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Un nuevo 'Trainspotting' para 2016

Paula Corroto/DK

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Más de uno tendrá grabado en su memoria el momento en el que Ewan McGregor, puesto de drogas hasta las trancas, se introducía en un váter y buceaba en un viaje entre lo psicotrópico y la porquería. Aquello era Trainspotting, la película de Danny Boyle de 1996 y basada en la novela de Irvine Welsh que reflejó desde el humor, la ironía y el surrealismo a la clase obrera británica, las drogas y los problemas de alienación de los jóvenes de entonces. Con un toque que ni Ken Loach y que a muchos les marcó generacionalmente. Porque suponía otra cosa: era la visión macarra de la Generación X, alejada del pijerío de los Winona Ryder y Ethan Hawke en Reality Bites. ¿Que no te gusta la vida de la masa? Métete heroína y déjate de reflexiones filosóficas.

A tres años de cumplirse dos décadas del estreno de Trainspotting, el director Danny Boyle ha señalado que está dispuesto a hacer una segunda parte con los mismos actores, según informaba estos días The Guardian. La idea parte de la adaptación de Porno, otra novela de Welsh en la que también aparecen los personajes de Renton, Sick Boy y Begbie. “Sabemos que la gente ama esta película”, ha resaltado Boyle sobre su intención de recobrar aquella historia.

Aunque no estaría fielmente basada en Porno, sí tomaría el núcleo principal de su argumento: los personajes que interpretaron Ewan McGregor, Robert Carlyle o John Lee Miller se encuentran ante la tesitura de ganar dinero dirigiendo una película pornográfica. Todo imbuido de esa misma atmósfera working class y un poco alienada que tenía Trainspotting, pero con veinte años más encima. Ergo, ya no se trataría de veinteañeros experimentando con drogas, sino de tipos de cuarenta intentando ganarse la vida en una Gran Bretaña recortada y muy alejada de las burbujas económicas de los noventa. Ya no se trata de ser o no ser parte de la City, de ser yupi. Todos somos emprendedores. La cuestión es si después de la discusión entre Boyle y McGregor tras la decisión del director de no escogerle para protagonizar La playa, el cotizado actor británico querrá volver a bucear en un váter de cacas.

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