El Senado aprueba la LOMCE con los votos del PP pero, según el Gobierno, con el apoyo “de la mayoría de la sociedad”
A pesar de las continuas protestas de la comunidad educativa, de las manifestaciones y las huelgas -las últimas ayer mismo- para el Gobierno la LOMCE ha sido aprobada hoy en el Senado con “un apoyo de la mayoría de la sociedad”, según las palabras de la secretaria de Estado de Educación, Universidades y Formación Profesional, Montserrat Gomendio. El Pleno de la Cámara Alta aprobaba esta tarde la ley de reforma educativa haciendo valer su mayoría absoluta con 136 votos a favor del PP, 81 en contra de la oposición y 3 abstenciones por parte de UPN. Y al igual que pasó en el Congreso, la norma va camino de ser la primera ley educativa aprobada con los únicos votos del partido en el gobierno.
Minutos después de la votación, Gomendio aseguraba en rueda de prensa que este apoyo parlamentario supone “un hito importante” ya que “es una de las reformas educativas que más apoyo ha conseguido a lo largo de la tramitación parlamentaria”. “Lo que no entiendo es que se diga solo el apoyo del PP, cuando el Partido Popular ha recibido el apoyo de la mayor parte de la sociedad, que le ha dado mayoría absoluta, y por tanto, representa a un ámbito amplísimo de la sociedad” y eso, ha añadido, significa hablar significa hablar de “profesores, estudiantes y un montón de familias que han puesto su confianza en un Gobierno”.
De igual modo, Gomendio ha señalado que la tramitación de la ley es fruto de una “amplia participación en un diálogo abierto y constructivo” con los sector educativos implicados y las comunidades autónomas.
“Este es el principio de un largo recorrido”, se ha felicitado al secretaria de Estado de Educación, para “garantizar un futuro mejor y la empleabilidad” de los jóvenes con dos objetivos claros: luchar contra la alta tasa de abandono educativo temprano (del 25%, es decir, uno de cada cuatro estudiantes) y mejorar el rendimiento de los alumnos. La ley volverá ahora al Congreso para su aprobación definitiva el 28 de noviembre. Y sobre la denuncia de la LOMCE ante los tribunales del Gobierno del Vasco Gomendio muy tranquila ha dicho que “el Consejo de Estado ya dijo que no hay invasión competencial pero están en su derecho de hacerlo”.
Las matemáticas obligatorias, in extremis
La principal modificación que se recoge la ley, y lo ha hecho 'in extremis' valiéndose de una enmienda presentada por el Foro Asturias suscrita con todos los grupos políticos y que ha salido adelante con 143 votos a favor y 77 abstenciones de toda la oposición, es la incursión de la asignatura de matemáticas como materia obligatoria para aquellos alumnos que estudien la rama de Ciencias Sociales. En el proyecto que llegó a la Cámara Alta estaba recogida como una troncal optativa. Con este cambio, el Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales tendrá dos intinerarios, de forma que quienes elijan Humanidades estudiarán Latín y los otros Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales, siendo ambas asignaturas troncales generales y, por tanto, obligatorias. Gomedio ha explicado que este cambio se ha producido tan a última hora porque “las negociaciones son complejas” y “tienen el tiempo que tienen”.
Otra modificación recogida, explicó Gomendio a petición de las comunidades autónomas porque tienen “cierta preocupación con el coste”, es la ampliación del calendario de aplicación de la ley a tres años en vez de dos, tal y como se planteaba originariamente. De este modo, la reforma se aplicará el próximo curso 2014-2015 en el caso de Primaria y FP básica y en el curso 2015-2016 en Secundaria y Bachillerato. Y una enmieda más aprobada (en total los grupos han presentado en el Senado 896 enmiedas parciales al proyecto de ley de las que solo aceptaron en comisión 32, la mayoría del PP) hace referencia a los conciertos con los centros de educación que segregan por sexo. Se incorporan a la LOMCE dos enmiendas de UPN por la que los colegios a los que se denegó la subvención autonómica en 2013, pueden volver a solicitarla para el curso que viene sin esperar, ya que los conciertos se establecen cada cuatro años.
