Queremos tanto a María Moliner

María Moliner (1900-1981) fue una mujer admirable que tuvo una vida difícil. Con una voluntad de hierro y un montón de fichas de cartón compuso, cuando no era fácil ser mujer en España, un diccionario que se publicó en 1966 y que todavía hoy sigue siendo imprescindible para cualquier escritor, el Diccionario de uso del español.

Esta es, digamos, la parte pública de su vida. La parte privada, o la menos conocida (el abandono de su padre, las estrecheces económicas, las represalias del franquismo y su trabajo de ama de casa), ha sido llevada al teatro por José Carlos Plaza a partir de un texto de Manuel Calzada, El Diccionario. La obra, protagonizada por Vicky Peña, se estrenó el pasado jueves en el Teatro de la Abadía y permanecerá en cartel hasta el 23 de diciembre.

Celebramos que en estos tiempos miserables y paupérrimos se puedan levantar todavía obras de teatro. Y celebramos sobre todo que alguien se haya interesado por la monumental figura de la discreta María Moliner, menospreciada por muchos hombres de su tiempo, rechazada por la Real Academia, pero unánimemente respetada hoy.

Y una curiosidad. María Moliner no sólo es autora de una utilísima herramienta lexicográfica, sino de la errata más hermosa jamás escrita. Al definir la voz día, escribe:

“Espacio de tiempo que tarda el sol en dar una vuelta completa alrededor de la Tierra”.

En Diario Kafka la queremos y a menudo la necesitamos.