El Consejo de la Juventud de Andalucía intenta este sábado poner fin a un culebrón de interinidad y deserciones

Este 29 de julio se vuelve a reunir la asamblea del Consejo de la Juventud de Andalucía, el principal órgano de participación de los jóvenes en la comunidad autónoma, en el que será el cuarto intento para renovar su dirección, que está en funciones desde hace más de un año en medio de una batalla con acusaciones por falta de autonomía, dado que continúa sin entidad jurídica propia, una situación insólita en el Consejo de la Juventud de España (CJE).

Sólo hay una candidatura y prácticamente en su totalidad está compuesta por entidades y perfiles vinculados con el PSOE, lo que ha provocado la desafección de otros colectivos que creen que esto hurta posibilidades de crítica, especialmente en un momento en que se tiene que aprobar la Ley de la Juventud de Andalucía. Sobre todo, porque cuando empezó todo este embrollo, con la primera de esas frustradas asambleas, también había una candidatura, pero entonces era la primera vez en las tres décadas de historia del CJA que no tenía ningún integrante de Juventudes Socialistas de Andalucía (JSA). Desde entonces, y tras haber pasado por tres procesos, ya no queda nadie de esa candidatura con ganas.

De manera que la lista que se somete a votación este sábado la integran Miguel Ángel Romero, miembro de Inserta, como número 1; Nora Cloe Redondo, de Surgente, como número 2; Rafael Álvarez, de Unión Profesional de Trabajadores Autónomos (UPTA), también para vicepresidente; y para vocales, Azahara Cabrera (JSA), Óscar Yaser Algandour (E-Veleta) y Juan Francisco Puga (Club Social Universitario Eventual), entidad que por cierto lleva apenas un año en el CJA porque entró con el reciente y polémico aumento del censo en medio de esta situación de interinidad.

De manera que el perfil socialista queda claro, no ya porque esté JSA, sino porque con esta organización en Almería tiene estrechos vínculos y comparte cargos el Club Social Universitario Eventual; porque Surgente es la sección juvenil de UGT, sindicato tradicionalmente vinculado con el PSOE; o porque el presidente de E-Veleta, Alejandro Casasola, se presenta como “socialista”.

Los principales cambios

Destaca también que por primera vez se meten suplentes en el caso del presidente y las dos vicepresidencias para evitar que un plantón como el de la última asamblea obligue a invalidarla. Ésta es una de las diferencias con respecto a la última candidatura y también que se han caído Andalucía Diversidad LGTBI y United Nations Student Association (UNSA).

El desmarque de la primera estaba cantado porque ya el pasado 23 de abril se tuvo que suspender precisamente la votación dado que su representante, Estefanía Ortiz, no se presentó a la cita. Mientras, la salida de UNSA, la explican sus miembros en un escrito firmado por su presidente, Jesús Cordero, y Víctor García, que iba en la lista de hace tres meses. Entre otras cosas apuntaron que esta decisión adoptada por la asociación tenía los siguientes motivos: “La evidente politización del CJA genera un entorno de división y conflicto donde las ideas no son discutidas, existe un debate subyacente de intereses, diferentes todos ellos de lo que el consejo realmente necesita. Dado que nuestros valores se ven profundamente afectados por nuestra presencia en la candidatura, nos retiramos”.

Independientemente de que dentro del CJA haya quien se haya sorprendido por que sea UNSA, “que entró en el juego político del consejo”, la que alegue estos motivos, lo cierto es que hay realidad constatable en sus motivos: la politización se ha convertido en el gran lastre del órgano.

Cabe recordar que el CJA está conformado por 39 entidades en su censo según la última actualización en su web, y está adscrito al Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) que encabeza Francisco Tomás Pizarro, a quien los críticos acusan de injerencias en este proceso. Curiosamente, en el Parlamento de Andalucía hace unos meses el PSOE y C's tumbaron una enmienda que Podemos incluyó en una moción de 25 puntos del PP sobre políticas de juventud para reclamar la entidad jurídica propia para el CJA, lo que es también obligado para seguir en el CJE.