago Cantera, lejos de obedecer el mandato de no hacer nada que le llegó desde la diócesis, y desde el propio Vaticano, ha ido más allá de sus atribuciones y ha liderado un recurso para deslegitimar el comienzo del procedimiento de exhumación del dictador, aprobado por el Gobierno el pasado 31 de agosto.
Los únicos gestores de la basílica
Los benedictinos entienden que, como gestores de la basílica, son los únicos indicados para dar o no permiso al traslado de los restos de Franco, y que esto no cuenta con el plácet de la familia. Sin embargo, el 24 de agosto, cuando se produjo el anuncio, el Arzobispado de Madrid emitió un comunicado en el que se señalaba que “como Iglesia no nos compete valorar la conveniencia ni la urgencia de la modificación legal; sí mostrar nuestra efectiva disposición para acoger en terreno sagrado los restos mortales de un bautizado”.
En su nota, la diócesis invitaba a “la oportunidad de un acuerdo” entre el Gobierno, el resto de partidos y la familia del dictador. Eso sí: “sin perjuicio de lo anterior, la Iglesia acatará el mandato legal una vez sea firme y ejecutivo”.
Pero, además, el recurso de los monjes se conoce pocos días después de la famosa reunión entre la vicepresidenta Carmen Calvo y el secretario de Estado, Pietro Parolin, y de la nota del Vaticano en la que se decía, textualmente, que “el cardenal Pietro Parolin no se opone a la exhumación de Francisco Franco, si así lo han decidido las autoridades competentes”.
Y después de que el propio Osoro dijera, por activa y por pasiva, que el futuro de los restos del dictador “es una cuestión que es de la familia y del Gobierno, o del Gobierno y de la familia, y se tienen que entender ellos. No es una cuestión que afecte directamente a la Iglesia para nada”.
Un prior atrincherado
El prior del Valle de los Caídos se atrincheró en contra de la exhumación durante este verano en contra de la opinión de la Iglesia, que manifestó que no se opondría a la decisión del Gobierno, y de la propia comunidad, que está totalmente dividida. Sin embargo, a primeros de agosto, Cantera se autoimpuso silencio para no entorpecer la labor que Osoro y Blázquez estaban llevando a cabo.
A pesar de la orden procedente del estamento más elevado de la jerarquía eclesiástica –el Vaticano trasladó a la vicepresidenta que no se opondría a la exhumación–, los benedictinos presentaron un recurso de reposición contra la incoación del expediente con el que comenzó el trámite administrativo para sacar los restos del Valle de los Caídos, que pertenece a Patrimonio del Estado.
El recurso no preocupa al Gobierno pero sí, y mucho, a la diócesis de Madrid, que entiende que la decisión de recurrir es una forma de deslegitimar la postura de Osoro, que no fue informado de la interposición de alegaciones, y que no está de acuerdo en esta nueva vuelta de tuerca de Santiago Cantera.
Desde Roma, no descartan tomar medidas contra el prior, y así lo harán llegar al abad de Solesmes, la autoridad directa del prior, para que retire el recurso o, cuando menos, no vuelva a entorpecer un proceso que ya de por sí se presenta complicado, y que afecta a la credibilidad de la Iglesia.
Respuesta de la Abadía
Tras la polémica, la Abadía de Cuelgamuros emitió un comunicado en el ahora asegura que recurren el decreto-ley para evitar “la exhumación inmediata de 19 monjes benedictinos” enterrados en el Valle.
Los monjes, que se autodenominan “custodios” de estos restos, así como de “172 fallecidos después de la finalización de la Guerra Civil”, y apuntan que este hecho “es para esta Abadía motivo fundamental de preocupación”, por lo que “se ha visto obligada a recurrir las actuaciones emprendidas en defensa de la Comunidad benedictina, de aquellos que en vida pertenecieron a ella y aquellos otros fallecidos después de la Guerra Civil cuyos restos mortales nos fueron entregados”.
El de hoy es el primer comunicado de la Abadía desde que el 8 de agosto pasado se autoimpusiera silencio. Únicamente, en septiembre, presentó una queja tras conocer la visita de miembros de Patrimonio y Presidencia a Cuelgamuros, sin solicitar el preceptivo permiso.