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Todas las lluvias de junio apenas alcanzan a elevar un 0,1% el nivel de los embalses, el agua que consume la red en cinco días

Calle afectada inundaciones calles Terrassa (Barcelona) el 13 junio de 2023.

Raúl Rejón

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Puede decirse que junio de 2023 está siendo lluvioso. Para lo que es un mes de junio. Las lluvias que están sucediéndose –casi siempre torrenciales– han dejado a estas alturas más agua que el promedio para los treinta días completos.

Y sin embargo, las tormentas que la borrasca Óscar ha hecho atravesar la península ibérica y Canarias han acumulado en las reservas hídricas españolas 60 hectómetros cúbicos. El volumen total embalsado se sitúa en el 47,5%, un 0,1% por encima de la semana anterior. El volumen equivalente al consumo de menos de cinco días.

En los primeros 11 días de junio de 2023, se han acumulado 38 litros por metro cuadrado, según confirma la Agencia Estatal de Meteorología. Y esa cantidad supera la media normalmente registrada para todo este mes, que ronda los 32 litros.

Al mismo tiempo, la revisión de las reservas hídricas en los embalses muestra un aumento de 60 hm3 respecto a la semana anterior. Como el suministro de agua anual a la red está en algo más de 4.000 hm3 –unos 245 litros por habitante y año para todos los usos–, según los datos de la Asociación Española de Abastecimiento de Agua y Saneamiento, el resultado es que este junio húmedo, de momento, ha aportado un poco menos de seis días de consumo.

Quizá la clave se halle en que junio, en realidad, es el tercer mes más seco de cualquier año. Trae pocas lluvias así que lo que en términos relativos es un alto porcentaje de precipitaciones –en comparación con la serie histórica 1991-2020– no es tanto en términos absolutos: lo que acaba por llegar a los pantanos.

Los meses mas lluviosos son, por volumen de agua acumulada, diciembre (unos 80 litros), noviembre (ronda los 79 litros) y octubre (más de 70 litros por m2). Después, en orden descendente, enero, abril, marzo, mayo y febrero. Todos entre, más de, 60 litros o superando los 50 de promedio.

Este curso, octubre, noviembre, febrero, marzo y abril han sido secos o muy secos. Mayo y enero fueron normales, es decir, estuvieron en su promedio. Y diciembre fue muy húmedo. El resultado es que el cuatrimestre de inicio de 2023 ha sido el más seco registrado. En la época, normalmente, más húmeda, ha sido poco lluviosa.

En el otro lado, los meses con menos precipitaciones son, cada año, julio (unos 17 litros), agosto (sobre los 22 litros por metro cuadrado) y junio (32 litros). De momento, el verano va lluvioso, pero en comparación con las cifras, bajas, de lluvia estival. La AEMET ha calculado que esta estación es más probable que sea algo húmeda, pero también más cálida de lo normal.

Tormentas e inundaciones

Otro aspecto que está caracterizando la llegada de lluvia en este mes es su patrón de precipitaciones muy fuertes, torrenciales: mucho volumen caído en poco tiempo. Casi cada semana de junio se han repetido imágenes de riadas e inundaciones allí donde descargaban las tormentas.

La más reciente este martes en Terrasasa (Barcelona) donde cayeron 110 litros por metro cuadrado en dos horas lo que causó inundaciones en las calles de la localidad.

Con todo, el meteorólogo de la AEMET, Rubén del Campo subraya que “el déficit de precipitaciones ha pasado de un 28% el 9 de mayo al 17% actual gracias a estas últimas semanas de tiempo inestable”.

También puede ponerse en contraste que, mientras las lluvias han caído ese 17% respecto al promedio, las reservas de agua –situadas en el 47,7%– están 20 puntos por debajo de la media de la década que es el 67,4%. Eso sí, las tormentas han revertido, aunque sea mínimamente, la tendencia descendente.

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