Este rincón de Tarragona guarda seis cuevas, un bonito entorno fluvial y es perfecto para una excursión de verano
En la comarca del Baix Ebre, en el sur de la provincia de Tarragona, se encuentra el municipio de Benifallet. Este pequeño pueblo, situado a orilla del río Ebro y a unos 30 kilómetros de Tortosa, es conocido por su entorno natural y su cercanía a la Vía Verde, pero sobre todo por albergar uno de los sistemas de cuevas más interesantes de Catalunya: las Coves Meravelles. Su ubicación estratégica, entre las montañas de la Serra de Cardó y el valle del Ebro, ha favorecido tanto a la formación geológica de las cavidades como su uso histórico por parte de diferentes culturas.
Las cuevas de Benifallet forman parte de un conjunto de seis cavidades, de las cuales solo dos están adaptadas para los visitantes: la Cova Meravelles y la Cova del Dos. Estos espacios subterráneos se han convertido en un importante reclamo para los visitantes que buscan combinar naturaleza, arqueología y turismo cultural. El acceso es sencillo, ya que se encuentran a solo tres kilómetros del núcleo urbano de Benifallet, en una zona bien señalizada y equipada para las visitas guiadas.
Además de su valor turístico, las Coves Meravelles representan un punto de interés científico y patrimonial. En su interior se han documentado formaciones geológicas de gran singularidad y restos arqueológicos que abarcan desde el Neolítico hasta la Guerra Civil. Esto ha llevado a que, desde 2021, el conjunto de cuevas sea reconocido como Bien Cultural de Interés Local, reforzando su importancia dentro de la oferta patrimonial de las Terres de l'Ebre.
El descubrimiento que cambió a Benifallet
El hallazgo de las Coves Meravelles marcó un antes y un después para el municipio de Benifallet. En la primavera de 1967 y 1968, el Grupo de Investigaciones Espeleológicas del Centro Excursionista de Gracia (GIE-GEC) realizaba una campaña en la Serra de Cardó con el objetivo de estudiar cavidades que se conocían desde tiempos pasados. Durante estas exploraciones localizaron una serie de cuevas, entre ellas la que hoy se conoce como Cova Meravelles. Lo que inicialmente era una pequeña oquedad terminó siendo un recorrido subterráneo de gran interés geológico y arqueológico.
Con el tiempo, se acondicionó una parte de la Cova Meravelles para hacerla accesible al público. El 1 de noviembre de 1993 se inauguró oficialmente el recorrido turístico, iluminado y señalizado, que permitió a los visitantes recorrer sus salas de manera segura. Este paso transformó a Benifallet en un punto de referencia dentro de las rutas de interés turístico de las Terres de l'Ebre, contribuyendo al desarrollo económico local y consolidando la identidad del pueblo en torno a su patrimonio subterráneo.
Un conjunto de seis cuevas, dos abiertas al público
El sistema subterráneo de Benifallet está compuesto por seis cavidades: la Cova Meravelles, la Cova del Dos, la Cova Xafarroques, la Cova Marigot, la Sima del Sifón y la Sima del Cataclismo. Estas cuevas se encuentran hídricamente conectadas y forman parte de un mismo entorno geológico. Sin embargo, no todas son accesibles al visitante, ya que solo dos de ellas, la Cova Meravelles y la Cova del Dos, han sido acondicionadas con pasarelas, iluminación y señalización para recibir turismo de manera segura.
La Cova Meravelles es la más extensa y espectacular. Con un recorrido total de 510 metros y casi 10 metros de desnivel, ofrece un trayecto turístico de 200 metros dividido en tres salas: la Sala de los Lápices, el Anfiteatro y la Sala de la Música. En su interior, las formaciones de estalactitas, estalagmitas, columnas, banderas y excéntricas crean un paisaje que sorprende por su diversidad y complejidad. La peculiaridad de las excéntricas, que parecen desafiar la gravedad, es uno de los elementos que más llama la atención a quienes la visitan.
Por su parte, la Cova del Dos debe su nombre a las dos bocas de entrada que la caracterizan. Aunque su recorrido total es de 235 metros, solo 25 metros están abiertos al público. Esta cavidad destaca no solo por sus formaciones, sino por su relevancia histórica. En ella se encontraron restos arqueológicos del Neolítico, como cerámicas, puntas de sílex y enterramientos, además de haber servido como refugio durante la Guerra Civil. Actualmente, los objetos originales se conservan en museos, mientras que en el interior de la cueva se exhiben reproducciones para contextualizar su valor patrimonial.
El resto de cavidades, aunque no están habilitadas para las visitas turísticas, tienen un alto interés científico. Algunas han proporcionado importantes hallazgos arqueológicos, mientras que otras son objeto de estudio por parte de espeleólogos debido a sus características geológicas.
Qué hacer en Benifallet
Este municipio se encuentra en el corazón del Baix Ebre, junto al río Ebro, y forma parte de la Reserva de la Biosfera de la Terres de l'Ebre. Aunque sus cuevas son su principal atractivo, el pueblo ofrece muchas otras experiencias vinculadas con su patrimonio natural, cultural e histórico.
Uno de los lugares más emblemáticos es el Llagut Benifallet, una embarcación tradicional que realiza paseos de aproximadamente una hora por el Ebro. Estos recorridos narrados permiten descubrir la flora, fauna y paisajes ribereños del entorno. Actividades como kayak, piragua o paseo en zodia también se pueden contratar para disfrutar del lugar.
El entorno natural se complementa con rutas de senderismo como los itinerarios GR-7 y GR-99 que atraviesan la Sierra de Cardó, así como la Vía Verde del Bajo Ebro, que recorre la antigua línea del tren Val de Zafán transformada en vía ciclista y peatonal de cerca de unos 22 kilómetros. En el ámbito cultural, destacan el Castellot de la Roca Roja, uno de los poblados íberos mejor conservados de Catalunya, y edificaciones históricas como la ermita románica de la Mare de Déu de Dalt del siglo XIII o la iglesia parroquial de Santa Mariade l'Assumpció dedicada a la Asunción de la Virgen del siglo XVII.
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