Los primeros osos no solo comían insectos: un estudio apunta a que tenían una dieta amplia
El oso extinto Ursus minimus, una de las especies de oso más antiguas de Europa, tenía una dieta amplia sin especializarse en insectos, contrariamente a lo que se creía, según una investigación liderada por la Colección Estatal de Zoología de Baviera (SNSB-ZSM, por sus siglas en alemán) y cuyos resultados se han publicado en la revista Boreas.
Análisis morfológicos tridimensionales de mandíbulas muestran que esta especie extinta, una de las más antiguas de Europa, tenía una dieta amplia, sin especialización. De hecho, mostraba cierta adaptabilidad, teniendo en cuenta la disponibilidad cambiante de alimentos, de acuerdo con el estudio impulsado por la zoóloga de la SNSB-ZSM, Anneke van Heteren.
Descubriendo a los primeros osos
La mayoría de las especies de osos, tanto modernas como extintas, con toda su gama de dietas diferentes, se remontan al primitivo Ursus minimus. Este está considerado el ancestro común de la mayoría de las especies de osos modernos y vivió en Europa hace entre 4,9 y 1,8 millones de años, durante el Plioceno y posiblemente hasta principios del Pleistoceno.
Esta especie representa los primeros osos negros de Europa y el representante más antiguo conocido del género Ursus, que también incluye a los osos pardos y polares actuales. Y los investigadores asumían que se alimentaba principalmente de insectos. Eso hasta ahora, porque el estudio del SNSB echa por tierra esa creencia.
Para su investigación, la experta en mamíferos comparó las mandíbulas del Ursus minimus con las de otras especies de osos, tanto recientes como extintas, con dietas diversas, incluyendo especialistas como el oso malayo insectívoro, el oso polar carnívoro y el panda gigante, estrictamente vegetariano. El análisis de estas piezas siempre es revelador, porque las mandíbulas de los osos presentan una biomecánica diferente al masticar, según la dieta.
Van Heteren empleó morfometría geométrica para su estudio, una técnica que consiste en medir las partes del esqueleto mediante puntos de medición digitales, conocidos como puntos de referencia, lo que permitió medirlas y compararlas.
“Como omnívoro auténtico, el Ursus minimus era particularmente flexible y adaptable, y podía ajustarse fácilmente a la disponibilidad cambiante de alimento. Esta estrategia adaptativa general podría haber sido la base de la posterior evolución de dietas especializadas en otras especies de osos”, explica en un comunicado la autora. A su juicio, estos hallazgos aportan nuevas perspectivas sobre la evolución de los osos y su capacidad de adaptabilidad.
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