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“El PP ha conseguido aplicar una fórmula casi imposible: más impuestos, más deuda y menos inversión”

Pedro Casares, candidato del PSOE a la Alcaldía de Santander, durante un acto de campaña.

Laro García

Pedro Casares Hontañón (Santander, 1983) está convencido del reto que tiene por delante: ser el primer alcalde socialista de Santander. El secretario general del PSOE en la capital de Cantabria concurre por primera vez como candidato y repite insistentemente que su partido es la “única alternativa segura” a las décadas de gobierno de la derecha en la ciudad. “El PP lleva años preocupado únicamente por la estética, el cemento y el hormigón y ha desatendido los problemas de los vecinos”, subraya. Ante eso, defiende un proyecto “serio y riguroso” integrado por personas “trabajadoras y honestas”.

También reconoce que la travesía por el desierto de su formación en Santander, como consecuencia de las guerras internas y los constantes cambios en la dirección, ha provocado que los ciudadanos progresistas no encuentren “un referente” ante el “problema de ”visibilidad“ de las propuestas socialistas. ”El PSOE tenía que cambiar y renovarse“, dice. Entre sus prioridades están recuperar los servicios públicos privatizados por el Partido Popular, fomentar el empleo y la vivienda en alquiler social o la aplicación de un plan de emergencia que ”rescate“ a los vecinos que peor lo están pasando.

-¿Cómo está viviendo su primera campaña electoral como cabeza de cartel?

No tiene nada que ver con otras campañas en las que he colaborado. Lo estoy viviendo con muchas ganas y mucha ilusión, de una forma mucho más intensa.

-Durante sus intervenciones públicas está apelando a su cercanía con los vecinos, a las experiencias que ha vivido como concejal en el final de esta legislatura. ¿Es esa la línea fundamental de su campaña?

Sí, está claro. En la política local, los vecinos quieren que les hables de sus problemas. Están preocupados por el desempleo, los recortes, las políticas sociales o por cosas como la senda costera o el comercio. Por eso estoy haciendo una campaña de cosas muy concretas, nada de macroproyectos o infografías. Cuando vamos a los barrios, cuando hacemos el puerta a puerta, eso es lo que me reclaman.

-En ese contacto cercano del que habla, ¿detecta mucho desánimo, una crítica que afecta incluso a la oposición?

Veo una sensación muy mayoritaria de mucha gente descontenta con la situación actual en la ciudad y en la política local. Mucha gente critica que el Partido Popular lleva años preocupado únicamente por la estética, el cemento y el hormigón y ha desatendido los problemas de los vecinos. Creo que también se dan cuenta de que el PSOE en Santander se ha renovado. No hace falta que lo diga porque me ven, tengo 31 años y soy de una nueva generación que está liderando este proceso. Es algo que los ciudadanos reclamaban a los socialistas, una renovación.

-Esa renovación incluye que ninguno de los concejales de la última legislatura, salvo usted que es el candidato, aparezca en la lista del PSOE. ¿Se puede entender como un castigo o un reproche al equipo actual?

Hemos renovado toda la candidatura municipal y hemos hecho un equipo joven, nuevo. Partíamos con la idea de que los ciudadanos piden cambios a los partidos políticos y el PSOE en Santander ha entendido el mensaje. Creemos en la necesidad de renovación con gente trabajadora y honesta. Los vecinos quieren gente como ellos en el Ayuntamiento, que representen a toda esa mayoría progresista. Eso lo hicimos en el mes de noviembre, cuando celebramos las primarias. Es algo que tenía claro: el PSOE tenía que cambiar y renovarse. He cumplido con lo que dije.

-Sin embargo, se ha criticado mucho al PSOE esa sucesión de nombres distintos en Santander. En esta legislatura, la cabeza de cartel fue Eugenia Gómez de Diego, ha ejercido como portavoz Judith Pérez Ezquerra y usted es el candidato. ¿No demuestra eso que no existe un proyecto a largo plazo?

Yo creo que el Partido Socialista en Santander tiene un problema de visibilidad. Muchos ciudadanos te dicen que no ha habido un referente y eso es fundamental corregirlo para que los vecinos tengan claro quién es el líder del PSOE. Este es un proyecto a medio plazo. Yo, en estas elecciones, aspiro a conformar una mayoría progresista de cambio en Santander, eso que me demandan en la calle. Tengo el objetivo de liderar esa posibilidad y estoy convencido de que solo hay dos alternativas: que el 25 de mayo continúe el Partido Popular con el actual alcalde, que lleva 20 años en política, o que haya un alcalde socialista.

