El retorno de Bowie
Algunas veces una campaña de silencio es más efectiva que una gran campaña publicitaria. Claro que no vale con quedarse callado un mes o dos. Ni siquiera un año. Ni dos. Para que una campaña de silencio sea efectiva hay que desaparecer como David Bowie durante diez años. Y eso no es capaz de hacerlo cualquiera.
Es cierto que el caso de Bowie, los problemas de corazón que se le manifestaron durante su última gira, en 2003, le han debido de ayudar a la hora de la desconexión. Pero el caso es que ha estado diez años perdido, con alguna aparición esporádica, pero sin dar entrevistas o hacerse notar. Lo único cierto que se sabía de él era que estaba en Nueva York con su esposa y su hijo.
Y hace unos meses se publicó en toda la prensa mundial la foto que ilustra este comentario, en la que el camaleón iba disfrazado de abuelete, notablemente envejecido, con una gorra de churrero y una bolsa en la mano izquierda.
La espera terminó el pasado martes, el día que David Bowie cumplía 66 años. Lo celebró con la publicación de un adelanto de lo que será su nuevo disco, The next day, que saldrá a la venta el 11 de marzo.
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