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PREMIOS PRINCESA DE ASTURIAS
“Podemos encontrar soluciones muy simples a grandes problemas. Alimentemos al mundo con esperanza”

Varios de los galardonados durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, celebrada este viernes en el Teatro Campoamor de Oviedo.

Javier Martínez Mansilla

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Oviedo ha vuelto a vivir unos Premios Princesa de Asturias como estaba acostumbrada a hacerlo. La pandemia provocó que el año pasado la ceremonia tuviera que celebrarse sin público y en el Hotel Reconquista, pero, en su cuadragésimo primera edición, el evento ha vuelto a tener lugar en su escenario habitual: el Teatro Campoamor.

Los reyes Felipe y Letizia, junto a la Princesa de Asturias, Leonor, y la infanta Sofía han presidido una ceremonia donde han sido galardonados el chef José Andrés, la artista Marina Abramović, la nadadora Teresa Perales, la periodista Gloria Steinem, el escritor Emmanuel Carrère, el economista Amartya Sen, la ONG Camfed y los investigadores Katalin Karikó, Drew Weissman, Philip Felgner, Uğur Şahin, Özlem Türeci, Derrick Rossi y Sarah Gilbert.

Banderas de España y banderas de la República

La lluvia no ha aplacado los ánimos de celebración de la ciudad de Oviedo, que culminaba con esta ceremonia una semana cargada de eventos culturales. En las calles, pancartas a favor de la monarquía y en contra fueron los elementos destacados entre las multitudes que se agruparon en los aledaños del Hotel Reconquista y el Teatro Campoamor. Oviedo sonaba al ritmo de las más de veinte bandas de gaitas que se repartían por toda la zona para recibir a la familia real y a los premiados a su llegada al Campoamor. En la plaza de La Escandalera tampoco faltaron los cánticos a favor de la República. “Asturies nun tien rei”, gritaban algunos asistentes mientras otros aplaudían la llegada de los monarcas y sus hijas.

Vuelta al Campoamor

El salón del Campoamor volvía a recuperar su esencia perdida con cerca del 60% de su aforo y cerca de 700 personas que recibieron con aplausos la entrada de la familia real, sentados junto al presidente del Principado, Adrián Barbón, y el de la Fundación Princesa de Asturias, Luis Fernández-Vega. Como cada año, la reina Sofía no ha querido faltar al acto al que han acudido varios ministros entre las diferentes autoridades.

Fernández-Vega inauguraba con el suyo los discursos de una ceremonia marcada por el optimismo y superación de la COVID-19. El presidente de la fundación ha q6uerido celebrar la vuelta al Teatro Campoamor “que simboliza que estamos superando los desastres de la pandemia”, en palabras del propio Fernández-Vega. Además, ha destacado el compromiso de la comunidad autónoma de Asturias con la monarquía española: “Esta ceremonia es la prueba de nuestra lealtad con la corona española, que ha sido puesta a prueba en tantas ocasiones”, añadía.

Gloria Steinem: “Vuelvo a tener esperanza”

Tras las palabras del presidente de la Fundación llegaría el turno de los galardonados. En su intervención, el escritor Emmanuel Carrère, premio Princesa de Asturias de las Letras, recordaba los atentados de París en 2015 que causaron 131 muertos. “Algunos arriesgaron la vida para proteger a desconocidos”, comentaba en referencia a las víctimas. “Este juicio sirve para explorar colectivamente estos recintos de nuestro corazón”, ha añadido en relación al proceso judicial que comenzó el pasado 8 de septiembre.

