El CEO de la empresa gestora del hospital público de Torrejón ordena rechazar pacientes para ganar más
“En Torrejón en el año 22 y 23 decidimos como organización hacer un esfuerzo para bajar la lista de espera. Lo único que pido es: desandemos el camino”. Pablo Gallart, CEO del grupo sanitario Ribera –compañía encargada de la gestión del Hospital público de Torrejón de Ardoz– ordenaba así rechazar pacientes y alargar las listas de espera para reducir gastos y ampliar los beneficios, según las grabaciones de audio a las que ha tenido acceso El País.
Frente a una veintena de mandos del grupo y del hospital, el pasado 25 de septiembre, Gallart explicó que la empresa debe “hacer iteraciones” para “alcanzar un EBITDA [beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones] de cuatro o cinco millones”, argumentando que la elasticidad entre listas de espera y cuentas de resultados es “directa”.
Durante ese encuentro, Gallart reclamaba seleccionar qué intervenciones convenía mantener y cuáles no. Aseguró que la organización es “capaz de determinar la actividad” que puede“ proveer” y que, estableciendo la lista de espera, se fijan también los gastos y el beneficio esperado. Insistía en que, si en el pasado pudieron aumentar personal para reducir las demoras, ahora era igual de sencillo “hacer el camino contrario”. Incluso pedía a sus responsables identificar procesos “no contributivos para el EBITDA”. “Seguro que tenéis mucha imaginación”, afirmaba, aludiendo a actividades menos rentables, especialmente entre los pacientes “no cápita”.
Consultado por El País, un portavoz de Ribera asegura que, fuera de su “contexto”, el contenido podía “malinterpretarse”. Y el nuevo gerente del hospital, Santiago Orio, sostiene por escrito que las reuniones internas están dirigidas a responsables “capaces de entender el contexto”. Además, añade que el único plan del grupo es ofrecer “una atención de la máxima calidad”. Mientras, la Consejería de Sanidad de Madrid niega conocer estas directrices y afirma que, de existir, “actuaría de inmediato”, recordando que el SERMAS controla el cumplimiento de los indicadores de gestión.
El caso ha reavivado las críticas al modelo de concesión sanitaria que Ribera impulsó con el llamado modelo Alzira. Aunque la Comunidad de Madrid inyectó recientemente fondos adicionales –32,7 millones para reestructurar la deuda del hospital–, Gallart sostiene que la financiación continúa siendo insuficiente. Desde la Administración regional, han defendido públicamente que el Hospital de Torrejón presenta un funcionamiento “sólido” y orientado a la “mejora continua”.
Más Madrid y PSOE-M estudian acciones legales
Por su parte, Más Madrid ha anunciado este miércoles que está preparando acciones legales contra el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso contra las prácticas del grupo Ribera para “aumentar su beneficio económico”. En concreto, el partido considera que existe una “grave vulneración de la protección del derecho a la salud y la perversión del uso de la sanidad pública madrileña, puesta al servicio del interés económico de las empresas”.
El PSOE-M también se ha sumado a la denuncia pública contra la Administración regional y ha anunciado que sus servicios jurídicos están estudiando emprender acciones legales. El secretario general de los socialistas madrileños y ministro para la Transición Digital y la Función Pública, Óscar López, ha cargado con el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso por considerar a los pacientes como “clientes”. “Es una vergüenza absoluta lo que está haciendo Ayuso con la sanidad madrileña”, ha señalado el dirigente socialista, que ha remarcado que “las privatizaciones convierten un derecho de todos en el negocio de unos pocos”.
Tras ello, el Grupo Parlamentario Socialista ha avanzado que va a solicitar la comparecencia de la consejera de Sanidad, Fatima Matute, en la Asamblea de Madrid para que dé explicaciones al respecto.
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