UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.
Ghassan: “Pensábamos que volveríamos en unos días”
Hoy despertamos con la amenaza de una nueva ofensiva sobre Gaza. Justo este verano se cumplen cuatro años de la última. Sólo hace cuatro años desde la operación militar israelí más mortífera desde el comienzo de la ocupación en 1967. Solo cuatro años desde que 1.460 civiles palestinos, entre ellos 556 niños, fueran masacrados y 11.231 resultaran heridos. Y de que casi el total de los 2 millones de habitantes de la Franja sufrieran secuelas que les acompañarán de por vida. Sólo cuatro años desde que unas 160.000 viviendas fueran destruidas o dañadas, y desde que 500.000 personas tuvieran que huir de sus casas en busca de refugio contra las bombas, convirtiéndose en desplazados internos.
Solo cuatro años porque, aunque parezcan muchos, para la gente que lo perdió todo en la última ofensiva de 2014, cuatro años no han sido suficientes ni tan siquiera para empezar a reconstruir sus vidas, y mucho menos sus hogares.
Ghassan perdió su casa en la ofensiva de 2014. Vivía en Shejaya, al este de la ciudad de Gaza, una de las zonas más afectadas por la ofensiva. La destrucción en la zona fue total y la mayor parte de su barrio quedó inhabitable. Tras cuatro años, él y diecisiete miembros de su familia siguen desplazados.
“Nunca olvidaré el día en que mi familia y yo tuvimos que dejar nuestra casa. La casa de nuestro vecino fue atacada y la nuestra gravemente afectada, así que tuvimos que huir para salvar nuestras vidas. En aquel entonces, pensábamos que volveríamos después de unos días. No sabíamos que estaríamos desplazados durante más de tres años”, explica Ghassan con tristeza. “Perder la casa es como perder la vida”, añade.
Para estas familias, las consecuencias de la ofensiva de 2014 están lejos de acabar. “Durante el conflicto nos trasladamos de un refugio de UNRWA a otro, y cuando se cerró el último, empezamos a buscar un apartamento para alquilar. Fue muy duro para nosotros y para muchas familias que perdieron sus hogares. Vivíamos en un edificio de dos plantas con más de ocho habitaciones”, recuerda Ghassan, “ahora vivimos en una casa de dos habitaciones”. Cada mes la familia recibe un subsidio de alquiler. “Durante los últimos tres años y medio, mi vida ha sido inestable y dura. Al final de cada mes, me siento agradecido por el apoyo que recibimos de UNRWA porque sin el subsidio de alquiler, nuestra vida habría sido insoportable. Sueño día y noche con poder reconstruir y volver a nuestra casa”, explica Ghassan.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), más de 22.000 personas siguen desplazadas en Gaza (hasta finales de febrero de 2018), muchas de ellas siguen viviendo en condiciones precarias con incertidumbre sobre su futuro inmediato.
Cuando leemos que una nueva ofensiva puede ser inminente, pensamos en los 2 millones de personas de Gaza, en los 1,3 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, en una población que aun no se ha recuperado física, ni mucho menos psicológicamente de la última ofensiva, y en que es probable que nunca lo hagan. No nos podemos ni imaginar cómo deben sentirse ante el horror de que se repita otra vez.
Sobre este blog
UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.