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“Soy igual que Albert Rivera. Si Susana Díaz le llama radical, me lo llama a mí”

El candidato de Ciudadanos a la Presidencia de la Junta, Juan Marín.

Daniel Cela

El candidato de Ciudadanos a la Presidencia del Gobierno andaluz, Juan Marín (Sanlúcar de Barrameda, 1962), está convencido de que en las elecciones del próximo 2 de diciembre “van a dar la campanada”. No percibe “una campaña radicalizada”, aunque admite que “el debate nacional eclipsa que se pueda hablar de Andalucía”. Su partido se estrenó en 2015 con el 9% del escrutinio y 9 diputados en el Parlamento andaluz y ahora aspira a crecer tanto que PP o PSOE le conviertan en el primer presidente de la Junta no socialista en 36 años de historia autonómica.

¿En qué se diferencia esta convocatoria electoral a la de 2015?

No tiene nada que ver. Entonces éramos los nuevos, nunca nos habíamos presentado en unas autonómicas. Yo veo ahora muchas ganas de votar, y antes se daba por descontado que ganaría el PSOE. Creo que la participación superará la que hubo en las diez convocatorias anteriores y ahí radica la posibilidad del cambio. 

Ciudadanos prorrogó el poder del PSOE en el Gobierno andaluz en 2015. ¿Entonces no era necesario ese cambio?

Hace tres años y medio nos enfrentábamos por primera vez a unas elecciones en Andalucía. En enero de 2015 la intención de voto para Cs no llegaba al 2,4%, y logramos casi 400.000 votos y nueve diputados, pero como cuarta fuerza del Parlamento no era fácil impulsar ese cambio. Aún así somos nosotros los que hemos hecho las reformas de este mandato. Ahora los andaluces saben de lo que somos capaces y que cumplimos.

Estos tres años y medio, la convivencia de PSOE y Cs ha sido cómoda, ¿no?

Siempre que se han ido cumpliendo los acuerdos. Llegó un momento en el que Susana Díaz dijo: no cumplo con lo firmado, y ahí se acabó. La confianza se rompió. 

¿La ruptura del pacto con el PSOE no es táctica electoral? En 2015 votaron para investir presidenta a Díaz y en 2016 lo hicieron con Rajoy, y en ambos casos habían asegurado que no lo harían…

Sí, no tengo problemas en reconocer que aquí en 2015 tuvimos una situación muy difícil, por eso firmamos el acuerdo de investidura con el PSOE.

Esa situación difícil, el bloqueo institucional... fue Cs quien la resolvió apelando a la estabilidad. Y el escenario postelectoral que se avecina es muy similar…

No, es muy diferente. Creo que ahora los ciudadanos saben antes de ir a votar lo que van a hacer los partidos tras las elecciones. Y Ciudadanos ha dejado clara su posición: por nosotros, el PSOE andaluz no seguirá otros cuatro años en el gobierno. Entiendo que Teresa Rodríguez diga que su opción es hacer presidenta a Díaz, pero nosotros no. Aún así, tras el 2D me sentaré con todos para intentar formar gobierno.

Cs acusó al PP y a Podemos de irresponsables en 2015 por “forzar la repetición electoral”. Esta vez ustedes contemplan esa posibilidad antes de la campaña.

Hace tres años y medio se rompió un pacto de Gobierno entre PSOE e IU a mitad de legislatura. Andalucía aún estaba en crisis, con una tasa de paro que superaba el 31%, con un abandono escolar por encima del 27%, datos brutales que llevaban al deterioro al conjunto de la sociedad andaluza, en niveles de países que están a la cola. Tuvimos que tomar una decisión importante. Ahora la situación no es la misma. La hemos corregido arrancándole muchas cosas al PSOE, ahora hay estabilidad en las instituciones, a pesar de que los trapos sucios los hemos barrido dentro.

¿Ahora Andalucía sí se puede permitir una repetición de las elecciones?

