Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El ataque limitado de Israel a Irán rebaja el temor a una guerra total en Oriente Medio
El voto en Euskadi, municipio a municipio, desde 1980
Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

“Si cada vez que cojo el lápiz tuviera que pensar en quién se ofende, no podría dibujar nada”

José Antonio Bernal, en su estudio. Foto: Juan Manzanara

Óscar Senar Canalís

El dibujante José Antonio Bernal (Zaragoza, 1979) asegura que esta ha sido su “semana fantástica”. Con apenas unos días de diferencia ha celebrado el número 2000 de la revista El Jueves, en la que colabora desde hace más de una década, y ha recogido el premio a mejor humorista del año en el marco del IX Festival del Humor de Zaragoza.

Bernal, más que dibujante, se siente “monigotero” -“Es lo que hago”, explica-, pero el papel no es el único medio en el que expresa su humor. El creador de 'Jano in corpore sano' se ha subido a los escenarios con el espectáculo 'Esto es así... ¡Y punto!', en el que comparte tablas con el monologuista Diego Peña y el actor Rafa Blanca.

¿Ves este premio como un reconocimiento del humor aragonés a los 'monigoteros'?

En un primer momento, como cuando me lo comunicaron acabábamos de estrenar el espectáculo 'Esto es así... ¡Y punto!', pensé que me lo daban por subirme a los escenarios. Pero el jurado me dejó muy claro que había valorado mi trayectoria como dibujante, el que lleve 11 años publicando todas las semanas en El Jueves. Han considerado que el humor gráfico era otra rama más del humor que merecía reconocimiento.

Has dado un salto poco habitual, de dibujante a actor.

No me considero actor, soy más bien un tío sin vergüenza... Es lo que tiene no saber decir que no a amigos como Rafa Blanca y Diego Peña. Ya habíamos trabajado juntos en el programa 'En el fondo norte' de Aragón Televisión, y durante ese año congeniamos muy bien porque nos unía el mismo sentido de humor. Cuando acabó el programa hablamos para hacer algo juntos, y al final surgió la idea de hacer un 'chou' en el que se combinaran las facetas de cada uno: actor, monologuista y dibujante. Si yo tenía que participar en el mismo plano, no me quedaba otra que tirarme a la piscina y subirme al escenario con ellos. Antes del estreno pasé los días con más nerviosos de mi vida, porque estoy acostumbrado a la soledad de mi estudio de dibujante...

¿Cómo se digiere ese cambio?

En el estudio nadie me dice nada, como mucho escucho de fondo a los niños que juegan en la calle mientras dibujo. Sobre el escenario me contempla un público ante el que cualquier fallo no se puede tapar con 'tipex'. Mis compañeros de espectáculo decían que ellos me veían en el papel, y estar junto a ellos, que tienen muchas tablas, me tranquilizó. Por suerte, el estreno nos confirmó que la cosa funcionaba.

Te reivindicas como 'monigotero'.

Es mi trabajo. El que dibuje a Batman o a Superman dirá que hace superhéroes, pero lo que yo hago son monigotes. Además es una denominación que viene de la tradición de Bruguera, y por eso me encanta. Eso sí, aunque suene chulo, la verdad es que para ligar presentarse como 'monigotero' no funciona mucho (risas).

Desde hace más de una década trabajas para El Jueves, que esta semana ha celebrado su nº 2000. ¿Cómo ves la situación del humor gráfico en España?

Los humoristas gráficos fueron unos de los primeros damnificados de la crisis de la prensa, igual que los reporteros. En este sentido, considero que el dibujante es uno más en la redacción de un periódico: tiene que estar al tanto de la actualidad, investigar... Aquí en Aragón se ha producido una desaparición casi total de dibujantes en los periódicos.

¿Es ahora más complicado hacer humor que cuando empezaste? ¿Tienes más miedo a herir susceptibilidades?

Miedo, no. Y sobre la dificultad de hacer humor, es algo que va por rachas. Cuando las cosas van mal, los chistes se vuelven más ácidos, porque el humorista gráfico es uno más de los que sufre lo que pasa en la calle y eso lo traslada a sus viñetas. Sin embargo, en esa misma situación, los lectores están con menos ganas de leer bromas. Así, si haces un chiste sobre un tema que afecta a alguien, aunque des en la diana, a esa persona no le va a hacer gracia. Eso se une a que es más fácil hacer humor cuando hay dificultades que cuando se vive en el mundo de la piruleta...

¿Te has encontrado la sorpresa de hacer un chiste que considerabas inocuo y que haya provocado quejas de los lectores?

Aún sigo recibiendo comentarios de fanáticos por mi chiste sobre la muerte de Michael Jackson. También he hecho alguna viñeta sobre despidos en una gran empresa por la que han llegado quejas de peces gordos de la compañía. Donde más me ha pasado esto ha sido en temas deportivos, no hay color comparado con otros ámbitos como la política o la sociedad. Aunque soy aficionado al Real Zaragoza, por motivos profesionales he tenido que dibujar viñetas críticas con el equipo, y me han puesto a caer de un burro. El fútbol mueve masas, y cuando pones el dedo en la llaga...

Un debate inacabable: los límites del humor. En estas últimas semanas se ha criticado a la revista Charlie Hebdo por su tratamiento de la crisis de los refugiados.

Los límites del humor se los pone cada uno. A la hora de trabajar yo no me los fijo, porque si cada vez que cojo el lápiz tuviera que pensar quién se puede sentir ofendido, no podría dibujar nada. El problema no está en lo que plasma el dibujante, sino en el radical que ve en eso una ofensa tal como para coger una pistola y matar a alguien. Nosotros no podemos fijar los gustos de la gente, simplemente hacemos nuestro trabajo.

Hace unas semanas se constituyó el Consejo de la Cultura de Aragón, y entre los nombres no había ningún representante del cómic.Consejo de la Cultura de Aragón

He echado de menos la presencia de alguien del mundo del cómic en ese equipo. Pero tampoco creo que sea necesario nombrar a un representante específico solo para este sector, porque imagino que los elegidos controlan el medio cultural de la comunidad y conocen la realidad del tebeo aragonés.

Etiquetas
stats