Es la piscifactoría más antigua de España y se podrá visitar este verano: horarios, precios y dónde comprar las entradas
La piscifactoría más antigua de España, ubicada en los jardines del Real Sitio de La Granja de San Ildefonso, en Segovia, reabre sus puertas al público este verano. Patrimonio Nacional ha retomado las visitas guiadas a este espacio histórico, que forma parte del conjunto monumental vinculado al Palacio Real y a los jardines barrocos del siglo XVIII. Durante la temporada estival, los visitantes podrán conocer de cerca este recinto único dedicado a la cría de truchas, que se mantiene en funcionamiento desde tiempos de Felipe V.
El recorrido por la piscifactoría permite descubrir cómo funcionaba originalmente este sistema de aprovechamiento acuático, integrado de forma armónica en el diseño paisajístico del jardín. Además de su interés histórico y natural, la visita es también una oportunidad para pasear por uno de los conjuntos paisajísticos más representativos del barroco en España. Las visitas están disponibles en fechas concretas, tienen aforo limitado y requieren reserva previa.
La piscifactoría fue construida en 1867 en La Granja porque sus aguas frías y caudalosas, favorecían la crianza de truchas que, de hecho, sirvieron para repoblar los ríos cercanos. Estuvo en funcionamienot hasta mediados del siglo XX.
La experiencia se puede complementar con un paseo por los jardines monumentales, conocidos por sus fuentes ornamentales, y con visita al interior del Palacio Real de La Granja. El conjunto forma parte del patrimonio de la Corona española y sigue siendo uno de los destinos culturales más relevantes de Castilla y León durante el verano.
Visitas de verano 2025: qué incluye y cómo reservar
La piscifactoría histórica de La Granja de San Ildefonso podrá visitarse de forma guiada en fechas seleccionadas entre junio y diciembre de 2025. Las visitas están organizadas por Patrimonio Nacional y serán conducidas por el personal de Guardería del propio organismo, ofreciendo una visión completa del funcionamiento de esta instalación única, así como de su papel en la repoblación de ríos con truchas en la Sierra de Guadarrama.
La actividad tiene un precio general de 4 euros, con entrada digital y no es necesario imprimirla, y se realiza en grupos de hasta 30 personas. De junio a septiembre, las visitas comienzan a las 18:00 y de octubre a diciembre, a las 16:00. La duración aproximada es de una hora. Es necesario llegar 15 minutos antes al acceso principal de los jardines del Palacio Real, desde donde se inicia un breve paseo hasta el punto de encuentro: el Puente de los Suspiros, junto al Estanque del Mar.
El recorrido no es accesible para personas con movilidad reducida y se recomienda calzado cómodo. Las entradas deben adquirirse con antelación a través de la web oficial de Patrimonio Nacional.
Los Jardines del Palacio Real de La Granja y sus fuentes
Los Jardines del Palacio Real de La Granja comenzaron a diseñarse al mismo tiempo que se levantaba el palacio como residencia de retiro para Felipe V. Su trazado se debe principalmente a los franceses René Carlier y Esteban Boutelou, quienes incorporaron elementos del gusto italiano y francés del siglo XVIII. Lo que distingue a este conjunto es su proyección más allá de los límites formales del jardín, integrándose de manera armónica en el paisaje de los Montes de Valsaín. Esta fusión entre naturaleza, arquitectura vegetal y bosque era poco habitual en la jardinería palaciega de la época.
El recinto ocupa 146 hectáreas distribuidas entre zonas arboladas, áreas ajardinadas y espacios reservados. En su interior se encuentran 26 fuentes Monumentales, todas ellas inspiradas en escenas y personajes de la mitología clásica. Estas fuentes presiden los principales espacios del jardín y fueron realizadas por un equipo de escultores franceses liderado por René Férmin, Jean Thierry, Dumandrè y Pitué.
El sistema hidráulico, diseñado en el siglo XVIII, permite que el agua fluya por presión natural desde el gran Estanque de El Mar, situado en la parte más alta del jardín. Gracias a este sistema, es posible activar espectaculares juegos de agua sin necesidad de mecanismos modernos. El acceso a los jardines es libre durante todo el año hasta una hora antes del anochecer, aunque durante el funcionamiento de las fuentes monumentales es necesario abonar una entrada específica.
Las Fuentes Monumentales de los Jardines del Palacio Real de La Granja tienen tres jornadas de encendido oficial al año:
- 30 de mayo, festividad de San Fernando, a las 17:30 h
- 25 de julio, día del Apóstol Santiago, a las 17:30 h
- 25 de agosto, festividad de San Luis, patrón del Real Sitio de San Ildefonso, a las 17:30 h
Para confirmar el calendario completo de funcionamiento de las fuentes, se recomienda consultar la web oficial de Patrimonio Nacional antes de la visita.
El Palacio Real de La Granja de San Ildefonso
El Palacio Real de La Granja de San Ildefonso inició su construcción en 1721 durante el reinado de Felipe V. El arquitecto Teodoro Ardemans fue el encargado de levantar un pequeño palacio barroco alrededor del antiguo claustro de los monjes jerónimos de El Parral, que hoy corresponde al Patio de la Fuente. Este espacio se ideó como un retiro para el rey tras su posible abdicación.
Sin embargo, la temprana muerte de Luis I en 1724, hijo y sucesor de Felipe V, hizo que el monarca mantuviera el trono, lo que llevó a la ampliación del palacio y a la construcción de varios edificios anexos. Entre 1725 y 1732, el arquitecto Andrea Procaccini proyectó y construyó el Patio de Coches, por donde hoy entran los visitantes, y posteriormente el Patio de la Herradura, situado junto al acceso actual a los jardines
La fachada principal que da a los jardines es obra de Filippo Juvarra y su discípulo Juan Bautista Sachetti. El interior se decoró con gran lujo, acorde con el estilo y la majestuosidad que la monarquía quería reflejar. Destacan el Museo de Tapices, instalado en la antigua Casa de Damas, con una notable colección de tapices flamencos dedicados a los reinados de Carlos I y Felipe II; la Galería de las Estatuas en la planta baja; y salas emblemáticas como el Salón del Trono y la Sala Japonesa en la planta superior. Aunque un incendio en 1918 dañó parte de las pinturas de las bóvedas, aún se conservan numerosas obras de gran valor histórico y artístico.
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