El arte japonés del sampuru, la comida hiperrealista que no es comida
Japón es una caja de sorpresas. No importa cuántas veces hayas ido, porque siempre tiene algo nuevo con lo que dejarte con la boca abierta. Es el país de las excentricidades y da para hablar largo y tendido, pero en cualquier primer viaje a Japón siempre hay algo que acapara poderosamente nuestra atención: el sampuru, la magistral técnica de reproducir en resina platos de comida hiperrealistas.
La primera vez que pasas por un restaurante en el que sus escaparates muestran una réplica exacta de sus platos, en realidad no sabes muy bien qué pensar. ¿Es comida de verdad? ¿La ponen ahí cada día? ¿Qué le han echado a esa comida para que se quede así? Pero entonces ves sopas y platos de ramen que no se derraman, e incluso fideos que se mantienen en vertical, lo que te hace pensar en que igual eso, aunque parezca comida, no es comida. Entonces… ¿Es de plástico? ¿Es comida de mentira? Pero si es así, ¿cómo es posible hacer algo tan realista que nada más verlo ya apetezca comérselo? Para entenderlo hay que saber en qué consiste el sampuru, conocer sus técnicas de fabricación e incluso, si quieres, visitar algún taller especializado dedicado al diseño y fabricación de este arte que ya es parte de la cultura culinaria japonesa.
Sampuru, comida que no es comida
El sampuru lo encontrarás por prácticamente toda la geografía de Japón, y a pesar de su extensión y magnitud, sigue teniendo más que ver con la artesanía que con la industria. El sampuru, cuyo nombre viene del inglés sample (muestra), surgió como una técnica para dar a conocer los alimentos occidentales que llegaban al país, pero hace ya mucho que las tornas se cambiaron y ahora se encarga de mostrar a los turistas extranjeros la gastronomía japonesa a base de mostrar ejemplos. Es mucho más fácil saber lo que se pide cuando se ve lo que se va a comer, que pidiendo sobre un menú escrito con kanji que pocos turistas son capaces de descifrar.
Sus orígenes como herramienta ilustrativa de los restaurantes se remontan a principios del siglo XX, pero en 1932 Iwasaki Ryuzo fundó la empresa Iwasaki Co. y fue entonces cuando se popularizaron las reproducciones de comida. En un principio se empleaba cera y moldes de kanten, pero las técnicas han evolucionado hasta la resina plástica de vinilo y los moldes de silicona empleados hoy en día, que consiguen resultados mucho más resistentes, duraderos y realistas.
¿Pero cómo es el proceso del sampuru? Los platos de sampuru que ves al pasear por la calle son encargos que los restaurantes hacen a los artesanos de esta técnica, para así mostrar su menú a los posibles clientes y que su oferta entre por los ojos. Para ello, los restaurantes envían sus platos originales a los maestros del sampuru, que los recrean en sus talleres utilizando todo tipo de colores y formas, para conseguir detalles altamente realistas de cada producto, por complejos o minúsculos que sean. Tal es la aproximación conseguida que resulta muy complicado distinguir el plato real del artificial. La variedad del sampuru es tan extensa como la propia gastronomía japonesa, y el valor de los platos de resina puede alcanzar un coste diez veces superior al de comida de verdad.
Gujo-Hachiman, el epicentro del sampuru
En Gujo-Hachiman, en la prefectura de Gifu, es donde Iwasaki Ryuzo fundó su empresa en 1932, y es en este municipio donde se concentra la mayor producción del sampuru que ves por todo Japón, por lo que destaca como epicentro de esta técnica de recreación. Paseando por sus calles encontrarás más de diez talleres artesanos dedicados al sampuru, y como no prestes atención, al ver la comida que exhiben en sus puertas es posible que los confundas con restaurantes. Muchos de ellos ofrecen visitas para que puedas conocer los secretos del sampuru y ver a los artesanos trabajar en directo, e incluso talleres de sampuru para que, si te pica la curiosidad, puedas fabricar tu propia comida de resina y llevártela a casa de recuerdo, y así tener una muestra de sushi, tempura o verduras para toda la vida.
Más allá del sampuru, si visitas Gujo-Hachiman te adentrarás en una población histórica japonesa, donde la arquitectura tradicional se fue construyendo en torno a su castillo. En Japón es conocida además por su festival de danza Gujo Odori. Una tradición con más de 400 años de antigüedad que se celebra cada verano de julio a septiembre y en el que se representan diez danzas diferentes, siendo su momento cumbre en agosto durante el período Obon. El transporte más cómodo para llegar a Gujo-Hachiman es mediante tren o autobús desde Gifu o Nagoya.
Sampuru para el recuerdo
El sampuru es tan llamativo que ya se ha convertido también en uno de los souvenirs más populares entre los turistas. Por lo que si te quieres llevar un poquito de comida falsa en la maleta, encontrarás mil y una opciones para recordar en casa este arte de la reproducción culinaria. Lo verás en multitud de tiendas de recuerdos de las grandes ciudades, e incluso en Tokio y Osaka existe una gran oferta de talleres en los que participar en su técnica de creación. Da igual lo que busques, porque si existe, posiblemente lo encontrarás. Desde imanes para la nevera en forma de sushi, ramen, sashimi, tempura, tataki, verduras, carnes o frutas, a fundas para móviles, llaveros o adornos de todo tipo. Por lo que no será difícil llevarte un trocito de la gastronomía japonesa para el recuerdo.
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