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La saliva es más rápida y segura que el bastoncillo nasal para detectar el coronavirus en las PCR

Una mujer es sometida a una prueba PCR en el dispositivo instalado en el Frontón Arizmendi de Ermua, Vizcaya, Euskadi (España), a 26 de octubre de 2020

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La molesta técnica de meter un bastoncillo por la nariz en las PCR puede tener los días contados. Un estudio publicado este lunes confirma que las muestras de saliva identifican el virus del SARS-CoV-2 más rápidamente que las pruebas de los hisopos nasales. La investigación aparece en Microbiology Spectrum, revista de la Sociedad Americana de Microbiología. Los resultados son relevantes para las pruebas PCR, pero no para los test de antígenos, que no han sido estudiados en este trabajo.

“Esto es importante porque la gente puede contagiar el COVID-19 antes de saber que lo tiene”, afirma en un comunicado de prensa Donald K. Milton, autor del estudio y profesor del Instituto de Salud Ambiental Aplicada de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Maryland (EEUU). “Una detección más temprana puede reducir la propagación de la enfermedad”. 

Al principio de la pandemia la necesidad urgente de aumentar las pruebas se vio acompañada por la escasez de suministros, sobre todo de hisopos nasales, que eran entonces el método estándar de recogida de muestras. Esa escasez es la que ha motivado el actual estudio.

Para identificar a las personas con COVID-19, los investigadores comenzaron a realizar pruebas semanales de muestras de saliva de voluntarios sanos en mayo de 2020 y continuaron durante los dos años siguientes.

Pacientes presintomáticos

De los voluntarios asintomáticos que dieron positivo, Milton y sus colegas descubrieron que esos pacientes solían mostrar síntomas uno o dos días después: “Eso nos hizo preguntarnos si la saliva era mejor para detectar a los pacientes presintomáticos que los tradicionales hisopos nasales”.

Para responder a esa pregunta, los investigadores utilizaron los datos de un estudio complementario de contactos cercanos de personas con casos confirmados de COVID-19. En el estudio, tomaron muestras de saliva y de hisopos nasales de los contactos cada dos o tres días durante el periodo de cuarentena. En las primeras etapas de la infección la saliva fue significativamente más sensible que los hisopos nasales, sobre todo antes de la aparición de los síntomas.

Investigaciones anteriores ya han demostrado que la transmisión presintomática del SRAS-CoV-2 desempeña un papel mayor que la sintomática.

Estos resultados tienen implicaciones para mejorar la aceptación pública de las pruebas de COVID-19, reducir el coste del cribado masivo y mejorar la seguridad del personal sanitario que realiza las pruebas, según sus autores.

Ha diferencia del hisopado nasal, el autodiagnóstico con saliva evita el contacto estrecho entre el personal sanitario y los pacientes y evita que estos últimos tosan y estornuden, con lo que se propagan las partículas del virus. 

“Nuestra investigación apoya el uso de la saliva en el cribado a gran escala en escuelas y lugares de trabajo, como medio para mejorar las tasas de cribado, así como la detección temprana”, señala Milton, y añade: “esperamos que si las pruebas rápidas de saliva llegan a estar disponibles, podrían suponer un gran avance respecto a las actuales pruebas rápidas basadas en hisopos nasales”.  

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