CCOO dejará en “vía muerta” la mesa de diálogo social si el Gobierno vasco no adopta compromisos concretos

El secretario general de CC.OO. Euskadi, Unai Sordo, ha afirmado que el sindicato se plantea dejar en “vía muerta” la mesa de diálogo social, si no ven en el Gobierno vasco compromisos presupuestarios y temporales “concretos” en los acuerdos que se vayan adoptando.

En una entrevista concedida a Europa Press, Sordo ha manifestado también que el “cortoplacismo” con el que, a su juicio, están actuando las patronales vascas, está “embarrancando” una negociación colectiva, que ELA quiere “privatizar” por una cuestión de “corporativismo”.

El dirigente sindical cree que el Gobierno vasco debería jugar un papel para tratar de reconducir las relaciones laborales y no “empecinarse” en un esquema “imposible” porque, ni ELA ni LAB “van a entrar a una normalización de las relaciones laborales en Euskadi”. “Para ellos deslegitimarlas forma parte de la deslegitimación del status quo”, ha apuntado.

Además, considera que el Ejecutivo, “por empeñarse en eso”, no puede “dejar de hacer las cosas que tiene que hacer” y “debilitar los escasísimos espacios de encuentro y de diálogo que existen”.

En este sentido, ha criticado que el Ejecutivo autónomo no haya desarrollado todavía las medidas aprobadas hace meses en el marco de la mesa de diálogo social, como las referidas al fomento del contrato de relevo.

Sordo ve “falta de pulso” del Gobierno vasco y cree que debería “ponerse las pilas” e implementar medidas que favorezcan la creación de empleo y, “sobre todo, de calidad”. “No es de recibo que sigamos sin ver la luz al final del túnel de las medidas que en su día acordamos en el diálogo social”, ha agregado.

El líder de CC.OO. Euskadi ve “muy poco movimiento” en ese sentido y observa por parte de Hacienda un “control exhaustivo” de los recursos para el empleo. Por ello, el sindicato va a ser “absolutamente exigente” para que se implementen presupuestos que fomenten la creación de “buen empleo” y “muy crítico” con las “políticas dilatorias del Gobierno”.

“Gobierno, con el freno de mano”

Sordo cree que, en la mesa de diálogo social, el Gobierno vasco “ha ido siempre con el freno de mano” porque le “incomoda” la situación a la que “le abocan” ELA y LAB, que no participan en este foro. “Vemos un interés relativo del Gobierno en el marco del diálogo social”, ha apuntado.

En este sentido, ha indicado que el sindicato no dará “ninguna cobertura”, si no se aprecia una “voluntad real de implementar políticas de empleo por parte del Gobierno vasco”.

“El Gobierno se puede olvidar de una negociación en la que lleguemos a acuerdos que sean sugerencias o elementos de reflexión o de orientación sin más de sus políticas. O hay un compromiso presupuestario y temporal en las medidas que acordemos o el diálogo social va a estar bloqueado”, ha advertido.

Sordo ha añadido que, por tanto, lo que se plantean es dejar la mesa de diálogo social “en vía muerta”, si no hay “compromisos concretos”. “O se concretan compromisos concretos o no tiene recorrido y es una incógnita que hay que resolver en otoño, por un lado, comprobando la concreción de las cosas que están pendientes y, por otro lado, viendo la voluntad política que tenga el Gobierno de desarrollar nuevas medidas en lo que queda de año”, ha precisado.

En relación a la evolución del empleo en Euskadi, Sordo ha manifestado que, aunque disminuye el paro, hay un “incremento importante” del empleo precario. Por ello, defiende fomentar “comportamientos distintos” en las empresas y cree que el Gobierno tiene que tener “alguna capacidad de intervención”. Sordo ve “obvio” que el Ejecutivo no ejerce esa capacidad de “influir” ante Confebask y “apelar solo a la buena voluntad no es suficiente”.

