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Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López: ocho diferencias de sus programas para el PSOE

Susana Díaz, Patxi López y Pedro Sánchez, antes del debate de las primarias del PSOE.

Irene Castro / Belén Carreño

Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López ya tienen propuestas concretas y por escrito para la competición por liderar el PSOE. La presidenta andaluza ha sido la última en presentar su documento, cuatro días antes de la votación. Los textos son meras declaraciones de intenciones porque, según las normas del partido, el proyecto del ganador será el que salga del 39º Congreso a partir de las enmiendas que debatan los delegados previo paso por las estructuras locales, provinciales y autonómicas.

Los tres candidatos tendrán que introducir sus propuestas específicas en ese proceso, que se prolongará del 24 al 28 de mayo, a partir de la ponencia marco que coordinaron Eduardo Madina y José Carlos Díez, ambos partidarios de Susana Díaz. Estas son las principales diferencias entre los aspirantes a la secretaría general y el proyecto inicial del PSOE.

Cataluña ha sido uno de los puntos que más polémica interna ha generado. Sánchez ha sido el que más se ha desmarcado de la propuesta defendida hasta ahora por el PSOE, aunque asegura que no la desborda. El exlíder socialista cree que la reforma de la Constitución debe servir para “perfeccionar el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado”. Esa nueva propuesta de España como “nación de naciones” enfada a sus rivales, que consideran que solo persigue mejorar su resultado entre los militantes del PSC. Tanto Díaz como López se limitan a la apuesta federal como solución a los conflictos territoriales.

Las propuestas de modelo de partido también han suscitado diferencias. Aunque Díaz se suma a la propuesta de sus rivales de que las bases tengan la última palabra en una moción de censura al secretario general, concreta menos que ellos las normas para regularizar esas consultas a los militantes, en las que incluye los pactos postelectorales y “cuestiones” aprobadas por el Comité Federal o solicitadas por un porcentaje sin especificar de la militancia.

En el apartado de las consultas, la presidenta andaluza incluye la elección de la secretaría general. Esa alusión ha servido a los 'sanchistas' para insinuar que quiere acabar con las primarias, pero Díaz ha asegurado que no tocará el proceso que ya forma parte de las normas del PSOE. También aseguró que mantendrá las primarias abiertas a simpatizantes para la elección del candidato a la presidencia del Gobierno.

El documento de Sánchez defiende ampliar las primarias abiertas “a todos los niveles”. Los 'susanistas' rechazan ese sistema en el nivel municipal porque consideran que puede haber “entrismo” de otras organizaciones políticas.

López planteó que se eliminen los avales en los procesos internos del PSOE y que se opte por procedimientos de doble vuelta de manera que quien quiera puede presentarse a una primera ronda, pero solo dos candidatos pasarán a la final para que, así, el ganador tenga el apoyo de más del 50% de la militancia.

Sánchez introdujo esa idea en su documento, pero Díaz no la ha reflejado, aunque en su equipo no la ven mal. La duración de las gestoras que pilotan la actividad del partido cuando no hay dirección también varía: la presidenta andaluza pone un límite de nueve meses mientras que Sánchez lo baja a tres.

Tres rentas básicas para un PSOE que la rechazaba

Los socialistas se suben al carro de forma desigual al carro de la renta básica que tanto les distanció de Podemos. En la ponencia del PSOE, se insta a crear “una Ley Estatal de Garantía de Ingresos Básicos destinada a proporcionar transferencias económicas ante situaciones de necesidad, mediante una renta o Ingreso Mínimo Vital que les permita afrontar las necesidades más básicas inherentes a la dignidad humana, acompañado de un Plan Integral para la Inclusión Social”.

Los otros candidatos tienen otras ideas de cómo articular estos ingresos. López se adhiere a la propuesta de Ingreso Mínimo Vital que llevaba el PSOE en su programa electoral, en línea también con la propuesta que han hecho los sindicatos.

Sánchez también tiene una propuesta que diverge de la recogida en su programa electoral. Es partidario de créditos fiscales o impuestos negativos, esto es, de dar las ayudas mediante la declaración de la renta, lo que recuerda al salario social propuesto por Ciudadanos. Para Sánchez, el arranque es un mínimo garantizado con ciertas condiciones que se vaya ampliando hasta convertirse con el tiempo en una renta básica universal.

Díaz se enrola en una nueva propuesta que bautiza coloquialmente como “renta garantizada” para jóvenes que poco tiene que ver con la filosofía de las rentas garantizadas, salvo el nombre.

Bajo ese título, Díaz compromete un crédito fiscal para jóvenes que tendrán que usar para formarse, iniciar un negocio o invertir en algún otro proyecto de “inserción laboral”. Es decir, no es una ayuda económica incondicional (o condicionada solo a la edad y los ingresos), sino una desgravación fiscal de hasta 24.000 euros durante seis años, que puede usarse de forma flexible, que es compatible con otros ingresos y que tendrá que ser devuelta. Por ejemplo, los jóvenes podrían usar 8.000 euros anuales durante tres años. Ese crédito tendría que ser devuelto, también en la declaración de la renta, durante un periodo de entre 10 y 20 años, “de forma flexible”, cuando se superen los límites para declarar.

Matrículas gratis vs. becas como derecho subjetivo

Tanto Sánchez como López han criticado esa propuesta porque la consideran “liberal”. Sin embargo, en el equipo de Díaz recalcan que es una medida extra que no va en detrimento de las becas. De hecho, recuerdan que su proyecto apuesta por la gratuidad en la matrícula universitaria para el primer año y los siguientes conforme se apruebe.

