Qué debes hacer si te encuentras una cría de pájaro caída de un nido

En el entorno rural y natural, es habitual que las personas encuentren pequeños pollitos en el suelo que parecen estar solos. Estas imágenes despiertan un sentimiento natural de compasión y el impulso de protegerlos. Sin embargo, lo que a primera vista parece un animal abandonado, muchas veces no lo está. La mayoría de las veces, sus padres están cerca y regresarán pronto para cuidarlos. Intervenir sin conocimiento puede ser dañino tanto para el polluelo como para el equilibrio natural.

Estos pollitos forman parte de un sistema de protección que las aves adultas han desarrollado a lo largo del tiempo. Los padres mantienen a sus crías ocultas para protegerlas de depredadores, mientras se alejan temporalmente para buscar alimento. Por eso, aunque el pollito parezca solo, lo cierto es que está bajo la vigilancia de sus progenitores, que evitan acercarse para no llamar la atención. Alterar este proceso, recogiendo a las crías, puede poner en riesgo su supervivencia.

Además, la intervención humana puede afectar a largo plazo el equilibrio de las especies. Al retirar a los polluelos del medio natural, se impide que reciban el cuidado necesario y se dificulta su reinserción. Esto puede afectar la población y el funcionamiento del ecosistema. Por eso, es importante que solo se intervenga cuando sea estrictamente necesario y siempre con ayuda de expertos, tal y como explica SEO/Birdlife.

¿Por qué no debemos coger a los pollitos huérfanos?

La razón principal para no coger a estos pollitos es que, en la mayoría de los casos, no están realmente abandonados. Sus padres suelen estar cerca, aunque alejados para protegerlos de posibles depredadores y evitar llamar la atención. Mantener a las crías escondidas en el suelo es una estrategia natural para protegerlas mientras los adultos buscan comida o vigilan el entorno desde la distancia. Esta conducta es fundamental para que las crías sobrevivan en sus primeros días de vida, que son especialmente vulnerables.

Estos pollitos necesitan cuidados muy específicos que solo sus padres o expertos pueden proporcionar. Su alimentación y protección son difíciles de replicar en un entorno artificial. El contacto con humanos puede causarles estrés, lo que afecta su salud y reduce las posibilidades de que sobrevivan si no están con sus progenitores. Además, el manejo inadecuado puede provocar daños físicos o desorientación, dificultando que vuelvan a integrarse en su hábitat natural.

Aunque algunos pollitos son llevados a centros de recuperación, la mayoría no logran volver a su hábitat natural por falta de los cuidados específicos que solo los padres pueden brindar. Sin el aprendizaje y cuidados adecuados, les resulta difícil adaptarse y sobrevivir en libertad. Esto reduce la efectividad de los rescates y puede acabar perjudicando a las poblaciones silvestres a largo plazo.

Por último, sacar a estos pollitos de su entorno natural puede afectar la dinámica de reproducción y la estabilidad de las especies. Al disminuir el número de crías que sobreviven, se pone en riesgo la biodiversidad local y la salud del ecosistema. Por eso, se recomienda no interferir a menos que sea estrictamente necesario y siempre bajo supervisión profesional para evitar daños irreparables.

Qué hacer si se encuentra un pollito que parece huérfano

Si se encuentra un pollito que parece estar solo, lo primero que se debe hacer es no acercarse ni tocarlo. La mayoría de las veces, los padres están cerca y volverán pronto para cuidar de su cría. Se debe observar a distancia para ver si hay adultos en las cercanías sin molestar al animal ni alterar su entorno natural.

No se debe mover al pollito de su lugar, ya que puede desorientarse y dificultar que sus padres lo encuentren. Además, el contacto humano puede dejar olor y atraer depredadores que pongan en peligro su vida. La mejor opción es dejar que la naturaleza siga su curso y confiar en los mecanismos de protección que la propia naturaleza ha desarrollado.

Solo en casos donde el pollito esté herido, enfermo o claramente abandonado, se debe buscar ayuda en centros especializados en fauna silvestre. Estos lugares cuentan con los conocimientos necesarios para cuidar al animal, proporcionarle el tratamiento adecuado y ayudar a su posible reintegración al medio natural.

Es importante que la sociedad entienda que no siempre intervenir es ayudar. La mejor forma de proteger la fauna silvestre es respetar su proceso natural, informarse bien sobre el comportamiento animal y actuar solo cuando sea necesario y con la guía de profesionales especializados en conservación.