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Hyundai apuesta fuerte al hidrógeno con el Nexo

El Hyundai Nexo cuenta con un motor eléctrico de 163 caballos, una batería de 40 kilovatios y una pila de combustible de 95 kilovatios.

Pedro Umbert

Después de una década de silencio acerca de su viabilidad como energía para propulsar vehículos, el hidrógeno está comenzando a sonar de nuevo con fuerza en los planes de varias marcas de coches. La coreana Hyundai es una de las más activas en este terreno e insiste en la senda marcada por el Tucson Fuel Cell con otro modelo también de formato SUV e impulsado por una pila de combustible, el Nexo.

Presentado en el Salón de Ginebra del año pasado y vuelto a exhibir en el CES de Las Vegas hace un mes, el Nexo forma parte de un plan de la compañía para introducir antes de 2025 hasta 18 vehículos de energías limpias, en su caso la que proporciona el elemento químico más simple y más abundante del universo, sí, pero que tiene el inconveniente de no encontrarse en estado puro en la naturaleza.

Los vehículos de hidrógeno hacen uso, salvo raras excepciones en que éste se quema directamente, de una pila de combustible, es decir, una pila galvánica en la que la energía química del combustible (hidrógeno y oxígeno) se convierte directamente en energía eléctrica a través de un proceso electroquímico. La electricidad generada pasa a unas baterías que alimentan al motor, como en cualquier vehículo eléctrico, y lo único que se emite a la atmósfera es vapor de agua y nitrógeno.

Las grandes virtudes que proporciona el hidrógeno son su carácter neutro desde el punto de vista ambiental –siempre que provenga de fuentes renovables, claro–, y una autonomía cercana a la de los vehículos tradicionales, algo que no pueden ofrecer hasta ahora los coches eléctricos de batería.

Con el fin de compensar las debilidades del Tucson Fuel Cell, que fue su primer vehículo de hidrógeno producido a gran escala, Hyundai ha buscado para el Nexo mejoras en aceleración, potencia y autonomía, que ahora alcanza 168 kilómetros más: 596 en total. Ha trabajado también la puesta en marcha en condiciones extremas, de modo que el nuevo modelo arranca a temperaturas de hasta -29 grados en menos de 30 segundos.

Otros avances con respecto a aquel modelo de 2013 tienen que ver con el sistema de suministro de aire, el rendimiento a grandes alturas, el tiempo de repostaje, la densidad de energía y la durabilidad con respecto a los motores de combustión, todo ello junto a un comportamiento general más refinado.

La tecnología necesaria para el funcionamiento del Nexo se compone básicamente de un motor eléctrico de 163 caballos, una batería de 40 kilovatios y una pila de combustible de 95 kilovatios, más los correspondientes tanques de hidrógeno, fabricados en una aleación de aluminio y un compuesto de carbono y que se recargan en menos de cinco minutos.

Hyundai anuncia el lanzamiento del Nexo a lo largo de 2018, aunque no especifica cuál será el ámbito de comercialización. Es lógico, porque el desarrollo de esta tecnología se halla todavía en estado incipiente y la infraestructura de suministro es casi inexistente, de momento, en países como el nuestro. Aunque sobre el papel es perfecta para una movilidad que resulte sostenible y eficaz al mismo tiempo, aún es pronto para que se popularice entre los usuarios.

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