Anfitriones de novela

17 de diciembre de 2012 17:16h

Entre la multitud de listas que se avecinan de aquí a fin de año, una de las más curiosas es la selección que realiza Suzette Field en el periódico The Guardian: los diez mejores organizadores de fiestas por escrito.

Trimalción, el nuevo rico que organiza un gran banquete en El satiricón, de Petronio.
Jay Gatsby, el protagonista de El gran Gatsby, novela que Francis Scott Fitzgerald pensó inicialmente en titular El Trimalción de West Egg.
La marquesa de Saint-Euverte, que da varias fiestas y veladas musicales en En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust.
Odín, en las sagas islandesas recogidas en la Edda, donde organiza fiestas espectaculares en Valhala para los guerreros muertos.
La duquesa de Richmond, que aparece en Vanity Fair, de Thackeray, y en el Childe Harold, de Lord Byron. Organizó una fiesta el mismo día en que Napoleón lanzó la ofensiva que acabaría en la batalla de Waterloo. Según la leyenda, todos los oficiales de Wellington asistentes a esa fiesta murieron en la batalla.
Jean-Frédéric Taillefer, en La piel de zapa y La posada roja, de Balzac. Organizó una gran fiesta en su mansión de la rue Joubert.
Mrs. Dalloway, que da una gran fiesta en la novela del mismo título de Virginia Woolf.
Truman Capote, por sus legendarias fiestas, en particular el “Baile en Blanco y Negro” que ofreció en el Hotel Plaza en 1966 y que aparece ridiculizado en la novela Submundo, de Don Delillo.
Didier Laxalt, que en la novela Lights out in Wonderland (Sin luces en el país de las maravillas), da de cenar a sus invitados platos cocinados con especies protegidas, tales como pezuñas de oso panda o pierna de koala.
El mismísimo diablo en El maestro y Margarita, de Mijail Bulgákov celebra fabulosas fiestas cada año durante la noche de Walpurgis.