La troika retrasa la solución para Grecia pero esta vez es optimista

El lunes 22 de junio, el día marcado con una equis en Bruselas ante la amenaza de fuga de depósitos en Grecia y la posibilidad de una solución a vida o muerte con el Gobierno de izquierdas de Syriza no será finalmente un día que pase a la Historia de la Unión Europea. Según han afirmado públicamente todas las partes, el acuerdo final, si llega, se producirá en algún momento de esta semana: “Si es posible y todo va bien, podríamos llegar a un acuerdo final esta semana”, ha destacado el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.

Tras la conclusión del Eurogrupo (que ha durado poco más de una hora), Dijsselbloem ha comparecido en una rueda de prensa de menos de diez minutos de duración con su colega Pierre Moscovici, comisario de Asuntos Económicos. El francés ha sido más positivo aún: “Hay una base sólida para trabajar inmediatamente y con coherencia”, ha dicho sobre la propuesta griega que ha llegado partida entre la noche del domingo y la mañana del lunes.

“Se trabajará muy duramente en los próximos días”, vaticinó el ministro holandés, que se refirió a inminentes discusiones sobre menesteres “específicos” y otros “cálculos”. El bisturí estará sobre la mesa.

Pero queda ver la letra pequeña: la nota negativa es que estas palabras tan genéricas se parecen bastante a las de todas las anteriores discusiones, todas igualmente resueltas con desencuentros por ambas partes. La diferencia son los agónicos plazos con los que cuenta Atenas para afrontar los vencimientos de deuda, con una extensión del rescate que vence el próximo 30 de junio.

Portavoces autorizados del BCE han explicado este lunes que lo que se negocia ahora es otra extensión del rescate como la del 20 de febrero, ya que no da tiempo a concretar un nuevo plan ni nuevas reformas. Así, quedarían desbloqueados los más de 7.000 millones euros que necesita Grecia y quedarían en el alero otros 10.000 millones necesarios para la reestructuración de los bancos helénicos. Finlandia y Alemania deben además aprobar dicha extensión en sus respectivos parlamentos.

Cabe la posibilidad de llegar a un pacto esta noche en la cumbre de jefes de Gobierno. Así lo había pedido el presidente de Francia, François Hollande. A esta ahora no parece muy probable, ya que la propuesta griega debe ser analizada en detalle antes de que los líderes europeos den su veredicto.

El BCE además ha aprobado esta mañana prolongar hasta este martes 23 de junio las líneas de emergencia conocidas como ELA a la banca griega y así evitar una quiebra masiva de las entidades bancarias helenas. Es otro suministro de fondos por unos días para mantener vivos a los bancos a la espera de que llegue un acuerdo.

A la rueda de prensa del Eurogrupo y la Comisión faltó la última pata que forma la Troika, ahora llamada Grupo de Bruselas: la ausencia de la directora del FMI y una de las voces más correosas contra Grecia, Christine Lagarde, despertó rumores contradictorios. Tampoco atendió a los medios el titular griego de Finanzas, Yanis Varufakis.

Según varias fuentes relacionadas con el Ejecutivo heleno, Alexis Tsipras cree que es factible cerrar un acuerdo este jueves. Detrás de todas estas filtraciones interesadas descansa la pura especulación: la letra pequeña, es decir, la resistencia de Syriza a aplicar más recortes en áreas básicas de la economía como las pensiones, será la clave de todo.