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Un robot celular vivo, capaz de autorreplicarse y parecido al Comecocos

En rojo, un xenobot 'padre' –diseñado por Inteligencia Artificial y con forma de Comecocos– junto a su 'retoño' de células madre comprimidas en una bola (en verde).

Toño Fraguas

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Un equipo de científicos de Estados Unidos ha diseñado una nueva forma de reproducción biológica artificial creando “robots vivos” autorreplicantes. Se trata de un nuevo desarrollo en los llamados 'xenobots', cuya invención fue comunicada por este mismo equipo de investigadores en enero de 2020.

Ahora, los expertos en biorrobótica han conseguido la autorreplicación de estos organismos diseñados por ordenador y fabricados a partir de células embrionarias de rana, de la especie 'Xenopus laevis' (rana de uñas africana).

El avance ha sido publicado este lunes por la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), en un artículo titulado Autorreplicación cinemática en organismos reconfigurables.

Los nuevos organismos ensamblan las células que recogen con la boca y liberan 'bebés' xenobots que se parecen y se mueven como ellos mismos.

Los xenobots no son ni un robot tradicional ni una especie animal conocida. Son una nueva clase artefacto: “organismos vivos y programables”, según sus creadores. Estas nuevas criaturas fueron diseñadas por un supercomputador de la Universidad de Vermont y sus piezas fueron ensambladas con el apoyo de las universidades de Tufts y de Harvard.

En esta nueva generación de xenobots –la tercera–, los individuos presentan una abertura o boca que, según sus creadores, les otorga un cierto parecido al Comecocos o Pac-Man, el personaje de los videojuegos de los años ochenta.

Con esa boca, los xenobotos recogen células individuales en un medio fluido. Después ensamblan esas células y liberan 'bebés' xenobots que se parecen y se mueven como ellos mismos. A continuación, las crías hacen lo mismo, una y otra vez.

Útiles para luchar contra la contaminación

Los científicos consideran que los xenobots pueden ser útiles para buscar contaminación radiactiva, así como para recoger residuos plásticos de los océanos o incluso para eliminar obstrucciones arteriales dentro de seres humanos.

El hecho de que también sean capaces de autorreplicarse abre nuevas perspectivas, según los investigadores, en aplicaciones para la medicina regenerativa de órganos y tejidos.

Además de autorreplicarse, los xenobots pueden moverse hacia un objetivo y repararse a sí mismos tras recibir un corte. “Son máquinas vivientes nuevas”, dijo en enero de 2020 Joshua Bongard, uno de los expertos en robótica de la Universidad de Vermont.

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