-¿Y qué futuro le espera a un candidato socialista en un ciudad tan poco proclive a sus siglas?

[Se ríe]. Hay algo que noto en la calle y de lo que estoy seguro: el Partido Popular va a bajar muchísimo en estas elecciones. Los ciudadanos van a castigar los recortes de la derecha. Íñigo de la Serna e Ignacio Diego han seguido los pasos que marcaba Mariano Rajoy. Ha sido una política que ha cargado los recortes contra los más débiles, contra los que más están sufriendo. Hemos vivido cómo se impone el copago en la teleasistencia, una de las medidas más crueles en política local. Hemos visto también cómo el actual alcalde callaba mientras cerraban la Residencia de La Pereda o cómo defendió la reforma de la administración local que eliminaba las competencias de servicios sociales a los ayuntamientos. El PP ha perdido la confianza de la mayoría de los santanderinos, que van a valorar el proceso de renovación y la campaña de propuestas concretas del PSOE. No voy a prometer nada que no pueda cumplir. En estas elecciones no se trata de vencer, sino de convencer. Y estoy seguro de que somos los únicos con un proyecto de cambio seguro y transformador para la ciudad, con un planteamiento de izquierdas.

-Pero estará de acuerdo conmigo en que es muy significativo que Santander solo haya tenido alcaldes conservadores…

Sí, y precisamente por eso es más urgente. Que en toda la etapa democrática solo haya gobernado la derecha hace más necesario que nunca, por higiene democrática, el cambio y la alternancia. En Santander es preciso que se produzca un cambio de Gobierno que dote de más transparencia al Ayuntamiento. Hay que abrir las ventanas y hacer una auditoría de todas las cuentas municipales y de los servicios privatizados en todos estos años. Las prioridades que marca la calle son el empleo, el bienestar de las personas y la defensa de lo público. El reto es convertirme en el primer alcalde socialista de la democracia.

-¿Y por dónde empezaría el trabajo un alcalde socialista?

He anunciado las diez primeras medidas que tomaría en el Ayuntamiento de Santander al día siguiente de ser elegido alcalde. El Ayuntamiento necesita una reordenación de toda su estructura. Santander tiene excesivos concejales liberados, excesivos asesores, coches oficiales, el alcalde tiene cinco escoltas… Yo quiero reducir todo eso para ahorrar dinero y ponerlo al servicio de los ciudadanos. También crearía una vicealcaldía de empleo para situarlo en el centro de la política local y buscaría un pacto en el que estuvieran todos los sindicatos y agentes sociales, con dotación presupuestaria específica.

En materia de política social, la primera medida que hay que tomar es eliminar el copago en la teleasistencia y, a partir de ahí, construir todos los servicios sociales. Además, como algo inmediato, paralizaría cualquier proceso de privatización que esté en marcha, como el de las líneas de autobuses. Todos esos servicios privatizados deben volver a ser públicos. Y en Santander hace falta un plan de emergencia social para todas esas personas que lo están pasando mal, por lo que nos comprometemos a invertir dos millones de euros para garantizar que este verano mismo estén abiertos todos los comedores escolares, por ejemplo.

-En los últimos meses han surgido distintos movimientos que ponen en cuestión la política urbanística del PP, desde el Cabildo de Arriba o Prado San Roque a la expropiación de Amparo Pérez. ¿Cómo se puede trasladar ese descontento a las urnas?

El PSOE ha sido el único partido de la Corporación que ha votado en contra del Plan General de Ordenación Urbana. Teníamos claro que no compartíamos el modelo desarrollista y expansionista del Partido Popular. Votaron a favor el PP y el PRC. Y nosotros votamos que no por fotos de la vergüenza como el caso de Amparo, empeñados en construir un vial que no era prioritario. O por barrios que están abandonados, como Prado San Roque, San Simón Entrehuertas, el Río de la Pila, el Cabildo o las zonas periféricas de Santander. Solo hay que dar un paseo por Peñacastillo o por Cueto.

