La perra de un streamer siempre estaba en directo y un vídeo ha hecho sospechar que la mantenía quieta con descargas eléctricas; ¿qué descubrieron los usuarios al revisar las imágenes?

La acusación de maltrato se propagó entre creadores y foros digitales

Héctor Farrés

9 de octubre de 2025 13:00 h

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Los espectadores habituales reconocen enseguida a Kaya, la perra que ocupa un espacio fijo en los directos de Hasan Piker. Su presencia detrás del creador de contenido se ha convertido en parte del paisaje habitual de sus emisiones en Twitch, donde aparece acostada o quieta sobre una alfombra visible en plano.

Esa continuidad ha generado comentarios y teorías sobre el entrenamiento del animal, cuyo comportamiento parece invariable a lo largo de sesiones prolongadas de muchas horas. La atención constante hacia esa imagen derivó en una revisión minuciosa de las grabaciones del propio canal, que acabaría originando una polémica mucho más grande al ver algo sospechoso.

La revisión de las grabaciones desató dudas sobre lo que ocurre fuera de cámara

Un fragmento emitido el 7 de octubre muestra a Piker regañando a Kaya cuando ella se levanta de su cama. La secuencia incluye un breve gemido del animal que coincide con el movimiento de la mano del streamer, lo que llevó a muchos usuarios a pensar que había activado un collar con descargas eléctricas. Esa interpretación se multiplicó en redes sociales y generó acusaciones de maltrato animal, al entender que el dispositivo servía para mantener a la perra inmóvil dentro del encuadre.

En emisiones anteriores, el propio Piker había reconocido que poseía un collar de adiestramiento con funciones de vibración. Este dato, unido al aparente parpadeo verde visible en el cuello de Kaya, alimentó las sospechas de que lo utilizaba con descargas. Los espectadores subrayaron además que el animal raramente abandona la alfombra durante las numerosas horas de retransmisión, un comportamiento que consideraron inusual para un perro joven y activo.

La polémica alcanzó más difusión cuando Ethan Klein, responsable del canal h3h3 Productions, publicó un mensaje en el que calificaba el momento como “crueldad animal grabada en directo” y lo vinculaba con un entrenamiento excesivamente estricto. Otros creadores y usuarios replicaron su postura con capturas, ralentizaciones del vídeo y mensajes en X y Reddit en los que pedían investigar el caso o incluso suspender temporalmente al streamer. Algunos comentarios añadieron datos de contacto del Departamento de Servicios para Animales de Los Ángeles para presentar denuncias formales.

Hasan Piker negó el uso de descargas y achacó la polémica a sus detractores

El propio Piker respondió en una retransmisión posterior. Aseguró que Kaya se había golpeado con el borde de la cama al incorporarse y que su collar solo emite vibraciones, acompañado además de un rastreador AirTag. Describió a su mascota como un animal bien cuidado y tranquilo, con un hábito de descanso que se adapta al ritmo de las emisiones. Añadió que la grabación fue malinterpretada por detractores que analizaron el gesto fuera de contexto y sostuvo que la reacción del público provenía de grupos hostiles hacia su perfil político.

El debate, sin embargo, continuó en foros y vídeos comparativos donde se analizaban imágenes anteriores en las que Piker hablaba sobre el adiestramiento de Kaya y la eficacia de los collares electrónicos. En esos materiales, algunos espectadores identificaron coincidencias que reforzaban sus sospechas, mientras otros defendían que el sonido del quejido podía tener causas accidentales. La discusión se extendió también a la ética del uso de estos dispositivos y al tipo de entrenamiento que se considera aceptable en animales domésticos.

Entre las organizaciones que reaccionaron figura Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA), que declaró a The Hollywood Reporter que espera que Piker no haya empleado un collar eléctrico y advirtió de los riesgos de quemaduras, ansiedad crónica y agresividad desplazada asociados a su uso. La entidad insistió en que el refuerzo positivo constituye un método más eficaz y respetuoso con la confianza del animal.

El caso permanece sin resolución oficial, pero el fragmento viral mantiene el interés de los usuarios y continúa acumulando reproducciones. En cada nuevo directo, la figura quieta de Kaya sigue en el mismo lugar, observada con la misma atención que el propio streamer.

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