Si Andalucía se lo puede permitir o no, dependerá de los partidos. Y sobre todo de lo que decidan los andaluces el 2D. Pero yo creo que el resultado permitirá formar gobierno. Los partidos tendrán que decidir entre el cambio o el monopolio de 40 años del PSOE. Y ya hemos comprobado cómo los vicios se instauran con el tiempo: el caso ERE, el de formación, el de la Faffe… Todo sin control, porque el PSOE tiene alergia a que le controlen el dinero público.

Para que usted sea presidente de la Junta, ¿necesita que el PP andaluz logre un buen resultado y puedan sumar juntos?

No descarto que las otras fuerzas opten por una abstención o por un voto favorable a mi candidatura. Creo que hay muchas coincidencias con los socialistas, incluso con Podemos, para plantear en el futuro una negociación para formar un Gobierno en Andalucía que no sea de la señora Díaz. El PSOE viene firmando acuerdos con nosotros estos cuatro años. Si es coherente, ¿por qué no podría apoyar un Gobierno de Cs? Entiendo que me pregunten por el PP para gobernar, pero no es el único.

¿Qué aprendió de la negociación postelectoral de 2015? ¿En esta legislatura la presidencia del Parlamento debe ostentarla otro grupo distinto al Gobierno?

He aprendido mucho. Esa es una pieza clave y habrá que negociarla duramente. Nosotros aspiramos a presidir el Parlamento, igual que el resto. Pero creo que sobre esto hay un acuerdo ya hablado entre PSOE y Podemos. Lo de “con el PSOE, ni muerta” de Teresa Rodríguez ya ha pasado a un segundo plano; y el señor Maíllo se ha olvidado del “quien no te conozca que te compre”. Ahí hay un riesgo, porque si al final hay acuerdo Podemos-PSOE, volverán a subir los impuestos, volverá el despilfarro y el intercambio de sillones.

En julio me dijo que Cataluña y el problema secesionista no formarían parte de la campaña andaluza. Pero el tema está presente en todos los mítines de Cs y PP.

Es que Cataluña forma parte de España, lo que pasa en España le afecta a los españoles y los andaluces somos españoles. Pedro Sánchez no sabe cómo resolver el problema catalán, si no, no estaríamos hablando de esto. Y ahora más que nunca, porque los que han querido romper España van a decidir sobre los Presupuestos Generales, y estos establecen el objetivo de déficit, el techo de gasto y el reparto para las comunidades. Los Presupuestos que afectarán a Andalucía los decidirá Llunqueras desde prisión, por mandato de Sánchez y Pablo Iglesias. 

¿No le parece raro que el problema catalán sea el epicentro del debate electoral andaluz?

Cataluña no es el epicentro del debate andaluz, pero sí está en el debate nacional y por lo tanto está en el andaluz. Afecta a nuestra economía. Fíjese que la Junta no ha sido capaz de plantear a ningún grupo de la oposición unos Presupuestos autonómicos para 2019 en octubre, como dijo que haría. ¿Por qué no? Porque están condicionados por las cuentas del Estado, y esas las están decidiendo ahora los catalanes que están en la cárcel.

¿Y las propuestas programáticas para Andalucía?

Las tenemos. Hemos dicho que lo primero será auditar las cuentas de la Administración autonómica, porque hay asuntos turbios que aclarar. Hemos hablado de una reforma fiscal integral, de restar burocracia en la Junta para ayudar a las empresas... todo eso es debate andaluz, pero de eso no quieren hablar los demás. La señora Díaz quiere hablar con acento andaluz y en positivo, pero sin dar explicaciones de nada. El PP sólo está preocupado por que Cs le gana las elecciones. Lo que sí comparto con usted es que el debate nacional está eclipsando el poder hablar de Andalucía en estas elecciones. Eso es así. Pedro Sánchez se levanta cada día con una ocurrencia, le da cualquier instrucción a la Abogacía del Estado y lían lo del otro día con el indulto a los políticos presos catalanes. Eso es lo que está enturbiando que no tengamos un debate netamente andaluz.

