Esta provincia tuvo la primera salina marina de la época romana y hoy es conocidísima por su industria conservera
Nuestra geografía cuenta con numerosas salinas, situadas en zonas de costa y en zonas interiores. Muchas son célebres por la variedad, por la calidad o por la antigüedad. Y es que, aunque alguna sigan en funcionamiento otras, en cambio, son una auténtica página de nuestra historia.
Es el caso de la provincia de Pontevedra, concretamente en A Lanzada, Sanxenxo, donde muchos expertos aseguran que se localizaron yacimientos a través de los que se puede llegar a la conclusión de que fue la primera salina marina de la época romana.
Tanques y canales
En el casco antiguo de Vigo, junto al antiguo borde marítimo, se documentaron hasta tres factorías destinadas a la producción de pescado en salazón. Las factorías estuvieron activas entre los siglos I d.C. y los siglos III/IV d.C., al mismo tiempo que el complejo salinero de O Areal, que proporcionaría la materia prima necesaria, junto con el pescado, para su producción.
La factoría de Marqués de Valladares, la mejor conservada, contaba con al menos 5 grandes tanques cuadrangulares con muros de piedra y cerca de 2 metros de profundidad. Para completar el proceso de producción, había un sistema de canales que proveía agua dulce desde dos pozos.
Más tarde, la producción de la sal y su reputación no cayeron. Durante la Edad Media, la sal extraída en la península era enviada a mercados lejanos como los Países Bajos y el mar Báltico, consolidándose como un bien de alto interés comercial.
Pero, según aseguran muchos expertos, el valor estratégico de la sal alcanzó aún más magnitud cuando, hacia 1564, se convirtió en un producto estancado, bajo monopolio de la Corona, que asumió el control de su exportación.
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