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Sobre este blog

UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.

80 ataques de colonos israelíes al mes

Um Mohammad Abayat recordando los incidentes con colonos israelíes desde una de las casas carbonizadas

Duha Hmidan

Cisjordania —
28 de septiembre de 2023 05:00 h

“No hay palabras para describir el horror que presenciamos mis hijos y yo ese día. No sabía cómo actuar. Éramos nueve dentro de la casa, incluidos cuatro niños. Dado que la casa está rodeada de ventanas, estábamos muy expuestos a los disparos. No pudimos encontrar un lugar donde escondernos, a excepción del baño”, explica Um Mohammad Abayat , mientras recuerda uno de los ataques más recientes de colonos. El pueblo de Um Safa, al noroeste de Ramallah, ya no es tan pacífico como solía ser. Sus casas blancas se han vuelto negras por los incendios provocados por colonos que las han quemado y destruido.  

Desde 2022, más de 1.100 palestinos de 28 comunidades se han visto obligados a huir de sus hogares citando el aumento de la violencia y el impedimento del acceso a tierras de pastoreo por parte de los colonos israelíes. Durante el mismo período, 1.614 incidentes relacionados con los colonos provocaron víctimas palestinas o daños a la propiedad, un promedio de 80 incidentes por mes, el volumen más alto jamás documentado por la ONU desde que comenzó su seguimiento en 2006. 

Um Mohammad y su familia fueron testigos de uno de estos ataques indiscriminados contra su casa donde dispararon contra las ventanas superiores, haciéndolas estallar. El marido trató de mantener a los colonos alejados de la casa. Subió a la azotea donde les lanzó algunas cajas con miel para disuadirlos. “Cuando los colonos se dieron cuenta de que estábamos resistiendo, atacaron la casa de mi hijo junto a la nuestra. Su esposa y sus tres hijos estaban dentro. Rompieron la puerta y le prendieron fuego a la casa. Comencé a gritar y pedir ayuda a los vecinos. Afortunadamente, llamaron a los bomberos que llegaron y apagaron el fuego, rescatando a los niños y a su madre”. 

Los asentamientos son comunidades residenciales israelíes establecidas en territorio Palestino ocupado con el apoyo del estado israelí. Michael Lynk, relator de derechos humanos designado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, explica que los asentamientos israelíes violan la prohibición absoluta de que una potencia ocupante traslade parte de su población civil a un territorio ocupado. La comunidad internacional calificó esta práctica de crimen de guerra cuando adoptó el Estatuto de Roma en 1998. 

“Para Israel, los asentamientos sirven para dos propósitos relacionados. Uno es garantizar que el territorio ocupado permanezca bajo control israelí a perpetuidad. El segundo propósito es garantizar que nunca habrá un auténtico Estado palestino”, declara Lynk. 

“Estas son exactamente las razones por las que la comunidad internacional acordó prohibir la práctica de la implantación de colonos cuando creó el Cuarto Convenio de Ginebra en 1949 y el Estatuto de Roma en 1998”, explica el relator. 

El establecimiento de numerosos asentamientos contribuye al desplazamiento forzado de los residentes palestinos y a la expulsión de sus hogares. Esta situación ha creado un ambiente opresivo en la vida cotidiana de los palestinos y palestinas que viven cerca de dichos asentamientos. Sufren constantes ataques a propiedades, árboles y medios de subsistencia, restricciones de movimiento y pérdida de privacidad por la presencia de guardias de seguridad privados y cámaras de vigilancia, todo ello destinado a presionarlos para que abandonen sus tierras.  

Um Mohammad explica que los daños materiales incluían ventanas rotas, muebles quemados, puertas rotas, así como varios automóviles, tractores y equipos agrícolas. Ni siquiera los juguetes de los niños que estaban en el patio de la casa se salvaron. 

“Atacaron también otra casa en la parte occidental del pueblo, rompieron las ventanas y quemaron las puertas. Intentaron entrar en la casa vecina pero no lograron abrir la puerta, por lo que prendieron fuego a las llantas del coche y las arrojaron al patio, donde se encontraban la madre con sus hijas, una de año y medio, otra de 10 años y una recién nacida que apenas tenía un día de vida. Afortunadamente, la defensa civil y los jóvenes del pueblo extinguieron el fuego y rescataron a la madre y a sus hijos antes de que murieran asfixiados o quemados”, afirma Musa Abayat, marido de Um Mohammad. 

Estos grupos de colonos que atacan hogares palestinos se conocen como “jóvenes de las colinas”. Su objetivo es aterrorizar a los residentes y obligarles a abandonar sus tierras para establecer nuevos asentamientos en Cisjordania. El principal medio y sustento de los aldeanos palestinos es la agricultura. Dejar sus tierras o que se las apoderen significa el fin de sus vidas. 

En este ataque en concreto 10 casas y 7 vehículos resultaron quemados y un palestino muerto. Por miedo a nuevos ataques, los palestinos están intentando mejorar la seguridad de sus hogares con medidas como la instalación de rejas en las ventanas y asegurando las puertas de las casas con cadenas de hierro. “No tenemos nada más para defendernos. Esto es todo lo que podemos hacer para protegernos”, comenta Um Mohammad. 

La ansiedad y miedo a posibles nuevos ataques se palpa en el ambiente del pueblo. “Las reacciones de los niños son extremadamente desgarradoras. Sufren pesadillas nocturnas, miedo constante a cualquier sonido desconocido que puedan escuchar y ataques de pánico. Cuando mi pequeña hija de 10 años sale de casa por cualquier motivo, comienza a llorar y dice: 'No me dejes morir sola. Muramos juntos o vivamos juntos'”, concluye Um Mohammad. 

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UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.

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