¿Qué partido se beneficia más de que el tema catalán tape el debate andaluz?

Pues no lo sé, pero sé que no beneficia a los andaluces. Parece que cuando se habla más de lo que sucede en Madrid que de lo que pasa aquí se diluye todo un poquito más. A quien más beneficia esto no es a quienes queremos hablar más de Andalucía.

Todos los sondeos confirman el crecimiento que tendrá Cs. Algunos hablan de sorpasso al PP. ¿Teme que un buen resultado no supere expectativas tan altas?

A mí no me da miedo nada. Hace cuatro años nos daban un 2,4% de votos y terminamos con un 9%. Decían que no tendríamos grupo parlamentario y terminamos siendo decisivos. Mi objetivo ahora es intentar hacer un hueco dentro de ese debate nacional para que se hable más de Andalucía y menos de otras cuestiones. Soy optimista, creo que vamos a dar la campanada.

¿Qué se juega Albert Rivera en las elecciones andaluzas?

Nada. Albert Rivera no se juega nada en Andalucía, se lo juegan los andaluces. Albert quiere participar en esta campaña porque también se siente andaluz, y para nosotros es un activo. Susana Díaz no tiene interés en que Pedro Sánchez venga por aquí mucho, y Teresa Rodríguez tampoco está contenta de que venga Pablo Iglesias.

Tengo la percepción de que su forma de hacer política es menos beligerante que la de Rivera. 

Yo soy una persona muy sencilla, me gusta sentarme en una mesa y buscar acuerdos y soluciones. Creo que no se me da mal. Albert tiene su estilo y su forma de transmitir, pero es tremendamente sensato. Tiene una visión clara de la unión de todos los españoles. Albert no es beligerante, es valiente. Hay otros a los que les da miedo ir a Alsasua, a él no, ¿sabe por qué? Porque es territorio español.

¿Tiene la sensación de que la campaña se está radicalizando?

Me lo han comentado compañeros, pero yo no lo veo, sinceramente. Hombre, empezar la campaña en la puerta de un puticlub es un acto desesperado de Juanma Moreno, que ha perdido el norte. Al candidato del PP lo veo descolocado. Pero no veo agresividad en la campaña, porque ninguno de los cuatro candidatos que concurrimos actuamos así, somos gente normal, con alguna palabra de más a veces, pero agresividad no. A lo mejor Teresa es un poco más reaccionaria que el resto, no entiendo ese enfado permanente con el mundo todo el día. No es mi estilo.

Hay una fuerte rivalidad entre Pablo Casado y Albert Rivera por un mismo espacio electoral. De ahí han surgido los discursos más agresivos que hemos escuchado hasta ahora en la precampaña.

Yo no tengo esa sensación. Mi relación con Juanma Moreno es cordial. De hecho, le confieso que le he dicho que se equivoca, que Cs no es su adversario político. Pero él siempre ha estado obsesionado con que Cs le estaba robando el terreno. Cs no ha robado nada al PP, lo ha perdido él solo después de 40 años de oposición inútil para los andaluces. Pero tenemos una relación personal buena, también con Susana, aunque ahora está más enfadada conmigo.

Susana Díaz nunca ha dicho que usted sea radical, dice que Rivera es un radical.

Bueno, pues yo soy igual que Albert Rivera, si Susana Díaz habla así de él, también habla así de mí. Y lo siento por ella, porque esas no son las formas. A ella le resulta fácil llegar a la descalificación personal, en el Parlamento se lo hemos visto mil veces con Teresa Rodríguez y con Antonio Maíllo. Pero no, no existe el Cs de Albert Rivera y el Cs de Juan Marín, solamente existe Cs. Y lo que ella opina de Albert Rivera lo opina de mí. Lo que pasa es que en el PSOE sí existen reinos de taifas: el PSOE de Susana, el de Pedro Sánchez, el de Ximo Puig... En Cs sólo hay un proyecto político.