En relación al nombramiento de Roberto Larrañaga como nuevo presidente de Confebask, ha indicado que en septiembre mantendrán un encuentro y le plantearán si existe en el conjunto de organizaciones patronales voluntad de tener una “posición más o menos cohesionada y coherente entre las cosas que se negocian en todas las mesas” porque parece que “no les conviene mucho ordenar las relaciones laborales”.

Sordo aprecia una “comodidad creciente” en las patronales y “cada uno quiere ser un poco cabeza de ratón”. “Cada patronal territorial sectorial quiere centrar la negociación solo en los ámbitos que domina y es muy difícil hacer acuerdos generales que diseñen un marco de relaciones laborales distinto”, ha apuntado.

A su juicio, se va a una negociación “atomizada” y “más allá de lo que diga Confebak, cada una de la patronales territoriales o sectoriales viene a hacer un poco de su capa un sayo”.

Tras señalar que no hay una voluntad de “apostar a mayor” por parte de las patronales para resolver el conjunto de las relaciones laborales, ha explicado que, en los acuerdos generales, ponen unas “líneas rojas muy rígidas” y luego en los acuerdos sectoriales hacen “otro tipo de negociaciones” y en los acuerdos de empresa “otro”. “No vemos un gobierno en la patronal en las relaciones laborales, vemos una patronal muy dispersa en la que cada uno aspira a gestionar lo suyo”, ha agregado.

Por lo tanto, considera que las patronales vascas piensan “en la estrategia de cada uno” y en el “corto plazo, en salir del problema del convenio concreto”.

Cortoplacismo

“Y ese cortoplacismo, ese estar pensando en la correlación de fuerzas en cada convenio al que juega la patronal y el marcar cada uno su territorio, está embarrancando la negociación colectiva, está siendo un elemento de bloqueo de las negociaciones” ha apuntado Sordo, que defiende llegar a algunas “guías” para desbloquear el conjunto de los convenios.

Sordo también ve en ELA responsabilidad en el actual bloqueo de la negociación colectiva porque su esquema “es el mismo”, el de “no llegar a directrices generales” y “fragmentar” la negociación, utilizando el convenio “solo como herramienta de refuerzo de las organizaciones, sean patronales o sean sindicales”.

“Al final es una cuestión de corporativismo y lo que nosotros llamamos una privatización de la negociación colectiva, el esquema que se plantea es que haya convenio para aquellas personas que se afilian y solo para aquellas personas que se afilian o solo en las empresas con nivel de afiliación muy alto”, ha apuntado.

Unai Sordo, que cree que ELA representa un modelo de “sindicalismo de clase”, ha afirmado que, en el caso de LAB, este sindicato comparte que la negociación “tiene que proteger a muchos trabajadores”, pero tiene “vértigo escénico” y “no es capaz de llevar una posición autónoma en las negociaciones respecto a ELA”.

Ante el actual bloqueo de la negociación, ha señalado que el sindicato no va a renunciar a los convenios de eficacia limitada, pero no serán “su primera opción” porque no aspiran a “dar salida a la negociación colectiva en Euskadi en eficacia limitada”.

No obstante, ha advertido de que no van a permitir que, por el intento de bloqueo de la negociación, se genere una “jungla sindical sin utilizar todas las herramientas” existentes.

Sordo denuncia que existe un “cinismo terrible” porque, a la hora solicitar la aplicación de esos convenios, “corre casi todo el mundo”, incluidos los delegados de los sindicatos que no firman.

El líder de CC.OO. Euskadi cree que la negociación colectiva tras el parón estival seguirá siendo “difícil” y plantearán en las mesas una mejora del poder adquisitivo de los salarios, la defensa de los ámbitos de negociación en Euskadi, además de “dar la batalla” contra la precariedad.

En materia salarial, ha indicado que es “difícil” ir a incrementos más “altos” porque la “disputa intersindical” que existe en Euskadi hace que la posición de negociación sea “más débil” y la patronal juega esa “baza” y “sabe que, en ese río revuelto, cuanto más revuelto esté el río, más pesca”.