Seis niños y una anciana rohingyas mueren al intentar llegar por mar a Bangladesh

Al menos una anciana y seis niños rohingyas han muerto en el naufragio de dos embarcaciones con miembros de esta minoría musulmana cerca de la costa Bangladesh en las últimas 24 horas, informaron este martes fuentes policiales.

En uno de los incidentes, una embarcación en la que viajaban alrededor de 40 rohingyas se hundió en la mañana de este martes en la Bahía de Bengala cerca de la costa bangladesí, en las proximidades del área de Jalai Palang, en el sureste del país.

El responsable de turno de la subestación policial de Baharchara, Kanchan Kanti, ha indicado a Efe que tres niños y una anciana han muerto en el hundimiento de una embarcación aunque otras 36 personas fueron rescatadas con vida gracias a la ayuda de los vecinos.

No se han reportado más desaparecidos y cinco de los rohingyas implicados en el accidente fueron hospitalizados, han concluid Kanti. En el otro incidente en la Bahía de Bengala, ocurrido anoche, tres niños murieron.

“Los niños murieron al caer del regazo de sus madres cuando se acercaban a la orilla desde el bote”, ha afirmado a Efe Mainuddin Khan, jefe de la estación de Policía de Teknaf, que tiene jurisdicción sobre el área donde ocurrió el accidente.

Desde que estalló la crisis humanitaria de los rohingyas el pasado 25 de agosto se han producido decenas de casos de vuelco de embarcaciones con miembros de esta minoría que huían de Birmania (Myanmar) para llegar a Bangladesh.

A principios de octubre, al menos 34 rohingyas murieron, 18 de ellos menores, y otras trece personas fueron rescatadas con vida. De acuerdo con fuentes policiales, alrededor de 200 rohingyas han perecido ahogados en el mar o en el río Naf en su intento de llegar a Bangladesh desde Birmania.

Más de 600.000 rohingyas han llegado a Bangladesh desde el pasado 25 de agosto. Ese día, un ataque de un grupo insurgente de esta comunidad musulmana contra instalaciones policiales y militares en el estado occidental birmano de Rakhine fue respondida por el Ejército birmano con una gran campaña militar.

De acuerdo con testigos y organizaciones de derechos humanos, el Ejército arrasó poblados incendiándolos y mató a un número indeterminado de civiles a los que tiroteó cuando vaciaba esas localidades.

Los rohingyas sufren una creciente persecución en Birmania desde 2012, cuando estalló el brote de violencia entre budistas de la etnia rakhine y musulmanes que dejó decenas de muertos y unas 120.000 personas confinadas en 67 campos de desplazados.

Pero esta etnia cultural, religiosa y lingüística, considerada una de las más perseguidas del mundo por Naciones Unidas, sufre una discriminación histórica por parte de las autoridades birmanas. Estas consideran que son inmigrantes bengalíes que llegaron hace décadas de la actual Bangladesh, que tampoco los reconoce como ciudadanos propios.