¿Andalucía debería devolver competencias autonómicas al Estado? La sanidad, la educación…

No, nosotros no hablamos de centralizar nada. Tenemos un nivel de competencias de los mejores de Europa. Pero sí hay cuestiones que se deben armonizar: no tiene sentido no tener una tarjeta sanitaria única, que me sirva igual en el País Vasco y en Andalucía. Igual que la armonización fiscal: no es justo que en Madrid se pague menos impuestos de sucesiones que en Extremadura o Galicia. Todos los españoles debemos contribuir en las mismas condiciones.

Pero todas las comunidades no tienen el mismo nivel de renta.

Para eso hay que reformar el sistema de financiación autonómica, para que las regiones que están por debajo de la media converjan. 

¿Ahora existe la solidaridad interterritorial?

No. Si la hubiera, no existiría el cupo vasco que el Gobierno ha pactado con el PNV. La Constitución dice que el cupo vasco existe, otra cosa es cómo se calcula, y este año se ha incrementado, ese es el cuponazo que han aprobado todos los partidos menos Cs. La solidaridad entre comunidades hoy no es real. Por ejemplo, si compara entre regiones el famoso impuesto de actos jurídicos documentados, verá que para firmar una hipoteca en Madrid se paga la mitad de impuestos que en Andalucía.

¿Qué conclusiones han sacado de todo el conflicto sobre el impuesto de las hipotecas? 

Creo que el Supremo ha creado una situación que ningún español entiende. Y Susana Díaz sale anunciando un paquete de medidas en Andalucía para compensar el impuesto de actos jurídicos documentados, pero si nosotros propusimos reformarlo hace cuatro meses y usted votó que no en el Parlamento. Nos votó que no Susana Díaz, Juanma Moreno y Teresa Rodríguez. Hay que ser coherente, no decir cuatro años una cosa y ahora de repente la contraria.

Andalucía sufre un diferencial crónico de paro respecto a la media. ¿Hace falta aquí un plan de empleo extraordinario como la Junta le reclama al Gobierno?

Un plan de empleo extraordinario no crea empleo estable, lo que necesitamos es dignificar los programas de empleo, y que los recursos se usen para generar puestos de trabajo y no para los amiguetes y los chiringuitos del PSOE andaluz durante 40 años. Hace falta más colaboración público-privada y eliminar trabas burocráticas en la Administración para ayudar a los emprendedores. Y eso no se hace. Interesaba más el clientelismo político. 

¿Cuál es la medida más urgente que necesita la sanidad andaluza?

Poner en manos de los profesionales sanitarios las decisiones. Despolitizar los cargos directivos de la sanidad pública, y de la educación también. La sanidad pública tiene hoy de presupuesto 9.800 millones de euros en Andalucía, nosotros le arrancamos al PSOE 1.300 millones durante tres años. Y con más gasto que ninguna otra comunidad, tiene más problema que cualquiera. Tenemos la lista de espera más larga del país. Andalucía se ha convertido en una sala de espera enorme con la gestión del PSOE de la sanidad pública.

El 80% de la educación en Andalucía es pública y el 20% concertada. ¿Cs aboga por ampliar los conciertos a la escuela privada?

Abogamos por que sea compatible pública y concertada, no hay problema. Yo llevé a mis hijos a un colegio concertado, porque no había ninguno público cerca de mi casa, no porque quisiera. Que podría haber querido, pero no tenía esa opción. Un profesor de la concertada y de la pública deben cobrar lo mismo, creemos en la equiparación salarial porque hacen lo mismo. Y dicen que queremos cargarnos la educación pública, hombre, por dios. Los cuatro partidos deberíamos sentarnos y sacar en esta legislatura un plan educativo para la próxima generación de andaluces.

¿Ciudadanos tiene algo en común con Vox?

[Silencio largo] En absoluto.

¿Usted sitúa a Vox en la extrema derecha?

Yo no sé dónde está Vox, sé dónde está Cs, en un centro político, donde hacemos las cosas de forma sensata.

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