Urge cambiar la prioridad en las políticas. Más que construir nueva vivienda, nos parece fundamental empezar por toda la rehabilitación del centro. Hay que trabajar en todos esos barrios que hoy son de segunda y que el PP mira con otra cara. Creemos que el urbanismo es una buena medida para luchar contra la desigualdad. Llevamos años viendo como cambiamos árboles por baldosas. Hay una falta enorme de respeto por el patrimonio natural e histórico de Santander, como el que Íñigo de la Serna ha permitido en la senda costera. Hay que revertir todo el daño causado. Este plan general que no votamos permite que se pueda especular en San Martín y que se hagan viviendas de lujo, o contempla que se tiren las viviendas de Prado San Roque y se hagan allí nuevas promociones privadas. Votamos en contra de actuaciones concretas como éstas.

-Frente a todo eso, el equipo de Gobierno habla habitualmente de una ciudad de postal que no tiene en cuenta datos contrastables como la pérdida constante de población. ¿Hay un antídoto contra eso?

Santander lleva 20 años perdiendo población porque la política local del Partido Popular ha estado muy preocupada de lo estético, de esa ciudad de fachada y de postal que ha dado la espalda a los problemas de los vecinos. Santander no tiene un modelo de desarrollo de la ciudad, no sabe a qué nos vamos a dedicar, en qué van a trabajar nuestros hijos. Nosotros apostamos por la reindustrialización, el I+D+i, la Universidad de Cantabria, sectores de futuro ligados a la tecnología que generen empleo todo el año. Luego hay dos cosas fundamentales: los jóvenes no se pueden quedar en una ciudad dónde no encuentran trabajo ni donde no tienen una vivienda. Santander pasó muchos años sin construir una VPO. Ahora, en el peor momento de la crisis, cuando no hay crédito, están haciendo vivienda de protección oficial que, en muchos casos, son más caras que en el mercado libre. Hay que fomentar el alquiler social para jóvenes de hasta 35 años, con alquileres de 120 a 150 euros. Solo así podemos corregir esos 20 años de pérdida de población. Si perdemos a nuestros jóvenes, Santander perderá el futuro.

-¿Reconoce algún mérito al actual equipo de Gobierno del Partido Popular?

[Duda]. Me cuesta mucho encontrar algo positivo. Han fallado en la política de jóvenes, en el empleo, porque hoy tenemos el doble de parados que cuando Íñigo de la Serna llegó a la Alcaldía, han fallado en la política urbanística, en la política de vivienda o de servicios sociales, en la atención a los mayores… ¿Qué han hecho bien, aunque sea algo negativo a la larga? Generar expectativas a base de vender infografías y proyectos que nunca se desarrollan. La imagen de ciudad dinámica que presentan no es real. Hasta proyectos buenos, como Smart Santander, están mal gestionados y los ciudadanos no ven ninguna aplicación real. Y eso por lo hablar de los impuestos, donde el PP ha conseguido aplicar una fórmula casi imposible: más impuestos, más deuda y menos inversión. Es casi imposible.

-Repite continuamente que el alcalde está nervioso porque teme perder la Alcaldía. ¿Lo cree de verdad o es el típico mensaje de campaña?

Yo estoy convencido de que el Partido Popular va a perder la mayoría absoluta. Los ciudadanos, que nunca se equivocan, han considerado en otros tiempos que su proyecto era bueno para la ciudad, pero están viendo cómo están pagando una crisis económica que ellos no han generado. Los vecinos van a penalizar eso el 24 de mayo. Por esa situación, han dado un paso al frente durante la legislatura, han querido participar, y han visto cómo no se ha contado con ellos para nada. Es más, se les ha insultado cuando han hecho públicas sus reivindicaciones. Toda esa mayoría de cambio se va a materializar en las urnas. La única alternativa es que Pedro Casares sea alcalde. Otros partidos, como el PRC, han pactado con el PP cuando ha habido una posibilidad en el pasado. Es fundamental que haya un PSOE fuerte ante la pérdida de la mayoría absoluta del PP.

-¿Se ve capaz de llegar a acuerdos con otras formaciones para liderar una alternativa en el Ayuntamiento?

Yo tengo claro que nunca pactaría con el PP, el partido de los recortes y el sufrimiento, y creo que los ciudadanos nos reclaman que seamos capaces de llegar a acuerdos si hay una posibilidad de formar un gobierno progresista. Estamos en la obligación de intentarlo.

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