“Los alumnos que aprueben a la primera no pagarán matrícula, como sucede en varios países europeos. Y las becas se destinarán para cubrir otros gastos en estudiantes de familias con rentas bajas”, señala el documento de la andaluza. Las matrículas gratuitas son la principal diferencia del modelo de Díaz respecto a sus rivales, que apuestan por las becas como “derecho subjetivo” para garantizar el acceso a la universidad.

La necesidad de crear o fortalecer un modelo de banca pública es un elemento muy dispar en los programas de los candidatos a primarias. La ponencia presentada por la gestora cabalga en una nebulosa en la que habla de “los bancos públicos rescatados” a los que les da un papel especial para la financiación de emprendedores pero sin entrar en si se deben privatizar en algún momento o conservar tal y como están.

La propuesta de Pedro Sánchez es más explícita en la formación de figuras de carácter público al pedir “la creación de un sector de Banca Pública, dirigida a garantizar el crédito para inversiones a largo plazo, y otro de Banca Cooperativa y Social” a la sombra del Instituto de Crédito Oficial (ICO).

También el programa de Patxi López es muy explícito sobre la necesidad de banca pública, ya que sugiere la posibilidad de “aprovechar la propiedad pública en algunos bancos y la existencia del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para impulsar una banca pública solvente y bien gestionada, que acompañe inversiones estratégicas para el país”. Las propuestas sobre bancos públicos están ausentes en el documento de Díaz, que tan solo menciona una vez al ICO como instrumento de financiación.

¿Con quién subiría más el salario mínimo?

También divergen las propuestas de los candidatos a secretario general en este aspecto. De nuevo la gestora fija una línea muy indefinida en la que solo pide “un marco europeo vinculante de salarios mínimos que se acerque al 60% del salario medio en cada Estado miembro”, sacando el balón a la regulación europea.+

Va en la línea de la propuesta de López, que esboza “un Estatuto de los Trabajadores igual para todos los países de Europa, con un salario mínimo equivalente para todos, con unas condiciones laborales que no puedan rebajarse a la medida de los intereses empresariales”.

El documento de Pedro Sánchez habla de “fijar el Salario Mínimo Interprofesional, respetando el diálogo social, en 1.000 euros mensuales para 2020, para alcanzar el 60% del salario medio como establece la Carta Social Europea, y garantizando que esta renta laboral fundamental mantenga de manera estable esta relación con el salario medio del país”. También concreta, aunque con condiciones, Díaz al proponer subir el salario mínimo un “6% anual los próximos tres años si se mantiene el crecimiento y la creación de empleo”.

Revalorización de las pensiones con el IPC

Las cuatro propuestas hablan de recuperar el IPC como medida para actualizar las pensiones y evitar así que se pierda poder adquisitivo en las pensiones y en derogar la reforma laboral que el PP aprobó en 2012.

La propuesta de la gestora del PSOE hace hincapié en la necesidad de fomentar el emprendimiento pero pasa de puntillas con qué hacer o cómo abordar la economía colaborativa. Díaz en cambio hace una apuesta clara por fomentar el emprendimiento, hasta casi recordar con la insistencia en este punto al programa de Ciudadanos que se quiso erigir como el partido de los autónomos. En un momento determinado, el programa de Díaz habla incluso de establecer un “Derecho al Emprendimiento”. Sánchez evita entrar en detalles sobre el emprendimiento pero le dedica mucho tiempo a pensar en las nuevas formas de trabajo y organización que en ocasiones se reconocen como economía colaborativa.

Los impuestos suelen definir los proyectos como conservadores o progresistas. En la ponencia económica se le dedica un espacio importante, pese a que en el borrador inicial no venía incluido. Así se pide recuperar el tramo de IRPF para las rentas más altas que se abolió en 2015. La ponencia hace especial hincapié en ir cambiando los tributos tradicionales (al trabajo por ejemplo) por tributos ambientales que penalicen la polución y cambien comportamientos. También pide la implementación de un Impuesto sobre las Transacciones financieras a nivel europeo, punto que sí piden los tres candidatos.

El programa de Sánchez está desdibujado en el área de fiscalidad, salpicado de algunas propuestas aquí y allá, como una tasa del 5% sobre los beneficios empresariales para destinarlos a la participación de los trabajadores en la empresa. Se habla de mejorar la progresividad del sistema fiscal, pero sin entrar en el detalle, y también se pide mejorar la fiscalidad ambiental.

Tampoco López concreta mucho, aunque habla de mejorar la progresividad del sistema por la vía de eliminar las bonificaciones y no de subir tipos. Díaz apenas entra en la materia, hablando en genérico de la fiscalidad verde y de revisar la fiscalidad a la agricultura.

Candidatos y gestora coinciden en impulsar la derogación del conocido como impuesto al sol, cerrar las nucleares y en introducir impuestos medioambientales. La propuesta de la gestora habla llamativamente del carbón como “reserva estratégica” y pide observar la “singularidad” de este sector en España, en un guiño cuidado al asturiano Javier Fernández. Es reseñable que Susana Díaz defiende en su documento casi con idénticas palabras el uso del carbón nacional y que se mantenga el hueco térmico actual.

En la propuesta de Pedro Sánchez también se insiste en que no se han cumplido los planes de reindustrialización de las comarcas mineras, pero se presta más atención a la transición energética y ecológica. López pasa muy de puntillas por el capítulo energético y solo pide comprar “carbón nacional”.

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