Medio Ambiente lanza la alerta de incendios forestales con tres veces más monte quemado que en 2013
El Gobierno ha declarado activa la campaña contra incendios forestales. Pero el monte ya ha estado ardiendo este año y muy por encima de lo que lo hizo en 2013. En la denominada campaña de invierno (hasta el 31 de mayo), las llamas se llevaron 21.381 hectáreas forestales. Es un 170% más que en 2013, si bien es cierto que ese año se registró una cifra inusualmente baja.
A esas 21.000 hectáreas se empezarán a sumar la retahíla de fuegos que se acumulan en época estival. Nada más empezar la campaña veraniega, un incendio en Tivissa (Tarragona) ha abrasado casi 1.000 hectáreas de pino blanco.
De hecho, mientras este martes la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, estaba desgranando los medios que utilizará este verano contra las llamas, el Ministerio del Interior contabilizaba en su informe de Protección Civil dos siniestros que requirieron refuerzo desde el Gobierno central. Eran pequeños. Pero hace sólo seis días el mismo recuento registraba otros seis incendios que quemaban bosques: dos en Andalucía, uno en Cataluña (que arrasó 850 hectáreas en Tarragona) y otros tres en Galicia (más de 170 hectáreas).
El Plan de Lucha de Incendios Forestales que la ministra Tejerina ha estado pormenorizando, tras aprobarse en el pasado Consejo de Ministros, prácticamente copia –sobre el papel– el dispuesto en 2013. García Tejerina ha dicho que el dispositivo “es superior, más potente que el año pasado”, aunque lo cierto es que la variación es muy pequeña. Tanto en aeronaves (que pasa de 65 a 67 entre aviones y helicópteros) como en brigadas (189 operarios, los mismos que la campaña anterior), el plan es muy parecido. El Ejecutivo le ha dedicado, según sus cálculos, 79 millones de euros, un crecimiento del 3,9%.
Bomberos con dotación defectuosa
Sin embargo, la extinción de los fuegos en los montes es, en primer lugar, competencia de las comunidades autónomas. Así, la campaña de máximo riesgo de incendios en España ha comenzado con diferentes voces de alarma, especialmente centradas en los bomberos forestales de las regiones.
Con todo el verano por delante, no son pocos los luchadores contras las llamas en los bosques los que están avisando de que se llega en mala situación y con una capacidad de reacción disminuida. En Madrid, la campaña arrancó con los bomberos inoperativos por, según denunció la Asociación de Bomberos Forestales, “no contar con equipos homologados ni preparación específica”. Tras ser convocados de urgencia por la dirección de Protección Civil, “se desbloquearon equipos en buenas condiciones” para que los bomberos pudieran desplegarse.
En Galicia, el secretario de Medio Ambiente, Tomás Fernández-Couto, decidió en mayo que las brigadas contra incendios pasaran de siete a cinco miembros para redistribuir personal y “ganar eficacia”. La Asociación Profesional contra Incendios de Galicia (APRIGA) ha calculado que este movimiento acabará con “148 puestos mientras se destina más dinero público a las brigadas helitransportadas” contratadas a empresas privadas.
Ese contrato de la Xunta asciende a 12,4 millones de euros para 2014 y 2014. Galicia es la región más abrasada de España. Sólo en grandes incendios (superiores a 500 hectáreas), la comunidad gobernada por Alberto Núñez Feijoo (PP) acumuló 7 de los 17 que se declararon en todo 2013. Esos siniestros –los más dañinos– quemaron 7.467 hectáreas, el 37% de todo lo calcinado por fuegos gigantescos.
La siguiente comunidad autónoma con peores registros en cuanto a fuegos de grandes dimensiones fue Castilla y León. Allí los bomberos forestales han calificado sus circunstancias de trabajo como una “grave situación, inigualable en ningún otro operativo contra incendios forestales del país”. La Junta ha contrapuesto que moviliza 4.100 efectivos personales: 20 helicópteros, 147 cuadrillas terrestres y helitransportadas, 196 autobombas, 20 retenes de maquinaria pesada y 196 puestos y cámaras de vigilancia.
Los bomberos desgranan en un informe malas condiciones en bases de autobombas, vehículos averiados estorbando la maniobrabilidad, equipos inadecuados, cascos sin homologar… En 2013, cinco grandes incendios se llevaron por delante 5.766 hectáreas de la región. Sólo tres de ellos se concentraron en Zamora (4.072 hectáreas). Y el año pasado fue el mejor, estadísticamente, de los últimos diez.
A partir de junio se multiplica el riesgo de que las llamas carbonicen árboles, arbustos, pastos… pero ya en marzo Francisco Mora, portavoz de la Asociación Profesional de Bomberos, avisaba de que “lo importante para prevenir” estaba ocurriendo en invierno. Protestaban por la falta de labores para adecuar el monte. Ahora toca apagar los fuegos.