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Un sorprendente hallazgo en Alemania reescribe la historia de los hipopótamos europeos

Los hipopótamos vivieron en el Alto Rin en la misma época que los mamuts. En los Museos Reiss-Engelhorn, una reconstrucción de hipopótamo se encuentra con un esqueleto de mamut.

Ada Sanuy

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Un estudio internacional liderado por el Instituto de Biología y Bioquímica Evolutiva de la Universidad de Potsdam ha revelado que los hipopótamos habitaron el centro de Europa durante las últimas fases de la Edad de Hielo, miles de años después de cuando se pensaba que se habían extinguido del continente. El hallazgo, publicado en la revista Current Biology, combina ADN antiguo y dataciones por radiocarbono y demuestra que esta especie tropical logró sobrevivir en pequeños refugios climáticos hasta hace apenas 31.000 años, en pleno Pleistoceno tardío.

La investigación obliga a revisar lo establecido

Durante décadas, la comunidad científica sostuvo que los hipopótamos desaparecieron de Europa al término del último período cálido interglacial, el Eemiense, hace unos 115.000 años. En ese momento, el avance de los glaciares y el descenso de las temperaturas habrían eliminado las condiciones necesarias para su supervivencia. Su presencia se consideraba, por tanto, un marcador inequívoco de climas cálidos. Sin embargo, los resultados del nuevo estudio obligan a revisar ese paradigma: los hipopótamos no solo resistieron al enfriamiento, sino que lo hicieron en regiones mucho más septentrionales de lo que se creía.

Un análisis genético subsana un error del pasado

Las pruebas proceden de fósiles recuperados en el Graben del Alto Rin, en el suroeste de Alemania, un corredor fluvial que en el Pleistoceno actuó como una auténtica encrucijada biogeográfica. Los restos, descubiertos hace décadas, habían sido atribuidos erróneamente al Eemiense, pero su cronología ha cambiado por completo gracias a la combinación de técnicas genéticas y de datación radiométrica. Los investigadores extrajeron ADN de 19 muestras dentales y óseas, obteniendo secuencias parciales de genomas y mitogenomas que pudieron compararse con los de los hipopótamos africanos actuales.

Origen geográfico y relaciones filogenéticas de los hipopótamos fósiles del Graben del Alto Rin

El análisis genético confirmó que aquellos ejemplares europeos pertenecían a la misma especie que los hipopótamos modernos (Hippopotamus amphibius), aunque con una diversidad genética muy baja, signo de una población pequeña y aislada. Según los autores, esta falta de variabilidad sugiere que los hipopótamos europeos eran una subpoblación marginal que había quedado desconectada de las grandes poblaciones africanas tras una oleada migratoria anterior. Aun así, conservaron una sorprendente capacidad de adaptación a ambientes templados e incluso fríos.

Un mosaico de microclimas

Las dataciones radiocarbónicas realizadas sobre los mismos fósiles arrojaron edades comprendidas entre 49.000 y 31.000 años, lo que sitúa su supervivencia en pleno Último Glacial. En ese periodo coexistieron con especies típicas de clima frío, como los mamuts lanudos o los rinocerontes lanudos, lo que refleja la complejidad del ecosistema europeo durante el Pleistoceno. La presencia simultánea de animales tropicales y esteparios indica que Europa no fue un bloque helado uniforme, sino un mosaico de microclimas donde podían coexistir hábitats muy distintos.

Los análisis sedimentológicos y de polen respaldan esa interpretación: en torno al Alto Rin persistieron zonas con vegetación templada y cursos de agua libres de hielo durante los episodios más suaves del glaciar, conocidos como interstadiales del MIS 3. En esos intervalos, la temperatura media aumentaba lo suficiente para permitir el crecimiento de árboles como robles, pinos y abedules, creando refugios ideales para especies acuáticas de gran tamaño. Estos ambientes, aunque efímeros, fueron suficientes para mantener pequeñas poblaciones de hipopótamos durante milenios.

Distribución temporal de hipopótamos, mamuts y rinocerontes lanudos fósiles datados por radiocarbono del Graben del Alto Rin

Dispersión a través de corredores fluviales

El estudio también sugiere que la dispersión de estos animales hacia el norte pudo producirse a través de corredores fluviales conectados con el Mediterráneo, como los ríos Ródano y Rin. El análisis del ADN mitocondrial indica una divergencia genética de unos 230.000 años respecto a las poblaciones africanas, lo que apunta a una expansión originada probablemente en el sur de Europa (Italia o la Península Ibérica) antes de los grandes avances glaciares. Estas rutas habrían permitido que grupos reducidos colonizaran zonas templadas de Europa central antes de quedar aislados por el hielo.

El hallazgo tiene implicaciones más amplias sobre cómo la megafauna europea resistió las oscilaciones climáticas del Pleistoceno. Los hipopótamos no fueron una excepción, sino parte de una red de especies capaces de sobrevivir en refugios locales, al igual que hicieron los mamuts o los bisontes esteparios. Los investigadores destacan que este tipo de descubrimientos solo es posible gracias al desarrollo del análisis de ADN antiguo, que permite reconstruir con precisión no solo la historia genética de las especies, sino también los escenarios ecológicos en los que prosperaron o desaparecieron.

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