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¿Por qué no se reciclan más plásticos? Una cuestión de rentabilidad

¿Cuánto se recicla?

Joaquín Martínez, Catedrático de Ingeniería Química, UPM

Mª Ulagares de la Orden, Catedrática de Química Orgánica, UCM —

El consumo de plásticos crece exponencialmente desde 1950, de manera que hoy día se generan cada año casi 300 millones de toneladas (Mt) de residuos de plásticos en el mundo. En su mayoría, esos residuos se abandonan o no se tratan adecuadamente, lo que provoca problemas importantes de salud y contaminación. Además, contienen sustancias utilizables como materias primas o combustibles, lo que significa que estamos desperdiciando productos valiosos de forma dañina e insostenible.

Una de las formas de reducir los problemas, además de disminuir el consumo, es incrementar el reciclado para transformar los residuos en nuevos productos. Esta estrategia supone un ahorro de materias primas, energía y emisiones, contribuye a una economía circular y, además, genera empleo.

¿Cuánto se recicla?

Según Hundertmark y col., en 2016 se generaron 260 Mt de residuos de los que solo se reciclaron el 12 % (reciclado mecánico en su gran mayoría). La mayor parte de los residuos acabó en vertederos (40 %), incinerados (25 %) o en vertidos incontrolados o pérdidas, el peor destino (23 %).

Según PlasticsEurope, ese mismo año en Europa se recicló el 31,1 % de los residuos. Sin embargo, los datos de reciclado han de considerarse con precaución. Por ejemplo, residuos exportados a China, Malasia y otros países se han contabilizado como reciclados, a pesar de que era bien conocido que allí solo una parte era reciclada y el resto acababa como basura abandonada.

La reciente prohibición de importar residuos en esos países ha desatado una grave crisis de residuos en Occidente, además de destapar presuntos fraudes en el comercio de residuos. Sería muy deseable aprovechar esta crisis para controlar mejor el mercado de residuos y, especialmente, para potenciar la industria local del reciclado.

¿Se puede reciclar más?

Los datos indican que se recicla poco. Sería interesante analizar las causas para poder mejorar la gestión de los residuos. En el fondo, se trata de una cuestión económica, como tantas otras en la sociedad actual, porque para reciclar más son necesarios mercados para el plástico reciclado, y eso requiere materiales reciclados más baratos que el plástico virgen y con buenas prestaciones. Conseguir esto no resulta sencillo, porque existen algunas barreras tanto técnicas como económicas:

  • Utilizamos muchos plásticos diferentes y cuando se mezclan se obtienen productos de bajas prestaciones. Esto significa que hay que separar cuidadosamente los residuos, encareciendo el proceso. Además, al ser muchos diferentes hay cantidades menores de cada uno, lo que reduce las ventajas de la economía de escala. Algunos se producen en cantidades tan pequeñas que no resulta rentable recogerlos, separarlos y reciclarlos.
  • La tecnología podría aportar algunas soluciones, como aditivos que ayudan a compatibilizar plásticos diferentes o mejoras en los procesos de separación, pero habría que preguntarse si realmente se necesitan tantos plásticos diferentes.
  • Los plásticos se degradan durante su uso y en el proceso de reciclado, donde son sometidos a limpiezas enérgicas, trituración y reprocesado a temperatura elevada, por lo que el plástico reciclado suele tener peores propiedades que el virgen. Sin embargo, muchas veces la diferencia es pequeña y existen métodos económicos para regradar el plástico reciclado y recuperar propiedades.
  • Hay productos de plástico casi imposibles de reciclar porque, aunque existe la tecnología, es muy difícil que el proceso sea rentable. Aquí se incluyen residuos demasiado degradados o contaminados, pero también casos muy cercanos a todos nosotros. Por ejemplo, muchos plásticos de un solo uso, como cubiertos, algunos envases o bolsas ligeras, tienen tan poca masa que su limpieza, recuperación y reciclado no puede ser rentable, por lo que hay que facilitar su sustitución por otros materiales.

También son muy difíciles de reciclar los plásticos multicapa que podemos encontrar, por ejemplo, en envases de loncheados o pizzas, que suelen contener dos o más capas de plásticos diferentes en cada lámina, para hacer de barrera y reducir la entrada de oxígeno o la salida de grasas. Estos envases multicapa son eficaces para aumentar la duración del alimento envasado, pero su reciclado no resulta rentable porque hay que separar los plásticos.

  • El diseño del producto es fundamental para facilitar o dificultar el reciclado. Hay muchos ejemplos cuestionables, como el color en las botellas de agua, que se utiliza como imagen de marca, pero reduce el mercado del reciclado; las etiquetas grandes y difíciles de separar de los envases y las cápsulas de café con varios plásticos diferentes.
  • Los plásticos reciclados tienen características variables. Es difícil garantizar el suministro continuo de un producto uniforme y esto es un problema importante para los procesadores que desean emplear plástico reciclado. Se necesita normalizar los plásticos reciclados y mejorar la logística del proceso para garantizar el suministro de un producto constante.
  • El precio del plástico virgen puede ser un problema grave. Mientras que el plástico reciclado tiene unos costes fijos de recogida, separación y reprocesado, el precio del virgen depende del precio del petróleo del que procede y puede ser rebajado por quienes manejan los precios, hasta hacer no rentable el reciclado. Pero hay medidas que la administración puede tomar, como obligar a que muchos productos tengan un contenido mínimo en material reciclado. Hoy día, muchas bolsas y botellas de plástico ya contienen material reciclado sin ningún problema.
  • Además de la administración, se necesita la implicación de la industria. Aquí se incluye también a la industria química para potenciar el reciclado químico, poco relevante en la actualidad, pero que puede ser muy importante en los próximos años.

Para terminar, se podría decir que existen barreras importantes para el crecimiento del reciclado de plásticos, pero también herramientas para lograrlo, mejorando así el aprovechamiento de las materias primas y reduciendo los problemas derivados de la mala gestión de los residuos.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Puedes leer el original aquí.The Conversationaquí

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