Gloria Steinem: "Más hombres comenzaron a conocer a sus propios hijos"

El testigo del escritor francés lo recogía la periodista y escritora Gloria Steinem, premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades. En sus palabras, destacaba los aspectos positivos de la pandemia y el confinamiento para la vida social. “Más hombres comenzaron a conocer a sus propios hijos y a descubrir lo que implicaba el cuidado de los niños a tiempo completo”, ha considerado Steinem. Eso, ha destacado, hizo que en ocasiones se liberasen “las ataduras” que crean los roles de género. “En nuestros orígenes, todos tenían que ocuparse y cuidar de los niños. El patriarcado creció cuando nos volvimos sedentarios”. Así lo ha expresado la periodista que también ha querido lamentar las consecuencias negativas del confinamiento, que trajo consigo un aumento de la violencia machista: “Esa fue una trágica lección”, añadía. Sin embargo, también ha querido cerrar su intervención con un mensaje de positividad tras la pandemia. “Vuelvo a tener esperanza”. Uno de los leitmotiv de esta edición.

En su discurso, la nadadora Teresa Perales, premio Princesa de Asturias de los Deportes, ha recalcado la capacidad del ser humano para levantarse ante las dificultades recordando su trayectoria. “Hay que decidir lo que queremos ser e ir a por ello, sin dejar que los obstáculos impidan, al menos, intentarlo”. Tras superar “miedos y vergüenzas” contaba que salió a la calle con su silla de ruedas y que hoy cuenta con 27 medallas en los juegos paraolímpicos.  

José Andrés: “Construyamos mesas más largas”

La intervención del chef asturiano José Andrés, premio Princesa de Asturias de la Concordia, era de las más esperadas y fue las más aplaudida. Un discurso contra el hambre en el mundo y contra todo tipo de discriminación. El cocinero, al frente de la ONG World Central Kitchen, ha destacado “el poder” de un plato de comida para crear unión “y no muros más altos que nos mantengan separados”. También ha recordado su recorrido en la gastronomía, desde que abrió su primer restaurante y donde aprendió que no hay que desperdiciar ni la comida, ni la vida de las personas. “La gente no quiere limosna, sino respeto”, ha recalcado. 

Huracanes, tsunamis o incendios forestales son los escenarios en los que ha trabajado el chef José Andrés junto a su ONG. También en la pandemia “proporcionando más de 60 millones de comidas”. “Plato tras plato, se pueden encontrar soluciones muy simples a grandes problemas. Esta es la forma de pensar de muchos inmigrantes”, ha reflexionado el chef, que se ha mostrado “orgulloso” de ser “inmigrante del mundo”.

Ha concluido su discurso con palabras de afecto a los damnificados por el volcán de la Palma. “Mi corazón está con ellos. No deben ser olvidados en este momento. Alimentemos al mundo de esperanza. Construyamos mesas más largas”, ha zanjado.

“La fragilidad de los valores de la democracia”

El rey Felipe VI ha protagonizado el final de una ceremonia centrada en un mensaje de esperanza. Sin embargo, el monarca ha reconocido en su discurso “la fragilidad” de los valores de la democracia, “cuyo vigor y vigencia demandan siempre una defensa firme, permanente, constante y consciente”, en palabras de Felipe VI.

Felipe VI: "Los valores democráticos no nos vienen dados y su vigencia demanda siempre una defensa firme, permanente, constante y consciente"

También ha dejado un mensaje de denuncia. “La violencia, la discriminación, la falta de oportunidades y el retroceso todavía hacia situaciones que parecían superadas” son una muestra de que a día de hoy aún se siguen padeciendo “conflictos que ponen en peligro todo lo conseguido y cuestionan la legitimidad de principios que son irrenunciables”. De esta manera se ha pronunciado al dirigirse a la premiada Gloria Steinem.

Felipe VI ha destacado a su vez su labor y que no alberga “duda alguna” sobre la “igualdad de derechos entre seres humanos”, calificando su empeño de “imprescindible” para un mundo “en equilibrio y más justo”. Un mundo donde las vacunas, ha recalcado, lleguen a cada punto sin excepciones, como ha concluido en referencia a la pandemia. El cierre definitivo de la ceremonia, como cada edición, lo ha aportado la Real Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo con la interpretación del himno de Asturias.

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