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Puy du Fou Toledo: “Esta empresa va en serio, no viene a especular”

Empresarios de Puy du Fou y autoridades, hoy, en el Palacio de Fuensalida de Toledo

Carmen Bachiller

No es un parque de atracciones ni “un parque temático al uso” y será una auténtica “novedad” en el panorama del ocio español. Puy du Fou Toledo es el proyecto que la empresa francesa del mismo nombre tiene previsto abrir en su totalidad en el año 2020 para recrear “un viaje en el tiempo”, según su presidente Nicolas de Villiers, que abarcará desde la antigüedad hasta el siglo de Oro.

Antes, en 2019, se abrirá un espectáculo nocturno. Una superproducción de una hora y cuarto que recorrerá los momentos más importantes de la historia de España, desde los Carpetanos hasta el siglo XIX y que contará con más de 300 actores, jinetes y técnicos. Lo podrán ver hasta 4.000 espectadores gracias a la implementación de las más novedosas tecnologías en un escenario de 10 hectáreas. Para el primer año ya se esperan más de 120.000 espectadores.

Unas cifras que se quedan pequeñas si se comparan con las expectativas para 2020, cuando se abra la primera fase del parque diurno en 30 hectáreas de naturaleza (incluidos animales), dos espectáculos diurnos al aire libre, otros dos de interior y la recreación de un pueblo con restaurantes. Los espectáculos se darán a conocer en los próximos meses. En 2020 ya se espera la visita de 1,3 millones de visitantes, 15.000 diarias. A partir de ese momento, el parque seguirá creciendo.

¿Por qué Toledo?

Este martes se ha presentado el proyecto en el Palacio de Fuensalida de Toledo. Es un proyecto íntegramente privado, y con capital exclusivo de la empresa francesa Puy du Fou. Philippe de Villiers, su fundador allá por 1977, cuando apenas era un estudiante, ha asegurado que la elección de Toledo como sede de su nuevo proyecto tiene que ver con la riqueza cultural “excepcional” de la ciudad, junto a su posición geográfica, su potencial turístico y la receptividad del Gobierno castellano-manchego. “Toledo nos hace soñar, ha marcado la historia del mundo”.

De Villiers aseguraba que se trata de un proyecto franco-español. “No se impondrá la visión francesa sobre España, será un parque profundamente español”, insistía, y contará entre otros con el asesoramiento de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo y de especialistas españoles para los espectáculos. “Tendremos éxito si España encuentra en este parque un lugar de reencuentro con su historia, si encuentra su alma y su orgullo”.

Será algo más que un parque temático. Era uno de los mensajes más repetidos. “Un modelo sin derecho de autor, porque es un acto de amor, nada de subvenciones, nada de accionistas”, sostenía De Villiers. Aunque la consejera de Economía de la región, Patricia Franco haya comentado que con el paso del tiempo se abrirá la puerta a inversores españoles. El fundador de la multinacional francesa prefiere evitar la palabra parque. “Es una palabra ambigua”, decía, basada en un mero centro de ocio. “Los nuestros son espectáculos vivos, con la sensación-emoción como un nuevo concepto”.

Nicolas de Villiers, presidente de Puy du Fou, lo describía como “un paseo en el tiempo, en el corazón de una naturaleza preservada, basado en la autenticidad porque todo está hecho de madera e integrado en la naturaleza”. Además, todas las escenas están “construidas para impresionar a los visitantes, a todas las familias y todas las edades”. Un parque, decía, “de sensaciones” y no “un producto de consumo” tal y como ya viene funcionando en Nantes, Francia.

Casi 200 millones de inversión

El proyecto tendrá una inversión inicial de 197 millones de euros y prevé crear unos 1.000 empleos. Estará ubicado en un terreno de 140 hectáreas en el término municipal de Toledo, a unos ocho minutos del Casco Histórico en la Finca Zurraquín, muy cerca del municipio de Guadamur.

Jesús Sáinz, vicepresidente Puy du Fou España y ciudadrealeño comentaba cómo se lleva trabajando en hacer realidad la propuesta desde hace ya un año. Entonces Toledo competía con la Toscana en la aspiración de convertirse en sede del centro de ocio. Tras visitar los parques franceses, junto a Carlos Espinosa de los Monteros, embajador de la Marca España regresaron “convencidos” porque, decía, “quizá los españoles tenemos la necesidad de conocer nuestra propia historia y estar orgullosos”.

Desvelaba que el proyecto cuenta con financiación de bancos franceses pero también se buscará el apoyo económico español (en la presentación del acto había representantes de entidades de la región). Las obras de Puy de Fou Toledo, anunciaba, comenzarán en 2018.

“Esta empresa va en serio, no viene a especular”

Es un “día tremendamente feliz”, decía el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page porque “va a resolver muchos de los problemas de la sociedad: económicos, laborales y también emocionales y espirituales”. Abre caminos de “medio y largo plazo” porque, dijo, hablamos de “algo más que una empresa”. “Nos convenció el alma de esta empresa”.

“No es un proyecto público de ningún partido sino de iniciativa privada. De origen francés pero con vocación española”. Se trata de trasladar a España lo que “ya es un éxito en Francia” y resaltó que la idea se fundamenta “en valores”.

“Esta empresa va en serio, no viene a especular”, decía García-Page quizá recordando algún otro proyecto fallido en Ciudad Real como el conocido como 'Reino de Don Quijote'. Pese a tratarse de un proyecto privado, el presidente subrayaba que “tomamos la cautela de conocer la fiabilidad de estos empresarios”. Explicaba que “las personas que hay detrás nos dieron confianza” porque “no nos han pedido nada distinto a la aplicación de la ley. No nos han ofrecido nada. Y va a ser realidad porque queremos que se reproduzca lo que ya es un éxito en Nantes”.

El presidente castellano-manchego cree que este es “un proyecto nacional” y apuntó que “España es un país muy reñido con la historia, que cada uno cuenta según le va”. También alabó a Toledo como “el mejor escenario para que cualquier chico europeo conozca lo que ha pasado en Europa en los últimos 2.000 años. Toledo es la mejor síntesis”.

García-Page hablaba de la creación de empleo que oscilará entre los2.000 y 4.000 puestos entre directos e indirectos, aunque la empresa promotora solo lo cifra en 1.000. El presidente también ha pedido “ayuda a todo el mundo” y “altura de miras” porque empieza un camino “que tiene que acabar bien” y una “nueva página que puede ser histórica para Toledo”. Se refería en particular al Gobierno central y a la Confederación Hidrográfica del Tajo. “Solo faltaría que le pusieran pegas al agua cuando se la llevan de aquí”.

Milagros Tolón, alcaldesa de Toledo dijo sentirse “orgullosa” porque el proyecto viene a demostrar que la ciudad es “un enclave tremendamente atractivo para inversiones de carácter internacional. Y eso va a contribuir a consolidar su posicionamiento en turismo cultural y patrimonial”. La alcaldesa aseguró que la economía toledana “se va a dinamizar para ofrecer nuevas oportunidades laborales”.

Tolón destacó el “momento” en el que llega el proyecto. Justo cuando Toledo celebra sus 30 años como Ciudad Patrimonio de la Humanidad. “Toledo ofrece el compromiso de la conservación, la recuperación patrimonial y la puesta en valor de sus bienes”. Será, decía, “un gran revulsivo” para toda la región.

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