No te lo crees ni tú

Buenos días, bienvenidos al Purgatorio, vamos con los titulares. Ébola en Europa, tarjetas negras en Jauja, hambre en África. A esta hora, aún no caído del guindo ningún ministro. Mariano aprendió pronto a hablar poco, para no tener que mentir mucho. El miedo puede resultar contagioso, según un estudio. Rajoy y Del Bosque siempre fueron muy lentos. Soraya participará en la maratón de Melbourne. Cuidado con el consejero de Sanidad.

Baja la reputación, y se encienden las luces rojas en el motel Arte Sacro, a cuenta de los gastos de representación. Qué momentos. Aquí en España lo que hay es demasiado personalismo. Fulanito da un puñetazo en la mesa y nos ponemos todos firmes. Una dictadura comunista, primera potencia mundial capitalista. Privatizan la felicidad. Esperanza, di algo.

Cuba envía 150 médicos para frenar el ébola; nosotros mandamos a Toñi Moreno a hacer un cursillo de formación o algo. Cuando la defensora del pueblo andaluz pide la modernización de los horarios de trabajo, no está de cachondeo. Cae otro árbol en Madrid. Ya lo advirtió Pujol, sería menester no mover en exceso las ramas de la ley y la democracia. Todo muy cutre. La Pantoja sale de crowdfunding y vuelve con una bolsa llena. Exportamos el concepto de cortijo, sin señoritos dentro, ya contamos con franquicias en Madrid, Valencia, Barcelona, Bilbao y Sicilia.

Ahora llueve. Necesitamos gente que se moje de verdad. Intercalamos noticias en la información del tiempo porque la letra con sangre entra. En Argentina, publican una novela sobre Canelo, el perro gaditano que esperó a su dueño doce años, en la puerta del hospital. Canelo tenía mucha paciencia, y un don especial de gentes. Y bastante más humanidad y dignidad que los sujetos en los que está pensando. Canelo fue indultado y rescatado de la perrera municipal. Y volvió a las calles a seguir haciendo hijos, porque no vea cómo era Canelo, un galán, gran follarín, un tío de leyenda que, allá en el cielo de los perros, ya le habrá cantado siete u ocho pasodobles a Excalibur.

Julio Iglesias canta 'Vamos a morir todos, y lo sabes'. El Iva de Montoro se carga el teatro, la música en directo, y Pablo Albarán, el único que puede vacilar de facturación a estas alturas, presenta su segundo apellido en la declaración de la renta. No le veo la gracia.

En Ciernes de la Frontera se encuentra la nueva ley de Improvisación Ciudadana. Cuando vengan malas, improvise. Todos sospechosos y beligerantes. Serán ustedes considerados. Prohibido generalizar.

Eduardo Inda ficha por Podemos. En la mesa de la moda, un tertuliano comenta que el próximo baile de actualidad hablará en catalán, agarrao o suelto, ya veremos.

Fíjense si han cambiado las tornas en el periodismo expañol que triunfan los cómicos en los programas serios, y viceversa, de tal modo que surge la nueva ola del humor de investigación. En verdad, nada hay más desternillante que una comparecencia pública cualquiera. Pasamos de hablar de Ana Mato. Y de Spottorno.

Sale a bolsa la fórmula secreta de la financiación de los partidos políticos y se forran del tirón los constructores, los banqueros y los concejales. Yo una vez conocí a un concejal de Urbanismo honrado.

Cultura, que algo queda. Sin motivo de la publicación de su flamante álbum, el cantante de U2 pregona que ya ha compuesto el setenta por ciento de las canciones del siguiente elepé. ¡Po saca un disco doble! Bono, no tiene rollo ni ná …