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La educación pública en Extremadura paga un programa para promocionar la caza entre escolares de 10 a 12 años

Raúl Rejón

Fondos públicos de educación para promocionar la caza entre alumnos de 10 a 12 años. El Gobierno de Extremadura paga un programa desarrollado por la Federación Extremeña de Caza diseñado para “acercar a los escolares a la realidad de la caza y sus valores”.

La federación extremeña (Fedexcaza) ha conseguido participar por primera vez en el proyecto de Promoción y Ayuda al Deporte Escolar (Proades), financiado por la Junta y que parte del Consejo Superior de Deportes (CSD). El plan está dirigido a los estudiantes de 5º y 6º de Educación Primaria, según la federación, y pretende alcanzar a unos 700 menores. Aporta “normalidad y cercanía a una actividad muy extendida en el mundo rural”, explica Fedexcaza.

El Proades está pensado para prestar atención “al carácter formativo del deporte en edad escolar”, según el CSD. En el caso de los cazadores de Extremadura, el programa tiene dos fases: una de charlas formativas y otra de “concentración” intercentros. Entre las virtudes que se atribuye destacan, “la importancia de la conservación de los ecosistemas”.

En la primera parte, los miembros de la federación imparten esas charlas en los colegios al tiempo que realizan “todo tipo de juegos”, detallan. En la segunda, está planeado un encuentro entre colegios donde se prevé realizar una lista de actividades al aire libre como “exhibiciones con perros”, explican o “con aves de canto”.

Estos pájaros cantores para concursos o exhibiciones se capturan en una práctica conocida como silvestrismo amparada como actividad cinegética por las federaciones de caza. La Comisión Europea tiene abierto un expediente sancionador a España por mantener viva esta práctica De hecho, el silvestrismo ha sido suspendido en diversas comunidades autónomas y debe desaparecer a escala nacional.

Fedexcaza ha solicitado y conseguido los fondos de Proades (es una subvención modesta de 6.000 euros) en un contexto de caída de los aficionados y preocupación por el futuro generacional del sector. Las licencias de caza en España están en regresión: en algo más de cinco años han perdido 77.400 efectivos (un 18,8%), según los recuentos del Consejo Superior de Deportes. En 2009 había más de 411.000 y en 2015 se contaron 333.974.

Relevo en los cotos

Aunque algunas agrupaciones cinegéticas como la Oficina Nacional de Caza han aludido a razones económicas y burocráticas para explicar el descenso, la cuestión generacional también está en la agenda del sector cazador. Ejemplo de ello fue la portada de la revista Jara y Sedal, que cuenta con el sello de aprobación de RTVE, en la que se mostraba a un niño con una escopeta y una perdiz cobrada. “El futuro de la caza”, titulaba la publicación su número.

En ese mismo sentido, la organización Jóvenes por la Caza (asociación que agrupa a menores de 30 años) montó en febrero de 2016 un foro que tituló ¿Hay relevo generacional? Entre los asistentes se contaba con la directora de Gabinete del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente Begoña Nieto. Porque el Ejecutivo se ha mostrado sensible a las inquietudes de este colectivo. El Ministerio disipó parte de los problemas burocráticos aducidos por la ONC al implementar un proyecto de licencia única estatal que se superponga a las autonómicas. De igual manera, acaba de incluir el tiro olímpico en las actividades potencialmente contaminadoras del suelo por la munición de plomo acumulada en los campos de tiro sin mencionar los cotos de caza por este mismo motivo.

La pretensión de este programa educativo es “recorrer toda Extremadura mostrando los valores de la caza” a los menores cuando todavía están lejos de poder siquiera empuñar una escopeta. El permiso especial de armas para los menores permite a los niños y niñas de entre 14 y 16 años utilizar armas de aire comprimido y algunas escopetas, según informa la Guardia Civil. Para los de 17 años, permite también algunas variedades para la caza mayor. En todo caso siempre deben ir con un adulto con permiso de armas. No uno cualquiera, sino aquel que se haya comprometido por escrito a acompañarlo en las cacerías.

La Consejería de Educación no ha contestado sobre la valoración que ha hecho para conceder esta financiación al programa de promoción cinegética que Fedexcaza ha calificado como de gran éxito por ser “la entidad que más solicitudes ha recibido por parte de los centros”. Tanta, dicen, que “algunos se han quedado fuera de esta iniciativa”.

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